Para cada niña, niño y adolescente, ayuda cuando más la necesita
Informe anual 2019
México está expuesto a diversos tipos de emergencias, algunas de origen natural -como sismos e inundaciones- y otras que se presentan por desplazamientos o migración de personas, como la presencia, desde 2018, de caravanas migrantes que se dirigen hacia los Estados Unidos.
Durante una emergencia, las niñas, niños y adolescentes tienen necesidades particulares de protección, salud, nutrición y educación; por ello, estar preparados y anticipar su respuesta es vital para atenderlas lo más temprano posible.
En 2019, nos enfocamos en fortalecer nuestras capacidades y las de nuestros aliados en torno a los procesos que implica una fase de preparación ante una emergencia. Por ello, nos sumamos a organizaciones de la sociedad civil y dependencias gubernamentales para desarrollar planes de contingencia que garanticen una respuesta rápida y puntual a las necesidades de niñas, niños y adolescentes cuando se vean afectados por desastres naturales o cuando formen parte de grandes flujos migratorios. Además, desarrollamos herramientas de acompañamiento psicosocial y de comunicación para padres de niñas y niños sobre qué hacer en caso de emergencia.
En colaboración con la Coordinación Nacional para la Prevención y Reducción de Desastres (CENAPRED), capacitamos a 40 oficiales de protección civil locales de los municipios que rodean el volcán Popocatépetl, con el objetivo de coordinar la respuesta local desde un enfoque de protección infantil; es decir, incluir en su respuesta las necesidades especiales que puedan tener las niñas y niños en una situación de desastre.
Asimismo, para dotar de mejores herramientas a las autoridades que trabajan en las Procuradurías de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, en coordinación con la Oficina de Defensoría de los Derechos de la Infancia (ODI), desarrollamos una propuesta de Protocolo de Actuación sobre Protección de la Infancia durante Emergencias para que cada funcionario conozca cuáles son sus funciones y qué debe hacer en caso de que se presente una emergencia. En este sentido, llevamos a cabo tres talleres con las Procuradurías de Protección de Chiapas, Chihuahua y Oaxaca, a fin de sensibilizar al personal y de permitirles apropiarse del Protocolo.
Protección a la niñez y adolescencia migrantes
Ante el incremento de los flujos migratorios entre las frontera sur y norte de México, así como la nueva manera de migrar en caravanas en la cuales niñas, niños y adolescentes viajan con sus familias, trabajamos de la mano con las Procuradurías de Protección y las autoridades del Instituto Nacional de Migración, para asegurarnos de que los derechos de la infancia y adolescencia sean respetados en todo momento.
En nuestras oficinas de Tapachula (Chiapas) y de Tijuana (Baja California), proporcionamos asistencia técnica a las autoridades de las Procuradurías de Protección para el manejo de casos en donde los niños, niñas y adolescentes requieren de protección especial.
Además, coordinamos la implementación de un programa de acompañamiento psicosocial, con actividades que permitieron a la niñez migrante y a sus familias enfrentar el estrés de su recorrido desde sus lugares de origen y su camino por México hacia los Estados Unidos. Asimismo, niñas, niños y adolescentes mexicanos desplazados por la violencia, que ahora viven en Tijuana, fueron beneficiados con actividades psicosociales. Como resultado de estas acciones, se realizó la gestión de más de 800 casos, y más de 19,000 niños, niñas y adolescentes migrantes recibieron apoyo psicosocial.
A las iniciativas de protección en favor de la niñez en casos de emergencia agregamos también el programa WASH (agua, saneamiento e higiene por sus siglas en inglés) que provee instalaciones sanitarias, estaciones de agua potable, capacitaciones a estudiantes y maestros sobre medidas de higiene, así como la operación y mantenimiento de infraestructura escolar.
Estas acciones se apoyaron en varios estudios de caso, que confirmaron la importancia de la operación y el mantenimiento de las instalaciones de WASH en las escuelas ante una emergencia, la importancia del lavado de manos en la salud de niñas y niños, y el impacto positivo de invertir en la mejora de agua y saneamiento en los entornos escolares, como una forma de contribuir al rendimiento y permanencia de las y los estudiantes.
En respuesta a los flujos migratorios, durante 2019 proporcionamos servicios WASH en albergues para migrantes de Baja California, Chiapas y Chihuahua. Para ello instalamos sistemas de purificación de agua, distribuimos kits de higiene, suministros de limpieza y apoyamos la construcción de instalaciones de lavado de manos y saneamiento.
Agua, saneamiento e higiene
En Chiapas, un estado que recibió números elevados de población migrante, instalamos infraestructura WASH en el estado, con el apoyo de Cántaro Azul y Cáritas San Cristóbal de las Casas. Además, en colaboración con la Cruz Roja Mexicana, la Organización Mundial de la Salud/Organización Panamericana de la Salud, y el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (CENAPRECE), dimos capacitación a entidades gubernamentales, personal de albergues y organizaciones de la sociedad civil sobre la importancia de la higiene durante las emergencias, y establecimos grupos interinstitucionales para respuesta ante emergencias con el enfoque WASH y salud.
Como resultado del trabajo efectuado junto a aliados de la sociedad civil, en Chiapas 9,721 personas se beneficiaron con acceso a agua potable y agua para uso personal, 3,698 tuvieron acceso a instalaciones de saneamiento y 9,262 accedieron a kits de higiene personal. En Baja California, las instalaciones de WASH que realizamos en espacios amigables para la infancia y albergues beneficiaron a 1,155 niñas y niños.
En las emergencias, el acceso al agua potable y la higiene son elementos centrales, especialmente para la salud de niños, niñas y adolescentes.
Sin importar donde se encuentren, las niñas, niños y adolescentes migrantes tienen derecho a recibir y continuar su educación. Por lo tanto, llevamos a cabo un análisis que permitiera conocer con precisión su situación y desarrollamos una estrategia para garantizar el acceso a este derecho, con oportunidades de continuar sus estudios en territorio mexicano. Esta estrategia incluye la generación de datos sobre niñez y adolescencia migrante y su nivel educativo, la formación de personal docente en la atención educativa dirigida a esta población, el acompañamiento psicosocial y el desarrollo modelos alternativos de educación, así como el desarrollo de una campaña de comunicación dirigida a la prevención de la discriminación y xenofobia en las escuelas. Esta estrategia cobrará aún más fuerza a partir de 2020, ya que forma parte esencial de nuestro trabajo.
Por último, en materia de educación inicial y preescolar, trabajamos junto a Enseña por México para asegurar la continuidad educativa de las niñas y niños migrantes en los albergues del estado de Chiapas. Esta labor implicó relacionarse tanto con niñas y niños como son sus cuidadores, para asegurar que dentro de los albergues se realizaran actividades que promovieran el desarrollo de la primera infancia.