La buena salud es independiente de la geografía
Suplementación de micronutrientes para adolescentes
Carchelá es un aislado caserío ubicado en Cobán, donde viven aproximadamente 30 familias. Para llegar a este lugar se deben recorrer cientos de kilómetros en automóvil y luego caminar varias horas a través de los cerros. En este remoto lugar, las niñas y adolescentes recibieron recientemente la visita de un grupo de voluntarios quienes con el apoyo de UNICEF, se encuentran realizando desde el año 2016 charlas y entrega de vitaminas a las jóvenes de distintas localidades del país, con el objetivo de mejorar los índices y hábitos de salud de las mismas.
En Guatemala, el 12% de las adolescentes entre 15 y 19 años tienen anemia, es decir, falta de hierro en la sangre, lo que compromete su salud y desarrollo.
En el eje de la educación, el conocimiento y uso de fuentes suplementarias de nutrición como son las vitaminas y el aprendizaje de hábitos saludables, juegan un papel fundamental en la salud y futuro de los niños y adolescentes, principalmente de las mujeres.
Los habitantes de Carchelá, son extremadamente tímidos, debido probablemente al aislamiento en el que viven. Pocos hablan el español y la comunicación es lenta y compleja. Valoran sin embargo los programas de ayuda como el de la “suplementación de micronutrientes” que están mejorando la salud de sus mujeres jóvenes y por lo mismo, la calidad de vida de todos.
Elvia Zanatoj de 16 años es un poco más extrovertida que el promedio y puede conversar en español. Según sus palabras: “Las vitaminas me ayudarán en la salud, las mujeres deberían tomarlas todos los meses debido a su periodo, por lo que necesitan reforzarse más que los hombres”.
Elvia tiene claro además cuáles son los componentes de las vitaminas recibidas y los beneficios que estos traen. Por ejemplo menciona al ácido fólico, que ayuda a la mejor circulación de la sangre y el sulfato ferroso que sirve para generar energía en las mujeres, sobre todo cuando están con su periodo.
Está probado médicamente que el hierro y el ácido fólico ayudan a las mujeres a mantenerse con energía, les proporciona defensas contra infecciones, mejora su aprendizaje y concentración; en las adolescentes que inician con la menstruación les ayuda a la restitución del hierro perdido mensualmente.
Elvia al igual que sus amigas está muy contenta, ya que la cantidad de vitaminas recibidas le durará 10 meses. También ha escuchado atentamente las charlas de los voluntarios, aprendiendo nuevos hábitos de nutrición que sin duda la ayudarán a tener una mejor salud y calidad de vida.
Para Elvia es muy importante estar fuerte y saludable ya que como dice eso le permitirá en el futuro tener un bebé sano.
El consumo de complejos vitamínicos está relacionado entre otros, a factores económicos y culturales. Por un lado se necesita de un presupuesto extra para poder adquirirlos a la par de la canasta básica de alimentos, pero también, las costumbres de ciertos grupos o comunidades, hace que los consideren muchas veces como un lujo, como algo innecesario o propio de una sociedad de consumo. Las exigencias de la vida actual y las expectativas de vida de las personas están cambiando poco a poco esa percepción, haciendo ver la necesidad de consumir vitaminas a la par de la dieta normal.
Para fortalecer su nutrición y salud UNICEF junto a organizaciones juveniles y en colaboración con entidades gubernamentales, desarrollan un programa para la suplementación de Hierro y Ácido Fólico en adolescentes entre 10 y 19 años de edad, contribuyendo a mejorar su estado nutricional y prevenir la anemia.
Hasta el momento se han entregado 7,450 micronutrientes en 8 municipios.
Cada vez que garantizamos una vida saludable para las niñas y las adolescentes, hay esperanza.