Estado Mundial de la Infancia 2004: las niñas, la educación y el desarrollo

La inversión en la educación de las niñas permite asegurar los derechos de los niños y las niñas e impulsar el programa de desarrollo de cualquier país

Derechos de niñas y niños
UNICEF Colombia

Puntos destacados

Estado Mundial de la Infancia 2004 está dedicado a la educación de las niñas y sus vínculos con otras metas para el desarrollo y con la campaña Educación para Todos. La publicación sostiene que la inversión en la educación de las niñas permite asegurar los derechos de los niños y las niñas e impulsar el programa de desarrollo de cualquier país.

Todos los niños y las niñas del mundo tienen derecho a esperar de nosotros que hagamos todo lo posible por asegurar su derecho a una educación. Pero en la mayoría de los países, las niñas se encuentran en una mayor situación de desventaja en lo que atañe a la escolarización. Como indica el Estado Mundial de la Infancia, millones de niñas nunca acuden a la escuela, muchos millones más nunca terminan su educación, y una cantidad todavía mayor no reciben nunca la educación de calidad a la que tienen derecho.

Estos millones de niñas se encuentran marginadas en nuestras sociedades, menos sanas de lo que podrían estarlo, menos capacitadas, con menos posibilidades en sus vidas y menos esperanzas para el futuro. Cuando se convierten en mujeres, están mal preparadas para participar plenamenteen el desarrollo político, social y económico de sus comunidades.

Ellas–y sus hijos a su vez– corren mayores riesgos de sufrir las consecuencias de la pobreza, del VIH/SIDA, de la explotación sexual, de la violencia y del maltrato. Por consiguiente, educar a una niña es educar a toda una familia. Y lo que es verdad para las familias lo es también para las comunidades y, en última instancia, para países enteros. Muchos estudios nos han indicado que no hay ningún instrumento más efectivo para el desarrollo que la educación de las niñas. Ninguna otra política tiene tantas posibilidades de aumentar la productividad económica, reducir la mortalidad de los recién nacidos y la mortalidad derivada de la maternidad, mejorar la nutrición y promover la salud, e incluso contribuir a evitar la propagación del VIH/SIDA.

Ninguna otra política es tan poderosa a la hora de aumentar las posibilidades de educación para la próxima generación. Dos de los Objetivos de Desarrollo para el Milenio –aprobados por todos los países del mundo como un programa para construir un futuro mejor en el siglo XXI– se centran en la educación de las niñas y de los niños por igual. No se trata de metas que es preciso alcanzar por derecho propio; los resultados que consigamos en esta esfera serán fundamentales para alcanzar todos los demás. Solamente si los transformamos en realidad puede que nuestra familia internacional se desarrolle de una manera más firme, más sana, más equitativa y más próspera.

 

Portada estado mundial de la infancia 2004 UNICEF
Autor
UNICEF
Fecha de publicación
Idiomas
Español
Número ISBN
92-806-3792-3

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