Guardianes y guardianas de la primera infancia de las niñas y niños de Nicaragua
UNICEF con el apoyo de Kimberly Clark ha fortalecido las capacidades de 13,928 trabajadores de primera línea en educación, protección infantil y discapacidades infantiles

Al llegar al Centro de Desarrollo Infantil (CDI) Niño Jesús de Praga, ubicado en la ciudad de Granada, se escuchan risas, hay algarabía y un llamado fuerte ¡mamá Judith!, ¡mamá Judith!, de niños y niñas mientras corren al encuentro de Judith Aburto, directora del CDI por más de 25 años, para abrazarla e invitarla a que juegue y cante con ellos.
Judith estudió docencia en la década de los 60 y ha dedicado gran parte de su vida al cuido y promoción de la primera infancia. Ella ha visto cómo ha evolucionado el cuido de los bebés en centros de atención públicos y como la importancia de la estimulación temprana ha ganado terreno en la vida de las familias nicaragüenses, gracias a iniciativas impulsada por el Ministerio de la Familia, UNICEF y otras organizaciones.
“Cuando yo estudié docencia lo hice obligada por mi papá, porque yo quería ser doctora, más no sabía que ser maestra se convertiría en la principal satisfacción de mi vida, por no decir lo mejor que yo he aportado a este mundo. En este trabajo me he dado cuenta de que la primera infancia es la base para el desarrollo, antes no se ponía mucha atención a los bebés o tiernos como les decimos, en estos centros sólo se les daba de comer y se les ponía a dormir, desperdiciando este momento en el que ellos son una esponja que absorben toda la información a la que los exponemos”.


Judith, junto a otras seis maestras del CDI que atiende a 130 niños y niñas en los distintos niveles de educación temprana, desde el maternal hasta el preescolar, ha participado de la estrategia de fortalecimiento de capacidades impulsada por UNICEF, el Ministerio de Salud y el Ministerio de la Familia, que tiene como objetivo brindar técnicas a los educadores y educadoras para impulsar la estimulación temprana y el involucramiento activo de madres y padres en este proceso.

“Con la estrategia de cuidados para el Desarrollo y las capacitaciones que nos ha brindado en Ministerio de la Familia (MIFAN) desde hace varios años, se cambió la perspectiva de los CDI, que era únicamente cambiar pañales y dar de comer, porque el niño o la niña no sólo necesita de la pacha o la comidita, necesita también la alimentación de la sabiduría y entonces ahora los proceso de educación son diferentes, ahora el niño y la niña son educados desde que están en la cuna”
Como parte de la estrategia de cuidados para el Desarrollo, UNICEF con el apoyo de Kimberly Clark ha brindado asistencia técnica a la implementación del Programa gubernamental “Amor para los más chiquitos” alcanzado a 13.298 docentes y trabajadores de la salud con capacitaciones para la implementación acciones sobre cuidados del neurodesarrollo en el crecimiento del niño y la niña y la estimulación temprana.
“La estrategia incluye el fortalecimiento de los profesionales de la salud: así como trabajadores de primera línea en educación, protección infantil, discapacidades infantiles, y servicios específicos de desarrollo de la primera infancia, para fortalecer sus capacidades en los aspectos esenciales del cuidado cariñoso. Asegurar la prestación de servicios de calidad para los niños pequeños y sus familias requieren el desarrollo de protocolos y guías sólidos para los proveedores de servicios en todos los sectores y desarrollar sus capacidades”,
Cambio en la percepción de los CDI
Según Salvador Pérez, Analista de atención familiar en el MIFAN, con el programa Amor para los más chiquitos ha empezado a cambiar la percepción sobre los CDI, que antes no eran considerados como un lugar seguro por muchos madres y padres o existía la percepción de que al dejarlos a cuidado de otras personas era una forma de abandono.


“Yo como colaborador de MIFAN he formado parte de los procesos de capacitación y la verdad me ha dado una nueva perspectiva no sólo como profesional, sino también como padre. Yo fui uno de los que decía que no era necesario enviar a mis hijos durante los primeros años a un CDI, pero la realidad es que es el lugar en el que el padre y la madre aprenden técnicas para la estimulación temprana” ,
Con la implementación del programa se ha logrado alcanzar a 80,906 madres y padres con procesos de capacitación y consejerías para la implementación de pautas de crianza positivas.