Compromiso con la infancia para el desarrollo sostenible
Las empresas tienen la responsabilidad de respetar los derechos de los niños y la oportunidad de promoverlos.

Existen muchas formas en que las empresas pueden contribuir a mejorar las condiciones de vida de los niños, niñas y adolescentes. La gestión de empresas competitivas, sostenibles y socialmente responsables puede contemplar acciones en favor de los niños, en distintos ámbitos de su actividad.

Las empresas pueden marcar la diferencia en la protección y garantía de los derechos de los niños, implementando acciones dirigidas a su público interno. Al generar un ambiente respetuoso de la vida familiar, en el que aquellos colaboradores que son madres o padres puedan brindar a sus hijos los cuidados que necesitan, la empresa impacta positivamente en el desarrollo de los niños.

Sean grandes o pequeñas, todas pueden tomar acciones que tengan incidencia en la infancia a lo largo de su cadena de valor, incorporando una postura responsable del cuidado de los niños, niñas y adolescentes en los productos y servicios que producen, comercializan y promocionan, que se puede transmitir a los proveedores y otros grupos de interés.

El apoyo a la comunidad, el cuidado del medio ambiente y la reducción del impacto ambiental son otros ámbitos en los que el sector privado puede actuar en favor de la niñez. Las empresas se reconocen cada vez más como parte de una comunidad a la pueden ayudar y en la que pueden cumplir un papel relevante para su desarrollo.
Infancia y Objetivos de Desarrollo Sostenible
En 2015, Naciones Unidas aprobó la Agenda 2030, un conjunto de objetivos para superar la pobreza, mejorar la calidad de vida y proteger el planeta. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) plantean una serie de metas concretas, que requieren el compromiso de toda la sociedad, para asegurar la prosperidad para todas las personas.
La Agenda 2030 y sus 17 objetivos son una oportunidad para proteger a todos los niños y niñas, sin que nadie se quede atrás. Todas las empresas –sin importar su tamaño o actividad– impactan en la vida de los niños, niñas y adolescentes. Su influencia en el empleo y el desarrollo económico y social del país los convierte en actores fundamentales en la vida de los niños y en el cumplimiento de los ODS. Garantizar el bienestar de la infancia es una condición esencial para cumplir la Agenda 2030.
Para alcanzar los ODS los niños deben ser colocados en el centro de la agenda.
En definitiva, las empresas tienen un enorme potencial para proteger los derechos de los niños, contribuir a su bienestar y el de su familia y así, ser parte de la construcción de una sociedad más justa y sostenible.