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Cómo enseñar a comer sano

Cinco recomendaciones para promover la alimentación saludable en niños y niñas.

UNICEF Uruguay
Niña mira a cámara con morrones verdes y amarillos en la mano
UNICEF/Uruguay/2020/Barreiro
01 Agosto 2023​

Una buena alimentación y nutrición son la base de la salud infantil y aportan beneficios que pueden durar toda la vida. Enseñar a tu hijo o hija a alimentarse saludablemente desde pequeño le ayudará a mantener una relación positiva con la comida hasta bien entrada la edad adulta. Y aunque no lo crea, crear estos hábitos puede ser divertido y saludable, no sólo para su hijo, sino para toda la familia. Presentamos aquí cinco maneras de empezar.

1. Fomentar hábitos positivos

Niños y niñas observan todo lo que los adultos hacen, incluso a la hora de comer. Por eso se puede ser un buen modelo a seguir si se eligen alimentos y bebidas saludables y se participa en actividades físicas divertidas. Que vean alimentos con los nutrientes necesarios en la mesa es un gran ejemplo.  

 

Otra manera es sumarlos a la compra y preparación de las comidas. No solo aprenderán, sino que disfrutarán de ser parte de la creación de lo que luego comerá toda la familia.  

 

Usar las comidas como una oportunidad de que aprendan también es fomentar hábitos saludables: por ejemplo, se pueden buscar los diferentes grupos de alimentos y descubrir juntos los nutrientes y las vitaminas que necesitan las personas.  

2. Mantener una relación sana con la comida

Tener un vínculo sano con la alimentación es clave para llevar una vida lo más saludable posible y para protegerse de enfermedades crónicas no transmisibles como patologías cardíacas o la diabetes. Para estimular esa relación en los más pequeños es recomendable:  

 

  • Ayudarlos a entender si de verdad tienen hambre. Esto les ayudará a estar en sintonía con las necesidades de su cuerpo.
  • Evitar usar la comida como recompensa o castigo. Usar los alimentos de esta manera puede hacer que los niños formen una relación poco saludable con los alimentos. Como recompensa se puede estimular otros hábitos saludables, como un paseo al aire libre. 
  • No prohibir alimentos específicos. Prohibir ciertos alimentos, como los dulces, puede hacer que los deseen aún más.
  • En lugar de decir “no” a los alimentos y bebidas poco saludables, lo mejor es limitar el tamaño de las porciones y crear expectativas de consumirlos con poca frecuencia, no todos los días. 
  • Hablar acerca de por qué ciertos alimentos son mejores que otros. Por ejemplo, si quieren algo dulce, explicarles por qué un alimento integral con azúcares naturales, como una fruta, es una mejor opción que un alimento procesado, como un cereal dulce con azúcar agregada.

     

¡A tener en cuenta! Cuanto más amplia sea la variedad de alimentos que se comen en la infancia, más probable es de adultos se continúen consumiendo.    

3. Deja de lado el "¡limpia tu plato!".

Aunque a priori parecería que obligarles a “limpiar el plato” los ayuda a obtener los nutrientes que necesitan, puede generar el efecto contrario y hacer que no les gusten los alimentos por tener asociaciones negativas con la hora de comer. Si no se logra que hijos e hijas coman verduras, lo mejor es mostrarles como uno sí lo disfruta. También ofrecer pequeñas cantidades de una fruta o verdura con otro alimento saludable que les guste o pidiéndoles que elijan uno nuevo para probarlo juntos. Colocar frutas y verduras en formas divertidas y coloridas ayuda a que se vean atractivas en el plato. Es importante tener en cuenta que lleva tiempo que niños y niñas prueben nuevos alimentos. ¡A no rendirse! 

 

¿Sabías que los niños tienen una capacidad innata para ajustar su ingesta de alimentos según sus necesidades energéticas?

4. Priorizar el control de las porciones

Las porciones demasiado grandes pueden provocar aumento de peso, por lo que es importante enseñar la cantidad de comida que deben tener un plato. Una manera fácil de que lo aprendan es con el uso imágenes. Por ejemplo: se recomienda un puño cerrado para una porción de pasta, arroz o cereales, una porción de carne debe ser tan grande como la palma de la mano de quien la va a comer y la cantidad de grasas como la mantequilla debe limitarse al tamaño de la punta del pulgar.

5. Comenzar el día con un desayuno sano.

Las mañanas pueden ser a las corridas para muchas familias, pero comenzar el día con una comida balanceada ayuda a obtener nutrientes importantes, como el calcio y la fibra, necesarios para el crecimiento y desarrollo de niños y niñas. Se deben tratar de hacer desayunos con ingredientes ricos en nutrientes como yogur natural y fruta fresca en lugar de cereales o pasteles endulzados, que tienden a ser altos en calorías y bajos en nutrientes. Eso también da sensación de saciedad por más tiempo.

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