Día internacional de los pueblos indígenas
El 9 de agosto de cada año se conmemora este día para reivindicar los derechos de los pueblos originarios

El 23 de diciembre de 1994, la Asamblea General de Naciones Unidas decidió que cada 9 de agosto se conmemore el Día Internacional de las Pueblos Indígenas. Esta fecha busca poner en evidencia las barreras a las que se enfrentan las comunidades indígenas de todo el mundo: discriminación, difícil acceso a educación y salud, daño del medio ambiente, violaciones de derechos humanos y su lucha por conservar sus costumbres, lengua y tradiciones.
En Colombia, el último Censo de 2018 identificó que 1.905.617 personas informaron pertenecer a 115 pueblos indígenas nativos, lo que representa un 4,4% de la población total del país. Los cuatro pueblos indígenas más numerosos del país (Wayuu, Zenú, Nasa y Pastos) concentran el 58,1% de la población indígena del país.
79% de la población indígena vive en áreas rurales dispersas y tiene dificultades para acceder a servicios básicos dignos. Por ejemplo, en el caso de la electricidad, solo el 66% de los hogares con jefatura indígena reportaron tener este servicio. Una situación similar ocurre con otros servicios como acueducto donde solo el 41,4% de hogares cuentan con éste, alcantarillado el 23%, gas natural el 15,3% e internet tan solo el 6,4%. La brecha con respecto a la media nacional de acceso a estos servicios es enorme y denota la desigualdad que afrontan los hogares indígenas del país a la hora de acceder a sus derechos básicos.
El acceso a la educación también es un gran desafío que vive la población indígena colombiana. Según el Censo de 2018, solo un 17,5% de la población indígena completó la educación media y el 6,7% terminó estudios de educación superior.
Las comunidades indígenas también son víctimas de distintas formas de violencia en el país. De acuerdo con el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), de los 189 líderes sociales asesinados en el 2022, 42 corresponden a líderes indígenas. Asimismo, las comunidades indígenas son especialmente vulnerables a las consecuencias del conflicto armado, en especial el reclutamiento. El Estudio de caracterización de niñez desvinculada del conflicto armado entre 2013 y 2022 , realizado por UNICEF y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), mostró un aumento del reclutamiento de 10% en la participación de niñas, niños y adolescentes de comunidades étnicas, pasando del 13,2% al 23% con respecto un estudio similar realizado en 2012.
En el 2023, la conmemoración se centra en la Juventud Indígena como agentes de cambio para la libre determinación. Temáticas como el medio ambiente, la defensa del territorio, acceso a la educación, respeto a las tradiciones y búsqueda de la igualdad, impulsan a la juventud para seguir en esta lucha y cambiar la narrativa en torno a los pueblos indígenas.
Juventud indígena como agente de cambio
UNICEF ha significado de manera personal una oportunidad de estar más cerca de mis raíces (...) y que pueda construir mi proyecto de vida
Dayana Bisbicus es una joven Awá que vive en el resguardo indígena El Gran Sábalo ubicado en municipio de Barbacoas en Nariño, al sur del país. Para Dayana, el trabajo realizado con UNICEF le ha dado la oportunidad de estar más cerca de sus raíces: “También ha permitido que pueda construir mi proyecto de vida”. Dayana aprendió de empoderamiento y de participación: pudo oír y hacer escuchar su propia voz. Ella estudió Derecho en la Universidad del Cauca para fortalecer las capacidades de más jóvenes como ella para defender y velar por los intereses de su pueblo. Actualmente Dayana es consejera de educación del pueblo Awá y lidera las acciones para promover la educación propia y la pervivencia del pueblo Awá a través de la cultura y el cuidado del territorio
UNICEF trabaja por fortalecer la participación de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes indígenas del país para que muchos más logren sus metas como Dayana. Queremos que todos y todas puedan acceder a las mismas oportunidades y q a servicios básicos de calidad como agua, saneamiento e higiene. También que vivan una niñez protegida, sin miedo, ningún tipo de violencias y que no sean víctimas de vulneraciones de derechos humanos como el reclutamiento.
Además, tenemos varias acciones en distintos frentes. Algunas de estas son:
- En educación realizamos junto al Ministerio de Educación y la Secretaría de Educación de La Guajira la Mochila de herramientas de Etnoeducación, una serie de estrategias de acompañamiento y apoyo dirigida a los etnoeducadores para fortalecer los procesos de aprendizaje en casa de niños, niñas y adolescentes.
- En cambio social y de comportamiento trabajamos con la organización Fuerza de Mujeres Wayuu desde la comunicación propia crear piezas comunicativas para la prevención de la propagación del Covid-19. Con la campaña “La Guajira es tu casa”, desde la comunicación indígena se realizaron mensajes para promover la integración de la población migrante, entregar información relacionada con el Estatuto Temporal de Protección y otros trámites relacionados con migración. El proyecto se realizó durante la época de ola invernal, por lo que también se hicieron piezas de comunicaciones para aumentar percepción de riesgo para tomar medidas durante la ola invernal para evitar la propagación de enfermedades como el dengue y otros virus como la gripa.
- En agua, saneamiento e higiene también se han realizado proyectos de la mano con poblaciones indígenas. Un ejemplo es la población Wayúu que vive en La Guajira, especialmente aquellas comunidades que residen en áreas rurales dispersas, para que puedan acceder a agua segura sin recorrer largas distancias y accedan a opciones de saneamiento adaptadas a su contexto. También se han socializado talleres con mensajes clave sobre hábitos de higiene. Jóvenes como Anahí y María Adelaida lideran procesos de cuidado del agua en el asentamiento Sector La Donación, ubicado en Uribia (La Guajira) y son un ejemplo de participación y empoderamiento con enfoque étnico. De igual forma, Emberas, Amorúas, sikuanis, Wayúus, Barís, Yukpas, Huitotos, Awás y Hitnus, entre otros, ahora cuentan con acceso a agua, saneamiento e higiene en diferentes municipios priorizados gracias a su participación y liderazgo en diferentes programas de UNICEF con enfoque comunitario y étnico.
- En prevención del reclutamiento, trabajamos con la comunidad Awá en Barbacoas, Nariño, los indígenas Nasa en los municipios de Caloto, Santander de Quilichao y Toribío, Cauca, y los Embera en Chocó y los Barí en el Catatumbo, Norte de Santander. Con metodologías como Golombiao y retorno a la alegría, buscamos desde la cosmogonía de cada pueblo indígena que los niños y niñas aprendan sobre sus derechos y tengan presentes otras alternativas que les permitan crear proyectos de vida en su vida adulta lejos del conflicto armado y la violencia.
- Con el ICBF, realizamos el Estudio de caracterización de niñez desvinculada del conflicto armado entre 2013 y 2022, para entender las dinámicas socio-culturales que, de manera sistémica, producen la vinculación de niñas, niños y adolescentes a los grupos armados ilegales.
- En educación en riesgo de minas, trabajamos con el pueblo Bari en Norte de Santander, para promover conductas seguras con niños, niñas y adolescentes y que ellos sean agentes de cambio en su territorio.