Vacuna a los niños y niñas para mantenerlos más protegidos
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Según datos de la Organización Mundial de la Salud y de UNICEF, la pandemia de COVID-19 ha causado un importante retroceso en la vacunación infantil en todo el mundo, generando que, en 2020, alrededor de 23 millones de niños y niñas no recibieran las vacunas básicas; 3,7 millones más que en 2019.
Si cada niño recibe sus vacunas a tiempo, podrían salvarse millones de vidas en el mundo; para contribuir a esta meta, UNICEF, junto con OPS, y en coordinación con las autoridades del país, apoya el programa nacional de inmunización a través de la compra y distribución de vacunas, así como con el fortalecimiento de la cadena de frío para garantizar que las vacunas se conserven a temperaturas correctas.
En Venezuela, UNICEF apoya los esfuerzos del país con la provisión de las vacunas BCG, Polio Inyectable/Polio Oral, Fiebre Amarilla, Toxoide Diftérico-Tetánica, SRP (Sarampión, Rubéola y Parotiditis), y Pentavalente (esta incluye difteria, tosferina, tétano, hepatitis B pediátrica, y Haemophilus Influenza tipo B).
Lo que debes saber sobre las vacunas
Calendario de vacunación en Venezuela


¿Cómo funcionan las vacunas?
Las vacunas ayudan al sistema inmunitario a combatir las infecciones de manera más eficiente, ya que provocan una respuesta inmunitaria a enfermedades específicas. De este modo, si el virus o la bacteria vuelven a invadir el organismo en el futuro, el sistema inmunitario ya estará preparado para combatirlo.
¿Las vacunas son seguras?
Si. Las vacunas son muy seguras. Los niños tienen muchas más probabilidades de sufrir daños a raíz de una enfermedad que podría prevenirse con vacunas, que a causa de la propia vacuna. Todas las vacunas se someten a estrictas pruebas de seguridad, como ensayos clínicos, antes de su aprobación para el uso público. Los países solo registran y distribuyen vacunas que cumplan con unos rigurosos requisitos de seguridad y calidad.
¿Qué enfermedades previenen las vacunas?
Las vacunas protegen a tu hijo contra enfermedades graves como la poliomielitis, que puede causar parálisis; el sarampión, que puede causar edema cerebral y ceguera; y el tétano, que puede provocar dolorosas contracciones musculares y dificultades para comer y respirar, especialmente entre los recién nacidos. Si deseas conocer la lista completa de vacunas y las enfermedades que previenen, consulta esta página.
¿Por qué debería vacunar a mi hijo?
Las vacunas salvan vidas. Se estima que solo las vacunas contra el sarampión evitaron más de 23 millones de muertes en el mundo entre 2000 y 2018.
Las vacunas ayudarán a proteger a los niños y niñas contra enfermedades que pueden ocasionar graves daños o la muerte, sobre todo en personas con sistemas inmunitarios en desarrollo, como los niños.
Es importante vacunar a tu hijo. Si no lo haces, regresarán enfermedades altamente contagiosas como el sarampión, la difteria y la poliomielitis, que ya habían conseguido erradicarse en muchos países.
También es importante tener el calendario de vacunas de los niños al día. Cada vez que retrases una vacuna, estarás aumentando la vulnerabilidad de tu hijo a la enfermedad.
¿Mi bebé puede soportar todas esas vacunas?
Sí. Muchos padres se preocupan de que tal cantidad de vacunas sobrecargue el sistema inmunitario de sus hijos. Sin embargo, los niños se exponen a cientos de gérmenes cada día. De hecho, un resfriado común o un dolor de garganta pueden poner al sistema inmunitario de tu hijo en mayor peligro que las vacunas.
¿Mi bebé puede enfermar por una vacuna?
Las vacunas son extremadamente seguras. Casi cualquier enfermedad o malestar posterior a la vacunación es menor y temporal, como el dolor en la zona de la inyección que desaparecerá en un lapso de 24 a 48 horas o una fiebre leve la cual debe desaparecer en un máximo de 48 horas. Si la fiebre persiste, consulta en el centro de salud más cercano.
Normalmente estos síntomas pueden controlarse con analgésicos después de la administración de la vacuna.
Esas enfermedades no están presentes en mi comunidad. ¿Tengo que vacunar a mi hijo de todos modos?
Sí. Puede que las enfermedades se hayan erradicado en tu país o región, pero vivimos en un mundo cada vez más interconectado en el que las enfermedades pueden propagarse desde zonas en las que siguen presentes.