6 efectos de la pandemia en la salud mental de adolescentes y jóvenes
Confinados en casa, aislados de sus amigos, enfrentándose a la pérdida, niños, niñas y jóvenes se han visto expuestos a grandes riesgos para su salud mental debido al COVID-19.

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COVID-19 ha puesto en riesgo el bienestar de toda una generación. Incluso antes de la pandemia, demasiados niños, niñas y adolescentes llevaban la carga de las enfermedades mentales sin apoyo.
En América Latina y el Caribe, se estima que el 15% de los niños, niñas y adolescentes de entre 10 a 19 años (alrededor de 16 millones) viven con un trastorno mental diagnosticado. Eso es más alto que el promedio mundial de alrededor del 13 por ciento.


Reducir el estigma en torno a las enfermedades de salud mental y garantizar el acceso a servicios de salud de calidad debería ser un derecho de todos los niños, niñas y adolescentes.

Cada día, más de 10 adolescentes mueren por suicidio en América Latina y el Caribe. Eso es casi 4.200 suicidios de jóvenes por año.

Al igual que la salud física, la salud mental es un derecho y debe considerarse como algo positivo: subyace a la capacidad humana de pensar, sentir, aprender, trabajar, construir relaciones significativas y contribuir a las comunidades y al mundo.

Seguir una rutina diaria que incluya ejercicio físico, dormir lo suficiente y comer sano junto con socializar con amigos puede reducir la ansiedad cotidiana durante los momentos difíciles.
A pesar de la creciente conciencia sobre el impacto de las condiciones de salud mental, la inversión limitada en salud mental y el estigma contínuo impiden que niños, niñas y sus cuidadores obtengan ayuda.
Hoy en día, la inversión en salud mental puede reducir las pérdidas marcadas debido a los trastornos mentales entre las y los jóvenes y ayudarlos a convertirse en adultos activamente comprometidos en sus comunidades.


Estado Mundial de la Infancia 2021: En mi mente
Promover, proteger y cuidar la salud mental de la infancia
La pandemia de COVID-19 ha generado preocupaciones sobre la salud mental de una generación de niños y niñas. Pero la pandemia puede representar la punta de un iceberg de salud mental, un iceberg que hemos ignorado durante demasiado tiempo. El Estado Mundial de la Infancia 2021 examina la salud mental de niños, niñas, adolescentes y cuidadores. Se centra en los riesgos y factores protectores en momentos críticos del curso de la vida y profundiza en los determinantes sociales que dan forma a la salud mental y el bienestar.
Hace un llamado para el compromiso, la comunicación y la acción como parte de un enfoque integral para promover una buena salud mental para todos los niños, proteger a los niños vulnerables y cuidar a los niños que enfrentan los mayores desafíos.