¿Cómo criar a niños de 1 a 3 años sin violencia?
¿Qué características tienen los niños y las niñas de esta edad, y cómo se manifiesta la necesidad de poner límites? Conocelo acá.

Los niños y las niñas en esta etapa desarrollan paulatinamente mayor independencia física de madres y padres. Son muchas las habilidades nuevas que van diferenciando esta etapa de la anterior. A partir de los nueve meses, los bebés comienzan a gatear y a pararse, y alrededor del año, a caminar. Durante el segundo año de vida, el lenguaje comienza a aparecer claramente: empiezan a decir sus primeras palabras sueltas, luego frases cortas y también empezarán a nombrarse a sí mismos. Los niños y niñas construyen el significado de la palabra yo, aspecto que revela su primer sentido de independencia de la mamá. Es una etapa en que juegan mucho y ponen su cerebro en funcionamiento de una manera divertida. Disfrutan imitando lo que hacen los demás y juegan con elementos diferentes que estimulan su imaginación.
Es una etapa en que entienden mucho más de lo que pueden expresar en palabras.
Los límites en esta etapa están relacionados principalmente con dos aspectos: la rutina diaria y la seguridad integral de los niños y niñas.
Rutina diaria: Los adultos decidimos el horario para despertarse, comer, bañarse y jugar, así como el lugar donde hacer estas actividades. Por ejemplo, comer en la mesa y no en el dormitorio; o jugar en la sala, pero no en donde se cocina. De esta manera, los niños y niñas aprenden las nociones de tiempo y espacio.
Seguridad integral: Cuando empiezan a caminar, los niños y niñas deambulan de un lado a otro y tocan todo aquello que está a su alcance, especialmente cosas riesgosas para ellos, como parte de su aprendizaje. En estos momentos, algunas maneras de poner límites podrían ser:
- Guardar las cosas que puedan ser riesgosas, como objetos cortantes y líquidos tóxicos, así como tapar los enchufes, etc.
- Hablar con ellos suavemente, con palabras concretas y explicaciones cortas, como: “esto lastima”, “esto duele” o “esto quema”.
Enseñarles a pronunciar las palabras es otra manera de poner límites. Es importante hablarles correctamente, evitando el uso de diminutivos o deformando las palabras.
No nos burlemos de cómo hablan, ni permitamos que nadie lo haga. Burlarse de la mala pronunciación puede hacer que niños y niñas se sientan descalificados y se retraigan.
A esta edad también son frecuentes las rabietas o berrinches. Ocurren en esta edad en la cual los deseos e impulsos son muy fuertes, los niños y las niñas tienen poca experiencia en tolerar las frustraciones y su lenguaje y sus habilidades de expresión y descarga todavía son limitados. Las rabietas o berrinches son un comportamiento normal en el desarrollo. Son más frecuentes e intensas en algunos niños que en otros y empeoran con la fatiga, el apetito o cualquier tipo de malestar.
Encontrá más información sobre cómo son los niños y las niñas a esta edad y cómo poner límites sin violencia en nuestra guía Trato Bien.