Emergencia por COVID-19
UNICEF trabaja para mejorar la vida de niños y niñas.

El mundo enfrenta la actual emergencia sanitaria por COVID-19 que ha impactado a toda la población mundial dejando millones de contagiados y causando miles de muertes, para el caso de Colombia y según cifras del Instituto Nacional de Salud, la pandemia ha dejado más de 100.000 casos confirmados y más de 3000 muertes. La pandemia de COVID-19 es una emergencia de salud que se propaga rápidamente afectando a un número creciente de personas, en especial en aquellas zonas que enfrentan necesidades humanitarias anteriores a COVID-19.
Esta emergencia se superpone a la múltiple afectación que enfrenta Colombia, impactando en unos territorios más que en otros, derivadas de los impactos causados por fenómenos naturales como sequias e inundaciones, acciones bélicas por grupos armados al margen de la ley y los movimientos mixtos provenientes del país de Venezuela, siendo Colombia el mayor receptor de ciudadanos venezolanos y colombianos retornados en la Región, con una cifra que asciende al 1.8 millones de personas.
En temas de salud, Colombia disfruta de una buena infraestructura y capacidades en la mayoría de las áreas del país, particularmente en las más densamente pobladas. Sin embargo, existe la preocupación de que los servicios de salud existentes puedan congestionarse y verse saturados si continúa la propagación del virus, restringiendo en acceso a servicios esenciales como: vacunación, control prenatal, crecimiento y desarrollo, salud sexual y reproductiva, entre otros.
Otras afectaciones directas a los niños, niñas y adolescentes son ocasionadas por el cierre de instituciones educativas como unos de los principales entornos protectores, lo que ha limitado la oportunidad de acceder a programas de alimentación escolar y el enfrentar retos de acceso a internet y equipos electrónicos.
Otros grupos de alto riesgo incluyen comunidades étnicas, población en condición de calle, comunidades en áreas rurales con dificultades acceso y personas migrantes con estado irregular.
Niños y niñas que son separados o pierden a sus cuidadores primarios debido a las medidas de aislamiento o reclusión, incrementando los riesgos de negligencia, abandono, violencia y explotación. Ellos también pueden carecer de acceso a tratamiento de salud, y sufrir impactos en su salud mental, psicosociales, y de desnutrición.