Tu guía para el tercer trimestre
Consejos para las semanas 29 a 40 de tu embarazo
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¡Felicidades, has llegado a la recta final! Pronto le darás la bienvenida al hermoso nuevo integrante de la familia.
Es posible que te sientas más cansada e incómoda en estas últimas semanas, ¡pero tienes muchos motivos para estar emocionada!

¿Cómo te sientes?
Algunas de las molestias que tuviste en tu segundo trimestre continuarán. Además, a muchas mujeres les cuesta respirar y notan que tienen que ir al baño con más frecuencia. Esto se debe a que el bebé está creciendo y ejerce más presión sobre tus órganos. No te preocupes, tu bebé está bien y estos problemas disminuirán una vez que des a luz.
Síntomas comunes
Si bien no hay dos embarazos iguales, estos son algunos de los síntomas que puedes experimentar durante el tercer trimestre:
- Reflujo gástrico (acidez estomacal)
- Hemorroides
- Dificultad para respirar
- Sensibilidad en los senos
- Ombligo protuberante
- Dificultad para dormir
- Hinchazón en los dedos, la cara y los tobillos
Cuida de ti misma
Debido a que tu bebé está llegando a término, es posible que te sientas más incómoda en el tercer trimestre que durante el segundo. Para controlar algunas de las molestias, ensaya algunos de los consejos que encuentras a continuación, después de haber consultado con tu prestador de servicios de salud. Recuerda, tus elecciones siempre deben estar basadas en tus preferencias y en lo que está disponible.
- Para la acidez estomacal, pídele consejo a tu prestador de servicios de salud sobre los cambios que pueden resultar útiles en la dieta y el estilo de vida. Si esto no ayuda, puedes usar antiácidos para manejar los síntomas molestos.
- Si tienes dificultades para dormir, intenta usar una almohada para apoyar todo el cuerpo o solo las áreas específicas que lo necesiten, así te ayudas a aliviar la tensión mientras descansas.
Los alimentos saludables y el ejercicio regular son clave para el segundo trimestre y durante todo el embarazo. Continúa con tu rutina regular de ejercicios, pero no te agotes. Como regla general, deberías poder mantener una conversación mientras haces ejercicio. Consulta siempre a tu prestador de servicios de salud acerca del ejercicio que puedes practicar durante el embarazo. Continúa comiendo variedad de alimentos para asegurarte de obtener la energía, las proteínas, las vitaminas y los minerales adecuados.
Consulta lo qué puedes comer durante el embarazo
Braxton Hicks (falsas contracciones)
Durante el tercer trimestre también experimentarás contracciones, que pueden ser una señal de trabajo de parto real o falsa. Los dolores del “trabajo de parto falso” se denominan dolores de Braxton Hicks y son la forma en que tu cuerpo te prepara para el parto real. Puedes sentirlos similares a los cólicos menstruales o como una tensión en el abdomen.
No existe un tratamiento médico para los Braxton Hicks, pero estas son algunas cosas que puedes hacer para aliviar la incomodidad:
- Tomar agua
- Cambiar de posición (si estás acostada, intenta salir a caminar y viceversa)
- Relajarte tomando una siesta, leyendo un libro o escuchando música suave
Si aún así no disminuye el dolor y notas que tus contracciones se vuelven más frecuentes o intensas, comunícate con tu prestador de servicios de salud.
El inicio del trabajo de parto
La mayoría de las mujeres dan a luz entre las semanas 38 y 41 del embarazo, aunque no hay forma de saber el momento exacto en el que entrarás en trabajo de parto.
Cuando comienza el trabajo de parto, el cuello uterino se dilata y los músculos del útero comienzan a contraerse a intervalos regulares que se tornarán más frecuentes con el tiempo. Las contracciones se sentirán similares a los cólicos menstruales, pero más intensas. A medida que tu útero se contrae, puedes sentir dolor en la espalda o la pelvis y percibir que el abdomen se endure. Cuando tu útero se relaje, tu abdomen se volverá a sentir suave.
Además de las contracciones, otras señales de que el trabajo de parto está comenzando, incluyen:
- Aligeramiento (sensación de que el feto ha descendido)
- Pérdida del tapón mucoso (notarás un aumento en la secreción transparente o rosada)
- Rompimiento de la fuente (ruptura de membranas)
Es importante que tengas en cuenta que es posible que no notes algunos de estos cambios antes de que comience el trabajo de parto. Si crees que estás en trabajo de parto, comunícate con tu prestador de servicios de salud.

¿Cómo está creciendo tu bebé?
Durante esta etapa final de desarrollo, tu bebé se está preparando para salir del útero. Entre el comienzo del tercer trimestre y el nacimiento:
- Los ojos pueden percibir los cambios en la luz
- La cabeza puede tener algo de pelo
- Puede patear, agarrar y estirarse
- Las extremidades comienzan a verse gorditas
- Los huesos se endurecen
- El sistema circulatorio está completo
- El sistema musculoesquelético está completo
- Se desarrollan los pulmones, el cerebro y el sistema nervioso
- Continúa almacenando grasa
El crecimiento fetal puede variar significativamente por diversas razones, pero es común que al comienzo del tercer trimestre, tu bebé llegue a medir alrededor de 35 cm (4 pulgadas) y pesar de 1 a 2 kg (2 a 4 libras). Cuando des a luz, tu recién nacido medirá entre 46 y 51 cm (18 y 20 pulgadas) y pesará un poco más de 3 kg (7 libras) [Cifras de la Clínica Cleveland]. Para conocer información específica en tu país, consulta con el ministerio de salud nacional.
¿Cuándo debo reunirme con mi prestador de servicios de salud?
Durante tu tercer trimestre, debes tener cinco citas con tu prestador de servicios de salud: a las semanas 30, 34, 36, 38 y 40. Para conocer las recomendaciones específicas en tu país, consulta con el ministerio de salud nacional o con tu prestador de servicios de salud.

Aspectos que debes tener en cuenta
Si bien todas las mujeres experimentan el embarazo de manera diferente, debes hablar con tu prestador de servicios de salud si experimentas:
- Sangrado abundante
- Dolores de cabeza con manchas o luces intermitentes que no desaparecen
- Hinchazón repentina o extrema
- Disminución del movimiento fetal (tu bebé debería moverse todos los días)
- Has roto fuente y no tienes contracciones
- Dolor constante entre contracciones