Nutrición
Apoyamos al gobierno, instituciones y comunidades para prevenir y atender todas las formas de malnutrición

Desafío
Colombia ha hecho importantes avances en cobertura en salud y nutrición en los últimos años. Sin embargo, aún enfrenta retos relacionados con la malnutrición, que abarca un amplio espectro: desnutrición aguda, deficiencias nutricionales (también conocida como hambre oculta), sobrepeso y obesidad, situaciones que generan enfermedades no transmisibles relacionadas con la alimentación.
Cuando se habla de malnutrición, se hace referencia a falta, exceso o desequilibrios entre las calorías y nutrientes que consume una persona. Como se trata de un desequilibrio, la malnutrición puede presentarse por déficit o por exceso:
Por déficit
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Desnutrición crónica: indica una carencia en el consumo de nutrientes durante un tiempo prolongado, genera un retraso continuo de talla y/o peso en niños y niñas. La desnutrición crónica tiene efectos irreversibles y a largo plazo, afectando el aprendizaje y el desarrollo de las capacidades cognitivas, motoras, afectivas y comunicativas. Las niñas y niños con desnutrición aguda tienen una respuesta inmunológica disminuida, son susceptibles a retrasos en el desarrollo cognitivo y comunicativo y enfrentan un mayor riesgo de muerte, especialmente cuando la desnutrición aguda es severa y requiere un tratamiento y atención urgente.
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Desnutrición aguda: ocurre cuando el peso del niño o niña está muy por debajo del estándar de la talla para su edad. Es un problema grave que afecta de manera agresiva su salud y que requiere atención inmediata, ya que genera complicaciones que pueden causar la muerte. Toda mortalidad asociada a la desnutrición es una muerte prevenible. En esta hay altos niveles de deshidratación y fallas sistémicas, con alto riesgo de enfermedades infecciosas. La desnutrición aguda, incluso luego de ser tratada, deja efectos permanentes en el desarrollo de niños y niñas. Deficiencias nutricionales: también conocida como hambre oculta, se trata de la carencia de micronutrientes, vitaminas y/o minerales importantes en niños y niñas. Tiene efectos duraderos a largo plazo, incluso en la etapa adulta. Cuando estas deficiencias se dan durante la etapa de gestación pueden afectar al bebé durante toda su vida.
La malnutrición por déficit es totalmente prevenible en los llamados 1.000 días críticos para la vida, que abarcan desde la gestación hasta los primeros 2 años. La gestación es un momento decisivo para prevenirla. Una madre que sufre problemas crónicos de desnutrición o bajo peso para su edad de gestación, tiene más probabilidades de dar a luz un bebé con bajo peso y que sufrirá un retraso de crecimiento durante toda su infancia.
Por exceso
La malnutrición por exceso se da por consumir calorías baratas y de baja calidad, provenientes de los comestibles ultraprocesados y bebidas azucaradas, sumado a la poca actividad física o el sedentarismo, señales propias de entornos obesogénicos. Se puede manifestar de estas dos maneras:
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Sobrepeso: es un desequilibrio entre las calorías consumidas y gastadas. El sobrepeso es la antesala a la obesidad y una señal de alerta para hacer cambios en el estilo de vida y recursos del entorno con opciones y oportunidades de alimentarse más saludable que puedan revertirlo.
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Obesidad: se trata también de un desequilibrio entre las calorías consumidas y gastadas. La diferencia con el sobrepeso, además del índice de masa corporal, es que la obesidad es crónica y revertirla puede ser más complejo. Las consecuencias más comunes de la obesidad son enfermedades no transmisibles también conocidas como crónicas es decir que no se resuelven con el tiempo: cardiovasculares, diabetes tipo 2, algunos tipos de cáncer, enfermedades respiratorias crónicas (como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el asma) y la diabetes.
Malnutrición en Colombia
Actualmente, en Colombia, hay lugares con doble carga nutricional, es decir: cuando en un mismo municipio, barrio o incluso familias, conviven personas con desnutrición y con exceso de peso. En materia de malnutrición, estos son algunos datos relevantes que ponen en contexto la situación del país:
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En el 2022, La Guajira y Chocó reportaron el mayor número de muertes por malnutrición, 33 y 17, respectivamente, lo que representa un tercio del total de muertes por esta causa (INS, 2022). Se encontró que el 42,6% de esos casos de niños no se notificó previamente por desnutrición, o sea, no hubo detección temprana. Esta brecha en la detección de niños con desnutrición aguda va desde el 30% en departamentos como La Guajira hasta el 70% en departamentos como Vichada y Chocó caracterizados por una alta proporción de población dispersa y de difícil acceso a los servicios de salud.
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15,5 millones de colombianos viven en inseguridad alimentaria; 2,1 millones se encuentran en una situación grave y 13,4 millones en una situación moderada (PMA, 2023). La desnutrición en niños menores de 5 años es la inadecuada de agua, saneamiento e higiene: la desnutrición atañe la inseguridad alimentaria y el acceso a agua potable, saneamiento y atención sanitaria, especialmente la prevención y tratamiento de enfermedades.
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La ENSIN 2015 mostró una disminución de la lactancia materna como único alimento en los primeros seis meses de vida, esta práctica se redujo cerca de 10% entre 2005 y 2015; llegando al 36,1 % en 2015.
