Mitos y tabúes sobre salud mental y adolescencia
Es importante derribarlos para motivar a los adolescentes a buscar ayuda cuando la necesitan

Derribar mitos sobre salud mental puede ayudar a romper con el estigma que existe detrás y a motivar a que los adolescentes busquen ayuda cuando la necesitan.
Te presentamos los más frecuentes y la realidad detrás de cada uno:
La salud mental es “cosa de viejos”.
REALIDAD
Es verdad que los adolescentes suelen tener cambios de humor, pero eso no significa que no puedan tener problemas de salud mental. De hecho, el 14% de los adolescentes del mundo los experimentan. A nivel mundial, entre las personas de 10 a 15 años, el suicidio es la quinta causa de muerte y para los adolescentes de 15 a 19 años es la cuarta causa más común. La mitad de todas las condiciones de salud mental comienza a los 14 años.
Una condición de salud mental es un signo de debilidad.
REALIDAD
La falta de voluntad no tiene nada que ver con un problema de salud mental. No es algo que se elige o deja de elegir. Por el contrario, reconocer que se está ante esa situación y buscar ayuda son signos de fuerza, no de debilidad.
Cuidar la salud mental “es para los locos".
REALIDAD
Promover el bienestar y mejorar la salud mental es beneficioso para todos. Es lo mismo que sucede cuando decidimos seguir hábitos saludables para cuidar nuestra salud física.
Los adolescentes que sacan buenas notas y tienen muchos amigos no tendrán problemas de salud mental porque no tienen nada por lo que estar deprimidos.
REALIDAD
La depresión puede afectar a cualquier persona, independientemente de su nivel socioeconómico o de lo buena que parezca su vida a primera vista. Es una condición de salud mental común que resulta de una interacción compleja de factores sociales, psicológicos y biológicos. Los jóvenes a los que les va bien en el liceo pueden sentir la presión de tener éxito, lo que puede causarles ansiedad. También pueden experimentar depresión o ansiedad sin ningún motivo que pueda identificarse fácilmente.
Quienes presentan alguna condición de salud mental son menos inteligentes.
REALIDAD
La salud mental no tiene nada que ver con la inteligencia, al igual que como sucede con la salud física. Tampoco está vinculada al nivel socioeconómico.
No existe la prevención de problemas de salud mental.
REALIDAD
Muchos factores pueden proteger a los adolescentes de desarrollar problemas de salud mental, desde trabajar en el desarrollo de habilidades emocionales, la profundización de la autonomía y el conocimiento de si, hasta la búsqueda de apoyo y ayuda. La prevención incluye también colaborar para fortalecer sus relaciones familiares y sociales, así como el vínculo con pares, que participen de ambientes educativos positivos e incluso estimularlos a tener hábitos de sueño saludables.
Problemas en la crianza derivan en condiciones de salud mental en adolescentes.
REALIDAD
Factores como sociales como la pobreza y el desempleo, la exposición a situaciones de violencia, la carencia de soportes psico-sociales, la escasa autonomía e intimidad, y otras circunstancias, pueden afectar el bienestar y la salud mental de los adolescentes, sus responsables y la relación entre ellos. De todos modos, los adolescentes que viven en hogares rodeados de afecto y contención también pueden experimentar problemas de salud mental. En cualquier caso, el apoyo de sus padres o cuidadores es fundamental para ayudarlos a elaborar y superar esa situación que puedan estar experimentando.
¿Y sobre la adolescencia en general?
La adolescencia por sí sola también suele estar rodeada de mitos. Aquí tres de ellos.
“Son las hormonas”.
REALIDAD
Es cierto que las hormonas aumentan durante esta fase pero no son las que determinan lo que pasa en la adolescencia. La forma de comportarse de los adolescentes es el resultado de cambios en el desarrollo de su cerebro.
La adolescencia es un período de inmadurez en donde los jóvenes tienen simplemente que madurar.
REALIDAD
La adolescencia no es algo que debemos padecer, o a lo que debemos sobrevivir. Ser adolescente puede resultar difícil y a muchas veces complejo de comprender, pero no deben limitarse a sobrevivir la adolescencia. De hecho, esta etapa de sus vidas es fundamental y necesaria para su desarrollo.
El crecimiento durante la adolescencia requiere pasar de la dependencia de las personas adultas a una total independencia de ellos.
REALIDAD
Si bien es cierto que existe un impulso natural y necesario para independizarse del mundo adulto, los adolescentes seguirán necesitando de esta relación.