Anticonceptivos y sexualidad en el posparto
La comunicación con la pareja es pilar fundamental en momentos en los que el deseo sexual puede bajar.
Luego del parto, suele hablarse de una cuarentena en la que, en los 40 días posteriores al nacimiento, se desaconseja tener relaciones sexuales. Esto se debe a que existe un mayor riesgo de infección por restos de tejidos y sangre que quedan en la cabeza uterina. Sin embargo, no siempre es necesario cumplir con esos 40 días.
Lo cierto es que luego de tres días sin absolutamente nada de sangrado, la mujer puede retomar su vida sexual. Esto no significa que el deseo sexual vuelva. Durante el puerperio y especialmente por la lactancia, suele existir una baja en dicho deseo.
El cansancio, el miedo, y el dolor durante las relaciones sexuales puede hacer bajar las ganas de retomar la vida sexual. A eso se le suma el estado hormonal, especialmente en la lactancia. Durante ese período la hormona prolactina aumenta y genera una caída fisiológica de la vida sexual, incluso en los hombres.
Métodos anticonceptivos en el puerperio
Uno de los mitos más repetidos en torno a la anticoncepción en el puerperio es que una mujer que amamanta no puede quedar embarazada. Si bien es cierto que la hormona prolactina genera que no se ovule, dependerá del nivel de amamantamiento. Por ese motivo, la lactancia no es un mecanismo seguro de anticoncepción y se deben usar métodos que sí lo son.
Los métodos más recomendados para utilizar luego de un embarazo son los de larga duración. Uno de ellos es el DIU, un dispositivo que se coloca en el útero en una consulta médica. También se puede colocar implantes subcutáneos o inyectables, o tomar pastillas anticonceptivas. Siempre se recomiendan, además, los métodos de barrera como el preservativo, tanto masculino como femenino.