¡Cualquier momento es un buen momento para jugar!
Convierte las rutinas diarias en divertidos momentos de juego para el aprendizaje y el desarrollo cerebral
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En los primeros 1000 días de vida (los primeros 3 años), el cerebro de tu hijo o hija se desarrolla más rápidamente que en cualquier otro momento. Y lo más increíble es que antes de que las niñas y los niños pequeños puedan hablar, tú ya puedes ayudar al desarrollo de su cerebro.
¿Cómo? ¡A través de servir y devolver!
Con la ayuda de nuestros amigos de la Fundación LEGO y el Centro para el Niño en Desarrollo de la Universidad de Harvard, te mostraremos cómo interactuar con tu hijo o hija de una manera que le ayude a establecer conexiones importantes y a divertirse en el proceso.
¿Qué es servir y devolver?
Servir y devolver hace referencia a una serie de interacciones de ida y vuelta entre un niño o niña y un padre, madre o cuidador principal, donde el adulto responde con amor y de manera apropiada a los ruidos y gestos de un bebé o niño(a) pequeño(a). Imagínalo como un juego de tenis de mesa: se trata de ir y venir, ¡y divertirse!
La parte más importante es que le demuestres a tu hijo o hija que es importante para ti, y que reacciones a sus necesidades, emociones e intereses, demostrando que le estás prestando atención.
¿Cómo practico ‘servir y devolver’ con mi hijo o hija?
Desarrollar el cerebro de tu bebé no tiene por qué ser complicado y, mejor aún, puede incorporarse a las rutinas y momentos cotidianos. ¡Cualquier momento con tu bebé puede convertirse en una oportunidad lúdica para aprender!
Aquí hay algunas maneras sencillas en las que puedes comenzar a incorporar ‘servir y devolver’ en tus interacciones diarias con tu pequeño(a).
El ‘juego de los nombres'
¡Ponle un poco de diversión a tu rutina matutina! Vestir a tu hijo o hija es una gran oportunidad para ayudarle a hacer conexiones lingüísticas importantes. A medida que observes su interés en la ropa que le pones, menciona el nombre de cada prenda. Por ejemplo, mientras sostienes su camisa, di “¡sí, esta es tu camisa!”. Puedes ir un paso más allá describiéndole detalles al respecto: “¿De qué color es esta camisa? ¡Esta es una camisa azul!”.
¡Diversión a la hora de la comida!
Explora tu cocina junto con tu hijo o hija: está llena de imágenes, colores, formas y olores emocionantes que tu bebé puede explorar. Apoya y fomenta la curiosidad de tu hijo o hija, prestando mucha atención a lo que observa, le interesa y a lo que reacciona. Por ejemplo, si notas que tu bebé mira fijamente un banano, tómalo y acércaselo mientras le enseñas qué es, cómo se siente, de qué color es. Reconocer los intereses de tu bebé lo ayudará a sentirse comprendido(a) y cuidado(a).
Jugar a la hora del baño
Toma algunos juguetes de baño o una pelota y ¡prepárate para jugar! Deja que tu bebé escoja primero el juguete que le llame la atención. Juega un rato con este juguete y cuando tu bebé esté listo(a) para pasar al siguiente juguete, asegúrate de reconocer que se acabó el tiempo con el primer juguete diciendo "¡Ya terminamos!". Las niñas y niños pequeños pueden estar más preparados que los bebés para tomar el liderazgo de ciertos juegos en los que pueden participar los adultos. Establecer conexiones entre los finales y los comienzos, estar en sintonía con lo que llama la atención de tu pequeño(a) y dejar que él o ella tome la iniciativa, hará que se sienta apoyado(a) en su aprendizaje y exploración.
Señala y aprende
Ya sea en el automóvil o en el vecindario, hay muchas cosas para ver cuando toman un paseo. Fíjate en lo que parece interesarle a tu bebé, prestando atención a sus gestos, miradas o sonidos y señala diferentes objetos mientras le explicas a tu bebé de qué se trata: “Oh, ¿ves el pájaro? ¡Ese es un pájaro hermoso!” Esto le demostrará a tu hijo o hija que ambos se preocupan por sus intereses y tendrá interés en explorar el mundo a su alrededor.
Intercambio de comida
Cuando le des un refrigerio a tu bebé, túrnate para alimentarlo(a). Dale un bocado y deja que él o ella tome el siguiente bocado por su cuenta. Incluso si se demora un poco, espera a que tu hijo o hija responda. Turnarse ayuda a desarrollar su confianza y sus habilidades sociales. Este sería un gran juego para bebés de 6 meses en adelante.
Al tomarse el tiempo para crear estas interacciones de ‘servir y devolver’ todos los días, estás ayudando a preparar a tu bebé, sentando las bases para una vida de aprendizaje y resolución de problemas. ¿Quién habría imaginado que construir el cerebro podría ser tan divertido?
Artículo de Mandy Rich, redactora de contenido digital, UNICEF