Apoyo a la crianza
Acompañar a cuidadores en la tarea más importante

Progenitores y cuidadores son los principales arquitectos del desarrollo en la primera infancia. Son quienes tienen la capacidad de influir en las experiencias que consolidan el cerebro de sus hijos e hijas y los encaminan hacia un desarrollo saludable.
La crianza –ya sea asumida por la madre, padre, abuelos, hermanos, otros parientes o adultos– consiste en la tarea de proporcionar los cuidados necesarios a lo largo de la infancia para que niños y niñas aprendan a vivir en sociedad, establezcan relaciones, estudien, trabajen y prosperen. En la primera infancia, la crianza ofrece la oportunidad de sentar las bases para el éxito durante el resto de la vida.
En la primera infancia, la crianza ofrece la oportunidad de sentar las bases para el éxito durante el resto de la vida.
A progenitores y cuidadores se les confía la tarea de alimentar los cuerpos en crecimiento y cerebros en desarrollo. Es un trabajo polifacético, urgente y en constante evolución, en el que cada elemento –de una alimentación adecuada y controles de salud al canto y el juego, de los mimos y el fomento de rutinas estables a la protección de los niños contra el daño– es indispensable para que bebés y niñas y niños pequeños no solo sobrevivan, sino que prosperen y alcancen su pleno potencial.
Los actos más sencillos de la crianza tienen un enorme poder, como por ejemplo esos momentos improvisados, entretenidos y cariñosos que cuidadores comparten con sus bebés y niños pequeños. Sean cuales sean las circunstancias de una familia, crecer sintiéndose amado marca una diferencia fundamental para ellos, y les protege de los efectos del estrés y las carencias en general.
Proporcionar cuidados afectivos requiere tiempo, recursos y servicios. Pero muchos progenitores y cuidadores de todo el mundo no pueden disponer de estos elementos esenciales debido a que tienen que hacer frente a la pobreza, privaciones, conflictos y otras crisis; carecen de acceso a servicios de calidad; o no dan abasto a causa de una mala salud mental, el estrés o la tensión que se deriva de conciliar la vida familiar y las responsabilidades laborales.
La pandemia de COVID-19, por su parte, ha obligado a progenitores y cuidadores a asumir mayores responsabilidades en la primera línea de la lucha contra la pandemia. Los cierres de las escuelas y sobrecarga en los servicios han aumentado estas responsabilidades –desde la enseñanza en el hogar hasta la gestión de las necesidades de atención de la salud, pasando por la necesidad de conciliar el trabajo con una mayor dedicación al cuidado de niños y niñas–, al mismo tiempo que han sufrido la pérdida de una serie de apoyos fundamentales.
Progenitores y cuidadores de las comunidades más vulnerables y quienes viven en contextos humanitarios son los que soportan las mayores cargas, y muchos se sienten abrumados y solos.
La crianza es un trabajo demasiado complejo para que quienes juegan el rol de progenitores y cuidadores tengan que hacerlo solos. Necesitan apoyo para dar a sus hijos el mejor comienzo posible en la vida.
La respuesta de UNICEF
UNICEF se esfuerza por ser un aliado de confianza para progenitores y cuidadores de todo el mundo y apoyarlos en su tarea más importante: la crianza.
El fortalecimiento de los servicios integrados para el desarrollo en la primera infancia forma parte clave de este apoyo. Trabajamos con gobiernos, empresas, la sociedad civil, el mundo académico y otros aliados para promover el acceso de progenitores y cuidadores a los servicios de desarrollo en la primera infancia, y para ayudar a fomentar la capacidad de los proveedores de servicios que los apoyan.
Estas intervenciones basadas en pruebas empíricas ayudan a los cuidadores de dos maneras fundamentales:
1. Dotándoles de habilidades necesarias para que puedan proporcionar un cuidado enriquecedor.
2. Reforzando su propia salud mental y bienestar emocional.
Cuando los cuidadores reciben el apoyo y obtienen los conocimientos necesarios para afrontar el estrés y gestionar su salud mental, se sienten más capaces de cuidar de sus hijos e hijas.
Los recursos para la crianza y los programas de desarrollo en la primera infancia de UNICEF tienen como objetivo capacitar a los cuidadores para que den a sus hijos el mejor comienzo en la vida, proporcionándoles conocimientos sobre las necesidades de los bebés y los niños pequeños y cuál es la mejor manera de satisfacerlas. Trabajamos en todo el mundo para concienciar y capacitar a los progenitores y a las comunidades, fomentar una demanda de servicios centrados en el desarrollo infantil y difundir las opiniones de los progenitores.
Nuestros programas de crianza tienen en cuenta las necesidades particulares de niños y niñas con discapacidad, porque la intervención durante la primera infancia resulta clave para identificar, prevenir y gestionar las discapacidades. Y como la identidad de género de los niños se forma en la primera infancia –cuando las normas de desigualdad de género pueden empezar a limitar sus trayectorias vitales–, incorporamos a nuestros programas desde el principio una socialización de género positiva y normas que promuevan la igualdad de género.
Con el fin de que los progenitores y los cuidadores puedan satisfacer las necesidades de sus hijos al mismo tiempo que se ganan la vida, UNICEF trabaja con gobiernos, empresas y la sociedad civil para mejorar los entornos que facilitan el desarrollo en la primera infancia, entre otras cosas mediante políticas favorables a la familia. Estas iniciativas incluyen la licencia parental remunerada, para madres y padres; el apoyo a la lactancia materna; la creación de guarderías asequibles, accesibles y de alta calidad; prestaciones por hijos; y salarios adecuados. Los datos demuestran que estas políticas contribuyen a que los niños prosperen y las familias sean más felices, así como a la igualdad de género, la productividad de la mano de obra y el crecimiento económico sostenible.