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En contraste con la reducción que ha experimentado la prevalencia de desnutrición crónica, la desnutrición aguda en menores de 5 años se incrementó entre 2010 y 2015 de 0,9% a 2,3% (ENSIN, 2015). En el caso de la desnutrición aguda, las situaciones de desplazamiento y migración han incidido en el aumento.
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Según la ENSIN 2015, las mayores prevalencias de desnutrición aguda se registran entre la población indígena y afrodescendiente.
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Asimismo, la encuesta ENSIN de 2015 mostró que el sobrepeso y la obesidad en niñas y niños en Colombia va en aumento. El 24 % de los niños y niñas de 5 a 12 años tiene sobrepeso. Y en adolescentes, el 17,7% tiene obesidad o sobrepeso. Esta tendencia se refleja en los adultos ya que, según la misma encuesta, en más del 54% de la población adulta hay exceso de peso, ya sea por sobrepeso y/o obesidad.
La malnutrición tanto por déficit como por exceso tiene diversas causas. Las más comunes se relacionan con la falta de acceso a alimentos; en el caso de la obesidad y sobrepeso se trata de acceso a alimentos de baja calidad como los ultraprocesados o con exceso de azucares, que contienen calorías vacías.
Asimismo, influyen otros factores como el acceso a agua segura para el consumo y que permita buenas prácticas de higiene en las comunidades. Las normas sociales también inciden en todas las formas de malnutrición ya que, por ejemplo, determinan la nutrición de la madre, las prácticas de apoyo a la lactancia materna, la introducción de alimentos complementarios luego de los seis meses de vida, la ración que se le da a un niño o niña en la casa, así como las creencias que afectan la educación nutricional de los hogares y las escuelas, y justifican hábitos no saludables.
Desde Naciones Unidas se promueve la seguridad alimentaria como el derecho que tienen todas las personas a acceder a suficiente alimento, seguro y nutritivo, para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias. Asimismo, como parte de las estrategias para prevenir la malnutrición en cualquiera de sus formas, UNICEF promueve la lactancia materna, que es el mejor alimento que pueden recibir los niños y niñas desde su nacimiento y de manera exclusiva hasta los seis meses, y complementaria hasta los dos años, no solo por su valioso aporte nutricional, sino porque ayuda a evitar enfermedades inmunoprevenibles y fortalece el vínculo entre la mamá y el bebé.
Solución
Según la Convención de los Derechos del Niño, todos los niños y niñas tienen derecho a tener acceso a la mejor alimentación posible garantizada por su entorno: padres, familia, escuela y comunidad. En el área de nutrición, UNICEF trabaja en el marco de la Estrategia global de nutrición 2020 – 2030, que tiene como propósito estratégico ayudar a gobiernos nacionales e instituciones a defender el derecho de los niños y niñas a la nutrición y poner fin a todas las formas de la malnutrición infantil.
Desde UNICEF buscamos proteger y promover una alimentación adecuada, servicios y prácticas que sustenten una buena nutrición para un crecimiento y desarrollo óptimos de todos los niños, niñas y adolescentes. También procuramos contribuir al objetivo de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, para garantizar que niños y niñas puedan acceder a una alimentación nutritiva y se ponga fin a todas las formas de malnutrición infantil.
Desde UNICEF acompañamos al gobierno, instituciones y comunidad para prevenir y atender todas las formas de malnutrición y proporcionamos asistencia técnica para fortalecer los sistemas que realizan el diagnóstico, tratamiento y prevención de la malnutrición a través de los servicios de salud. Este abordaje se realiza desde varios sectores como agua, saneamiento e higiene, educación y protección, incluyendo acciones con familias y comunidades.
Las acciones de UNICEF en el área de nutrición se enmarcan en:
- Promoción de la salud: con estilos de vida saludables para prevenir las enfermedades generadas por el sobrepeso y la obesidad, sobre todo en familias y comunidades. También realizamos campañas de comunicación para transformar entornos obesogénicos y fomentar hábitos saludables en niños y niñas que viven en áreas urbanas, como Me pongo la 10 y Nutrir la vida. Realizamos intervenciones en salud pública relacionadas con normativa, legislación y atención a los sistemas, por ejemplo, las relacionadas con la regulación de la publicidad de alimentos y la promoción del etiquetado nutricional.
- Prevención: con estrategias como Seres de Cuidado, que fortalece a las familias y a las comunidades en prácticas clave para una adecuada nutrición, como la lactancia materna. Buscamos que la mamá gestante tenga acceso a una alimentación de calidad que favorezca el desarrollo y crecimiento de su bebé. También acompañamos a los servicios de salud para fortalecer la prevención de la malnutrición en la población gestante, recién nacidos y bebés hasta los dos años, para garantizar que tengan todos los nutrientes necesarios para un desarrollo óptimo.
- Incidencia: realizamos labores de abogacía para que la lactancia materna sea exclusiva en todos los bebés de 0 a 6 meses y después de esta edad la alimentación complementaria sea adecuada, variada y con los requerimientos nutricionales necesarios para el desarrollo infantil temprano. Promovemos la práctica de la lactancia materna con consejerías comunitarias y en el entorno laboral, lo que permite que las mamás puedan asegurar la continuidad de su lactancia en sus trabajos.
- Fortalecimiento de los servicios de salud: para UNICEF, la desnutrición es una emergencia. Por ello, trabaja para fortalecer a los servicios de salud en el diagnóstico de la desnutrición, así como para contribuir a definir lineamientos para atenderla, tanto con asesoría técnica como con el suministro de alimentos terapéuticos, equipos e infraestructura según el caso.