Desarrollo de la primera infancia
Un periodo crucial del desarrollo que establece las bases para el bienestar futuro, el aprendizaje y la participación de las niñas y niños

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3,6 millones de niñas y niños entre 3 a 4 años están rezagados y en riesgo de no alcanzar su máximo potencial
Las niñas y niños que no reciben la nutrición y la estimulación que necesitan y/o están expuestos a violencia, abuso, negligencia y a experiencias traumáticas, enfrentan un mayor riesgo de tener un bajo nivel de desarrollo cognitivo, físico y emocional.
En América Latina y el Caribe, 3,6 millones de niñas y niños entre 3 a 4 años no tienen un desarrollo temprano adecuado para su edad.
Aquellos que viven en las comunidades más excluidas, en desventaja y de difícil acceso son los que tienen mayor probabilidad de no gozar de servicios u oportunidades que promuevan su desarrollo.
La evidencia muestra que las amenazas al desarrollo en la primera infancia son mayores entre las niñas y niños que viven en los hogares más pobres. Es menos probable que en su hogar estas niñas y niños reciban apoyo para el aprendizaje temprano y que tengan acceso a libros. También tienen dos veces menos probabilidad de asistir a programas de educación inicial. Asimismo, estas niñas y niños están más expuestos a un cuidado inadecuado y al castigo corporal severo.
Todos estas situaciones pueden tener un efecto perjudicial en el desarrollo infantil. Además, los factores de riesgo relacionados con la pobreza tienden a ocurrir juntos. Por lo tanto, a mayor presencia de factores de riesgo, menor será el desarrollo de las niñas y niños. Estos factores de riesgo conducen a inequidades en el desarrollo de niñas y niños en su primera infancia, las que a su vez, perjudican el desempeño escolar y la productividad en la edad adulta, perpetuando el ciclo de pobreza y la exclusión.

Intervenciones efectivas y bien implementadas, enfocadas en el desarrollo de la primera infancia
Creemos que la nutrición adecuada, la estimulación temprana, las oportunidades de aprendizaje, la protección y el cuidado sensible y cariñoso, son cruciales para que las niñas y los niños sobrevivan, progresen, aprendan y participen; todo lo cual es necesario para que puedan alcanzar su máximo potencial.
Por esto, las intervenciones efectivas, bien implementadas y enfocadas en el desarrollo de la primera infancia pueden aumentar la probabilidad de que las niñas y niños sean académicamente exitosos, social y emocionalmente integrados y económicamente productivos.
Brindar a las niñas y niños el mejor comienzo en la vida aumenta las probabilidades de que se conviertan en personas responsables que contribuyen al desarrollo de la sociedad.

Nuestras áreas estratégicas de trabajo
A través de un trabajo conjunto y coordinado con los Estados y otros socios, desde UNICEF contribuimos a:
- Diseñar políticas y fortalecer los sistemas integrales para la primera infancia.
- Impulsar intervenciones multisectoriales en contextos de desarrollo y humanitarios que aseguran la prestación de servicios esenciales de calidad para las niñas y niños más marginados y sus familias.
- Promover comportamientos y normas sociales que contribuyan a la garantía de los derechos.
- Abogar para lograr el compromiso público, así como una mayor y mejor inversión para la primera infancia.
- Monitorear la situación de las niñas y niños durante sus primeros años.