Supervivencia y desarrollo infantil
La responsabilidad de garantizar los derechos de las niñas y los niños es una tarea de todos

Desafío
En Nicaragua, la promoción del desarrollo infantil temprano se enmarca dentro de la Política Nacional de Primera Infancia “Amor por los más Chiquitos y Chiquitas”. La política indica que el Estado es el principal garante de los derechos de la primera infancia, con una responsabilidad compartida con las familias, comunidades, municipalidades y sociedad en general.
Las familias son llamadas a asumir su deber de cuidado, protección y estímulo de las niñas y los niños, propiciando ambientes amorosos, saludables y seguros; mientras que el Estado está llamado a impulsar programas que garanticen coberturas de servicios con calidad, fortalezcan la institución familiar y la estimulación temprana como parte esencial para el desarrollo integral de las niñas y los niños.
Nicaragua ha realizado avances significativos en el cumplimiento de los derechos de las niñas y los niños. Sin embargo, persisten desafíos vinculados a lograr coberturas universales y servicios multisectoriales que favorezcan aún más al desarrollo temprano de la niñez.
Si bien las tasas de mortalidad materna e infantil se han reducido, existen brechas entre los diferentes departamentos y municipios del país. De la misma manera, el país enfrenta la doble carga de la “desnutrición” donde el 74 por ciento de los municipios presentan prevalencias mayores al promedio nacional. Se registra un incremento sostenido en los últimos cinco años de la prevalencia de desnutrición aguda con énfasis en la zona urbana del pacifico del país y en niñas y niños menores de 2 años de edad.
La buena nutrición inicia con la lactancia materna. El país con apoyo de UNICEF ha realizado grandes esfuerzos para su promoción y apoyo en las familias y comunidades, de esta manera los indicadores a nivel nacional reflejan un 77.3 por ciento en la primera hora de nacimiento y de 46 por ciento de lactancia materna exclusiva en los primeros 6 meses de vida del bebé.
Las principales barreras que enfrentan niñas, niños y sus familias, sobre todo las más excluidas, son desde el lado de la oferta, el limitado acceso a los servicios de salud por razones geográficas y económicas, las deficiencias en el cumplimiento de los protocolos de atención y las limitadas capacidades de los trabajadores comunitarios para brindar consejería para una adecuada alimentación desde el embarazo.
Desde el lado de la demanda, las embarazadas desconocen las señales de peligro o no acuden oportunamente a los servicios de salud durante el embarazo y en los primeros días después del parto, aunado a la persistencia de normas sociales y patrones culturales inadecuados por razones de género y machismo. Se suma también, la falta de información, actitudes y prácticas alimentarias inapropiadas de las familias y falta de prevención de las parasitosis. Todos estos factores impiden que las niñas y los niños puedan beneficiarse de una nutrición adecuada.
Los servicios para el desarrollo de la primera infancia los brindan tres instituciones: el Ministerio de Salud (Minsa), el Ministerio de Educación (Mined) y el Ministerio de la Familia, Adolescencia y Niñez (Mifan). Por lo tanto, una de las barreras a superar para mejorar los resultados del desarrollo infantil. Se hace necesario la articulación de los servicios y la consejería en prácticas de crianza positivas. Asimismo, trabajar en la búsqueda de datos oportunos y de calidad para la medición del desarrollo infantil temprano.
Adicionalmente, los limitados recursos económicos aparecen como una barrera importante para ampliar la cobertura efectiva en todos los municipios del país hasta lograr la universalización de los servicios para el desarrollo infantil.
Solución
UNICEF Nicaragua contribuye a que las niñas y los niños nicaragüenses, en mayor exclusión, alcancen su pleno desarrollo en su ambiente familiar y comunitario, con acceso inclusivo y equitativo a programas y servicios sociales, aun en situaciones de emergencia.
UNICEF junto con sus socios trabajan para fortalecer las capacidades de gestión y coordinación intersectorial que permite incrementar la cobertura y mejorar la calidad de los servicios que favorecen la supervivencia y el pleno desarrollo de niñas y niños. Además, UNICEF pretende concertar los esfuerzos de los principales actores de los diferentes organismos públicos y privados, nacionales y locales, de la cooperación internacional en una agenda común que atienda la malnutrición en Nicaragua.
Mediante estrategias de Comunicación para el Cambio Social y de Comportamientos (C4D) se estimulan cambios positivos en los comportamientos anclados en la cultura y en normas sociales, para mejorar la salud, alimentación y utilización de servicios, la promoción de comportamientos y prácticas saludables. Esto incluye los patrones de género y nuevas masculinidades, la reducción del estigma asociado a las discapacidades, el cuidado y la protección de la niñez.