Prevención del riesgo social y protección de adolescentes
Es responsabilidad nuestra contribuir a una cultura de paz para la protección de las y los adolescentes
Desafío
Es un desafío importante lograr que adolescentes y jóvenes con dificultades conductuales, egresados de los cursos que ofrece el Centro de Desarrollo de Formación y Desarrollo Juvenil “Juventud”, cuenten con oportunidades para insertarse laboralmente. Por lo tanto, gestionar apoyo de las demás instituciones del Estado e involucrar a empresas privadas es un elemento que puede contribuir a la inserción laboral de jóvenes que han culminado sus carreras técnicas, y con ello evitar que reincidan en situaciones conductuales inapropiadas.
De acuerdo con el Ministerio de Gobernación, la población en el sistema penitenciario en el año 2016 se calculaba en 14 mil 675 reos, de quienes los adolescentes representan cerca de 1.5 por ciento.
Los adolescentes en conflicto con la ley aún carecen de centros especializados contemplados en el Código de la Niñez y Adolescencia. Los Juzgados de Adolescentes dan seguimiento a más de 500 adolescentes anualmente, de quienes el 96 por ciento son varones.
Para el año 2014 la Policía Nacional estimaba que existían cerca de 23 grupos juveniles, compuestos por 406 integrantes en las edades de 13 y 24 años, y cerca de 62 Grupos Adolescentes y Juveniles en Alto Riesgo Social, compuestos por 859 integrantes, la mayoría de ellos varones. La Policía registra que ha insertado en la sociedad a 12 mil 531 adolescentes y jóvenes de ambos sexos, en el período 2002-2016.
Un área de emergente preocupación es la protección en línea. De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad Centroamericana en 2017, el 80 por ciento de estudiantes universitarios (16 años a 19 o más) accede a Internet por medio de sus celulares y 7 de cada 10 lo hace diario. Además, se observa que los usuarios de menor edad (de 16 y 18 años) tienen perfiles de redes sociales más abiertos.
En cuanto a los posibles riesgos asociados al uso del Internet, 1 de cada 4 personas encuestadas manifestó haber sido víctima de ciber-bullying y 1 de cada 2 afirma haber establecido comunicación con extraños que “conocieron” en línea.
Solución
La prioridad de UNICEF es fortalecer las capacidades de las contrapartes para desarrollar estrategias de Comunicación para el Cambio Social y de Comportamientos (C4D), basadas en evidencias para promover la convivencia pacífica, armoniosa, respeto y la protección, con el involucramiento de padres, madres, cuidadores y actores comunitarios. Con el fin de brindar diversas herramientas para promover el diálogo, crianza con ternura y positiva, prevención de la violencia, transformación de roles de género y relaciones desiguales.
La Comunicación para el Cambio social y de Comportamientos se complementa con la estrategia nacional del Gobierno de Nicaragua, al promover un diálogo de dos vías en el que las familias, madres, padres y niñas, niños, adolescentes sean participantes directos en el análisis y solución de sus problemas.
El valor agregado que aporta UNICEF a esta estrategia nacional es la promoción de la adecuación cultural, el desarrollo de metodologías para el trabajo con familias en condiciones de riesgo, identificación de redes locales de referencia, así como el fortalecimiento del Sistema de Alerta Temprana para la Prevención de la Violencia.
UNICEF prioriza aquellas instituciones y estrategias en las que niñas, niños y adolescentes tengan la oportunidad de desarrollar habilidades para la vida y autocuidado teniendo un rol central en sus hogares y comunidades donde se tome en cuenta su opinión y participación. UNICEF impulsa procesos de participación de niñas, niños y adolescentes, liderazgo en la escuela y la comunidad, y el emprendedurismo social.
A través de la abogacía, UNICEF amplía el mensaje sobre la importancia de crear entornos protectores para la prevención de la violencia durante la infancia y la adolescencia. Para ello, la alianza con los medios de comunicación masiva es fundamental para contribuir al cambio de actitudes favorables y cambios de comportamiento.
La innovación es otra herramienta que UNICEF promueve para el desarrollo y la participación de niñas, niños y adolescentes en el ejercicio de su ciudadanía como actores claves de su desarrollo y de su entorno. Con este propósito, se fortalecen alianzas que permitan este tipo de intervenciones como el voluntariado de estudiantes universitarios.