Liderazgos juveniles que contribuyen a promover la paz en territorios indígenas de Colombia
Conoce la historia de Yiner Quiguantar Cortés
“Quisiera pensar que los líderes juveniles somos facilitadores de sueños”:
Yiner Quiguantar Cortés, es un joven líder de la comunidad nasa en el departamento del Cauca, en Colombia. Estudia licenciatura artística en la Universidad del Cauca, es líder de la red de juventudes, vocero juvenil y hace parte de diversos espacios de participación y formación liderados por el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), algunos de ellos apoyados por UNICEF, para fomentar el cuidado de la vida y del territorio, proteger a los niños y jóvenes del reclutamiento y contribuir a la construcción de paz desde el arte y la cultura.

“Uno inicia siendo representante del salón, pasa por todos los cargos que tiene el colegio, empieza a asumir retos importantes de servirle a la comunidad y se enamora de la participación”. Yiner en el Cauca, trabaja promoviendo la paz en muchas zonas del departamento y el suroccidente de colombiano, incluyendo su lugar natal: “cuando uno se preocupa por la comunidad, más que líder es un trabajador social”.

El municipio donde Yiner nació está ubicado en el Páramo de las Delicias,. Cuenta que allí habitan muchos pueblos indígenas: Mizak o guambianos, Pastos, Anaconas, Nasas, Tororoes, que conviven al mismo tiempo con comunidades campesinas, en una zona con alta presencia de actores armados y con diferentes afectaciones humanitarias causadas por el conflicto armado: enfrentamientos; reclutamiento, uso y utilización de niños, niñas y adolescentes; asesinatos de líderes indígenas, restricciones a la movilidad, desplazamientos forzados, entre otras.
“Hay gran diversidad de culturas y nos hemos podido encontrar en el fortalecimiento de los procesos comunitarios que nos llevan a repensarnos dentro de nuestras diferencias, en medio del problema que representa para nuestras comunidades el conflicto armado”
Cauca, es uno de los departamentos más afectados por el conflicto armado en Colombia, incluyendo el reclutamiento, uso y explotación de niños y adolescentes, la mayoría de ellos de comunidades indígenas. Allí, el liderazgo y la valentía de las organizaciones indígenas han sido cruciales para prevenir la violencia, preservar las tradiciones y mantener a muchos niños fuera del conflicto
“¿Para qué tener todo si no se respeta la vida?”
En estos lugares donde las comunidades conviven a diario con los temores de las hostilidades y la presencia armada, Yiner cree que el trabajo artístico y participativo con los niños, niñas, adolescentes y jóvenes del territorio puede contribuir a fortalecer el tejido social, a recuperar espacios que se han ido robando la guerra y las desigualdades y a generar procesos en los que la comunidad pueda seguir reclamando sus derechos. “Hay una necesidad urgente de incidir, si no decimos lo que ocurre en los territorios, nadie va a venir a decirlo por nosotros”.
“Tenemos una propuesta muy bonita que avanzamos desde 2018: “Quitémosle los niños y jóvenes a la guerra”, en el marco de este proyecto, apoyado por UNICEF, mostramos otras opciones y oportunidades de vida a los jóvenes.
Desde hace algunos meses, Yiner, a través del apoyo al CRIC, sigue colaborando con UNICEF en el Cauca, para prevenir el reclutamiento y acompañar los procesos de desvinculación de adolescentes y jóvenes, a través de un modelo de reintegración con enfoque étnico que entienda y se adapte a las particularidades culturales y del territorio.
“Hoy los niños tienen sueños y más que nunca los reafirman: se están proyectando a cosas diferentes, sueñan diferente. Todo esto en una apuesta donde la vida digna sea para ellos y donde su reconocimiento se base en el respeto de la vida. Debemos ser facilitadores para que esos sueños se hagan realidad. Por eso quisiera pensar que los líderes juveniles somos facilitadores de sueños”.