Políticas orientadas a las familias
Cuando apoyamos a los padres, madres y cuidadores, aseguramos que cada niña y niño pequeños tenga el mejor comienzo en la vida

- Disponible en:
- Español
- English
Nuestra visión
La prosperidad de las sociedades depende del desarrollo de los individuos que la componen. A su vez, el bienestar social y económico de cada uno de ellos está en directa relación con las decisiones que toman los gobiernos y las empresas, por cuanto impactan su vida.
Sabemos que todos los padres, madres y cuidadores, además de cuidar y estar a cargo de la crianza de sus hijas e hijos pequeños, deben trabajar para disponer de los medios de subsistencia para sus familias. Por eso creemos que una sociedad debe asegurar que las familias tengan las mejores condiciones para brindar a sus hijos e hijas una crianza cariñosa y sensible que esté llena de oportunidades de aprendizaje.
Las Políticas Orientadas a las Familias (POF) contribuyen con el desarrollo humano de los países y particularmente de la primera infancia, puesto que permiten que madres, padres y cuidadores puedan equilibrar la vida laboral y la personal y el cuidado de los niños y niñas. Además tienen otros beneficios como la reducción de los costos de ausentismo y rotación de personal, el fomento de la retención y el compromiso del talento humano, y pueden contribuir incluso a fomentar la productividad. Por lo anterior, en su conjunto las Políticas Orientadas a las Familias (POF) no solo benefician a las familias sino que tienen efectos positivos para las empresas y la sociedad en general.
¿Qué son las políticas orientadas a las familias?
Son un conjunto de decisiones y acciones que favorecen a los padres, madres y cuidadores, de manera que puedan equilibrar su vida laboral y familiar. Para lograr su objetivo, por lo general, estas políticas buscan proporcionar tres tipos de recursos que son esenciales para padres, madres y cuidadores de niñas de niñas y niños pequeños: tiempo, finanzas y servicios.
Hemos identificado cinco tipos de políticas en el lugar de trabajo, relacionadas con estos tres recursos críticos para las familias:
- Licencias remuneradas por maternidad, paternidad o parentalidad: son medidas que garantizan que madres y padres pasen el tiempo adecuado para crear un vínculo afectivo con sus hijas e hijos biológicos o adoptados, y satisfacer sus necesidades de salud, nutrición y desarrollo.
- Apoyo a madres lactantes: son medidas que garantizan la lactancia materna exclusiva durante seis meses y la posibilidad de continuar amamantando durante el tiempo que las madres elijan.
- Servicios integrales de cuidado y desarrollo de la primera infancia: son el conjunto de prestaciones a las que todas las familias pueden acceder para garantizar a sus hijos e hijas un cuidado de calidad y apoyo para su óptimo desarrollo en la primera infancia.
- Transferencias monetarias: son regulaciones que buscan, por una parte, asegurar que padres y madres tengan unos salarios dignos y, por otra, que puedan acceder a asignación monetaria mínima basada en las necesidades de cada trabajador/a y su familia.
- Programas de crianza y prevención de violencia: son servicios de orientación para que padres, madres y cuidadores mejoren sus habilidades de crianza; además ayudan a prevenir o reducir los casos de maltrato infantil en el hogar y el uso de disciplina violenta.
Los cambios que buscamos impulsar en los países
De la licencia de maternidad a la licencia parental

Promovemos que tanto la madre como el padre puedan disponer del tiempo y apoyo necesario para fortalecer el vínculo de apego con su bebé y brindarle el cuidado cariñoso y sensible que requiere para su desarrollo en la primera infancia.
De la responsabilidad individual a la corresponsabilidad
El equilibrio entre las responsabilidades laborales y familiares es un asunto que deben asumir padres y madres por igual y, además de las familias, también por parte de los gobiernos y empleadores.
De la infraestructura a las personas
Para apoyar a las familias se necesita inversión, no solo en infraestructura, sino también en condiciones de trabajo que protejan contra la discriminación y el despido por razones de maternidad, promoción de lactancia con medidas de reducción horaria, descansos para amamantar y salas de lactancia.
De la reducción del estrés en cuidadores a un mejor bienestar familiar
Las políticas orientadas a las familias, además de reducir el estrés derivado de las condiciones de vida y el ambiente laboral que afecta la crianza, también pueden fomentar negocios más productivos, familias más felices y niñas y niños más saludables.
¿Por qué invertir en políticas orientadas a las familias es bueno para todos?

Son buenas para niñas y niños en la primera infancia, porque:
- Son una de las formas más efectivas de mejorar las habilidades y, en última instancia, la productividad de las personas.
- Si bien todos los padres y madres quieren hacer lo mejor por sus hijos, muchos no tienen otra opción que trabajar todo el día. Esto significa estar lejos de casa, pasar mucho tiempo en trayectos de ida y regreso y no tener tiempo para sus hijas e hijos pequeños.
Son buenas para las mujeres, porque:
- Facilitan que, al tener servicios de cuidado infantil, las mujeres tengan un trabajo remunerado y contribuyan al ingreso familiar.
- Promueven que los padres compartan las responsabilidades de crianza, ayudando a redistribuir las tareas de cuidado y labores domésticas.
- Evita que las mujeres abandonen la fuerza laboral, lo que contribuye a reducir la brecha salarial de género.
Son buenas para los negocios, porque:
- Cuando las empresas ofrecen políticas favorables a padres y madres, se aumenta la retención laboral, se reduce el ausentismo y los costos de contratación de personal.
- Cuando las empresas permiten que los padres, y especialmente las madres, puedan avanzar en sus carreras, atraen al mejor talento, impulsan el compromiso y la moral de los empleados, logran ser más competitivas, mejoran su reputación empresarial y transitan hacia estándares globales de sostenibilidad.
Son buenas para la economía, porque:
- Estimulan el crecimiento económico y el PIB nacional.
- Puesto que la participación igualitaria de las mujeres en la fuerza laboral contribuye a la economía (según un informe de McKinsey en 2015, con las mujeres se agregarían US$ 12 billones a la economía mundial para 2025), también fortalece a los países.