7 formas en que empleadores pueden ayudar a padres y madres trabajadores durante la pandemia
En momentos complejos como los que se viven producto del COVID-19, niños, niñas y adolescentes necesitan especial apoyo de sus padres y madres, que, como colaboradores, también necesitan respaldo de sus empleadores.

Las consecuencias de la pandemia del COVID-19 son notorias. Muchos niños, niñas y adolescentes han debido hacer frente a los desafíos de la educación remota o híbrida, a la enfermedad de algunos de sus familiares y la pérdida de ingresos en el hogar, lo que afecta de manera desproporcionada a las familias más vulnerables.
Estas son siete formas en las que los empleadores pueden ayudar a los padres y madres trabajadores a cuidarse a sí mismos, a sus hijos y a sus familias durante el brote de COVID-19:
- Evaluar las actuales políticas del lugar de trabajo y comprobar si verdaderamente ayudan a las familias
¿Proporcionan las políticas actuales suficiente ayuda a las familias? Empezá por identificar las necesidades más acuciantes de los padres y madres trabajadores. Habría que prestar especial atención a los grupos vulnerables, como los trabajadores temporales, los informales, los migrantes, las mujeres embarazadas o lactantes, los trabajadores con discapacidad y aquellos que carecen de acceso a beneficios tales como licencias por enfermedad remuneradas.
- Conceder modalidades de trabajo flexibles
Las modalidades de trabajo flexibles dan a los trabajadores la libertad de decidir cuándo y dónde llevar a cabo sus responsabilidades laborales. Dado que las necesidades de los padres y madres trabajadores pueden ser muy variadas, contar con distintas modalidades de trabajo flexibles les permite cuidar a sus familias. Algunas modalidades de trabajo flexibles son el teletrabajo, comprimir la semana laboral o licencias para que los trabajadores puedan cuidar a familiares enfermos, ancianos o con discapacidad.
- Ofrecer a padres y madres opciones de atención para niños, niñas y adolescentes que sean seguras, accesibles y asequibles
Si las escuelas o centros infantiles están cerrados, las opciones de atención para niños y niñas se vuelven escasas o hasta inexistentes. Algunos adultos se ven obligados a dejarlos bajo poca supervisión, lo cual pone en peligro su seguridad. Los empleadores pueden ayudar a estos padres y madres de diversas formas, como, por ejemplo, con sistemas de remisión de atención para los niños y niñas (en lugares donde la atención para los niños sigue estando disponible y es segura), subsidios y modalidades de trabajo flexibles.
- Promover la higiene adecuada dentro y fuera del lugar de trabajo
Los empleadores pueden proteger a los padres y madres en sus tareas laborales cumpliendo los protocolos establecidos por la autoridad sanitaria para el lugar de trabajo, manteniendo los lugares de trabajo limpios e higiénicos y proporcionando lugares para el lavado de manos con agua corriente y jabón, o bien desinfectantes de manos con alcohol si las instalaciones para lavarse las manos no están disponibles. Las madres trabajadoras deben contar con ayuda para poder seguir amamantando en espacios para la lactancia materna que estén limpios y sean cómodos.
- Proporcionar a los trabajadores directrices para buscar asistencia médica
Los empleadores pueden orientar a los trabajadores que puedan presentar síntomas de COVID-19 a cómo consultar con los servicios médicos más adecuados. Por ejemplo, los empleadores pueden comunicar con claridad las vías de comunicación y los números de teléfono de los distintos prestadores de salud y las líneas de emergencia locales de atención al COVID-19. Además, pueden proporcionar a los trabajadores recomendaciones para que sepan cómo acudir a un profesional sanitario de manera segura.
- Ayudar a los trabajadores y a sus familias a abordar el estrés
Los empleadores deben facilitar asistencia especial a los trabajadores que sientan ansiedad, confusión o miedo durante el brote de COVID-19. Además, pueden apoyar a los padres y madres trabajadores que estén ayudando a sus hijos e hijas a sobrellevar la ansiedad y el miedo. Los empleadores han de asegurarse de que solo se comparta información de fuentes fiables y de que todos los trabajadores tengan acceso a servicios psicosociales. Del mismo modo, deberían conceder a los padres y madres trabajadores el tiempo y los recursos necesarios para consolar y cuidar a sus hijos e hijas. Esto incluye proporcionarles herramientas prácticas que puedan hablar con ellos, jugar y contar con otras formas de estimulación que los niños y niñas necesitan recibir de sus cuidadores.
- Reducir las cargas financieras si los trabajadores o algún miembro de su familia contraen el COVID-19
Reducir las potenciales cargas financieras del brote de COVID-19 para los padres y madres es fundamental. Algunas medidas de apoyo pueden ser la protección del empleo, las licencias por enfermedad remuneradas y las transferencias económicas, como prestaciones económicas por hijos a cargo o subsidios para los gastos en salud. Los grupos vulnerables, como los trabajadores informales y los de bajos ingresos, deberían recibir ayuda específica.
Políticas de conciliación vida familiar-laboral para todos
Es muy importante que los empleadores se aseguren de que las políticas de conciliación vida familiar-laboral se apliquen a todos los trabajadores, independientemente de su género o de su situación laboral (si son trabajadores por contrato o empleados, por ejemplo). La clave está en promover una cultura en la que todos los trabajadores se sientan cómodos utilizando las políticas sin miedo a la discriminación o a las represalias. Para las mujeres, que en muchos lugares asumen más responsabilidades que los hombres en el cuidado de sus hijos e hijas, es necesario tomar medidas que garanticen que no sean penalizadas por sus decisiones. Al adoptar y ampliar políticas de conciliación vida familiar-laboral, los empleadores tienen un papel fundamental para promover el bienestar de los padres y madres trabajadores y de sus hijos e hijas.