Hacia la erradicación de la poliomielitis
Estamos más cerca que nunca de erradicar la poliomielitis, pero los brotes y los obstáculos aún no han desaparecido
La poliomielitis, la enfermedad viral mortal que llegó a ser la causa principal de la parálisis de una gran cantidad de niños en todo el mundo, está a punto de ser erradicada. Desde 1988, el número de niños con poliomielitis ha disminuido un 99%.
UNICEF ayuda a vacunar contra la enfermedad a más de 400 millones de niños de todo el mundo cada año.
Para eliminar por completo la poliomielitis, cada niño de cada familia debe estar vacunado: sin embargo, miles de niños siguen sin haber recibido la vacuna contra la enfermedad.
Además de las interrupciones de las campañas de vacunación debido a la pandemia de COVID-19, muchos de estos niños viven en zonas aisladas, frágiles y afectadas por conflictos, lo cual hace aún más difícil poder llegar a los niños para proporcionarles vacunas. Además, las poblaciones masivas de migrantes y refugiados, las discrepancias acerca de la calidad de las campañas de vacunación y la desinformación sobre las vacunas son otros factores que dificultan los esfuerzos para erradicar la enfermedad.
Debido al descenso de la cobertura de la inmunización infantil en todo el mundo, se ha producido un aumento de los brotes de poliomielitis y la enfermedad ha resurgido en países que llevaban décadas sin registrar ningún caso. Su propagación a escala mundial es una dura realidad que debe recordarnos que, hasta que no desaparezcan todas las formas de poliomielitis, los niños y niñas de todos los países siguen en peligro.
El mundo está a un paso de erradicar la poliomielitis, pero sigue habiendo grandes obstáculos que convierten esta etapa final en la más difícil.
La respuesta de UNICEF
Como aliado principal de la Iniciativa de Erradicación Mundial de la Poliomielitis (IEMP), UNICEF ayuda a vacunar contra la enfermedad a más de 400 millones de niños de todo el mundo cada año. UNICEF está presente en 190 países y trabaja en algunos de los lugares más difíciles del mundo para llegar a los niños y niñas más desfavorecidos. Por eso, es la organización más indicada para liderar la lucha mundial por la erradicación de la poliomielitis.
Suministro de vacunas
UNICEF gestiona la adquisición y la distribución de más de 1.000 millones de dosis de vacunas de poliomielitis al año, lo que representa más del 50% de las vacunas antipoliomielíticas orales (VPO) del mundo.
Trabajamos con los fabricantes de vacunas para administrar las VPO en nombre de gobiernos nacionales, la IEMP y nuestros programas, a fin de garantizar suministros adecuados y precios competitivos tanto para la inmunización sistemática como para las campañas de vacunación.
UNICEF gestiona la adquisición y la distribución de más de 1.000 millones de dosis de vacunas de poliomielitis cada año.
Aparte de adquirir las vacunas, UNICEF invierte en infraestructuras de la cadena de suministro, como salas de congelación, frigoríficos, cajas frías, porta vacunas y dispositivos de control de la temperatura. Además, formamos a los profesionales de la salud para gestionar la “cadena de frío”, a fin de preservar el buen estado de las vacunas durante el transporte y el almacenamiento. A través del sistema de gestión de vacunas, llevamos un control permanente de los niveles de existencias de VPO que permite garantizar que las vacunas se utilicen antes de su fecha de caducidad y que exista una previsión exacta de las necesidades en materia de vacunación a fin de estar preparados para reponer existencias.
La respuesta a los brotes
Con frecuencia, los brotes de poliomielitis son la consecuencia de unos sistemas de salud deficientes y unos bajos niveles de cobertura vacunal. Cuando se produce un brote, UNICEF emprende campañas de vacunación de alta calidad y desarrolladas a gran escala con el fin de aumentar la inmunidad y detener eficazmente la propagación de la enfermedad. El despliegue de equipos de respuesta rápida sobre el terreno nos permite suministrar y distribuir vacunas contra la poliomielitis y hacer frente a la desinformación sobre las vacunas. Como parte de nuestra acción frente a los brotes de poliomielitis, también trabajamos para obtener el apoyo y el compromiso de los gobiernos y aliados, además de ayudar a los países a planificar sus presupuestos y recursos.
Alianzas comunitarias
Las zonas donde la poliomielitis sigue presente son algunas de las comunidades más marginadas y desatendidas del mundo, que carecen de acceso a servicios esenciales como agua o atención médica. A veces, los únicos servicios que reciben estas comunidades son las campañas específicas de vacunación contra la enfermedad. En algunos casos, esta situación ha generado la desconfianza de las familias y su oposición a las vacunas, lo cual supone una amenaza para la erradicación mundial de la poliomielitis.
A través de las estrategias de cambio social y comportamiento, UNICEF lidera los esfuerzos dirigidos a promover la aceptación y la demanda de la vacuna de la poliomielitis por parte de padres y cuidadores: es el primer paso fundamental para conseguir y mantener una alta cobertura de vacunación contra la enfermedad.
Este proceso sistemático, planificado y basado en pruebas se centra en el diálogo y la participación de la comunidad. Trabajamos con los niños, las familias y las comunidades para fomentar comportamientos saludables, generar confianza en las vacunas y alentar a los padres a vacunar a sus hijos contra la poliomielitis.
Los trabajadores y los voluntarios locales capacitados por UNICEF para la lucha contra la poliomielitis desempeñan un papel fundamental para llegar a las comunidades. Visitan cada hogar de su comunidad respondiendo a preguntas, desmintiendo los rumores contrarios a la vacunación y animando a madres y padres a inmunizar a sus hijos. Además, fomentan la participación y el apoyo de líderes religiosos, dirigentes cívicos y otras personalidades influyentes para promover la vacunación en la comunidad.
Una clave del éxito de las estrategias de cambio social y de comportamiento es la combinación de distintas estrategias de comunicación para adaptarse a las normas socioculturales de la zona. Por ejemplo, en comunidades en las que las normas culturales prohíben a los hombres entrar en los hogares, son las trabajadoras las que llevan la iniciativa para ganarse la confianza de la comunidad y atender a todos los niños.
Para las zonas de alto riesgo de Pakistán y Afganistán, UNICEF lanzó recientemente una iniciativa para integrar los servicios de salud, nutrición, educación y agua, saneamiento e higiene (WASH) en sus campañas de vacunación contra la poliomielitis. Este enfoque demuestra el potencial y la importancia de trabajar conjuntamente con otros sectores y compartir y extraer el máximo provecho de los recursos disponibles en esos programas.