Xô Zika! Los niños en primera línea contra vectores del virus del Zika en Campina Grande, Brasil

Mientras en Campina Grande se trataba de encontrar el modo de detener la proliferación del mosquito Aedes aegypti, el principal vector del virus, fue en las escuelas donde se encontró la respuesta

Por Kent Page
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18 Agosto 2016

CAMPINA GRANDE, Estado de Paraíba, Brasil, 18 de agosto de 2016 – “Le dije que creía que tenía una posible solución”, dice Iolanda Barbosa, Secretaria de Educación en Campina Grande, la capital del estado de Paraíba, al noreste del Brasil.

Campina Grande se enfrentaba al desafío urgente de controlar la proliferación del Aedes aegypti, un mosquito que infecta a las personas con el virus del Zika y con otras enfermedades como el dengue, el chikunguña y la fiebre amarilla. La mano de obra era limitada; los presupuestos, ajustados, y no había tiempo que perder. ¿Cómo podrían atender a 100.000 familias de la ciudad para informarles rápidamente de todo lo que necesitaban saber para combatir la propagación del mosquito?

“Tenemos 20.000 estudiantes distribuidos en las 120 escuelas municipales de Campina Grande”, prosigue Barbosa. “Necesitábamos enseñarles a prevenir la propagación de los mosquitos y evitar el contagio del virus del Zika y del dengue, así como a reconocer los síntomas de estas enfermedades. Pensamos que ellos mismos podrían encargarse de un servicio importante para la comunidad”. Si cada estudiante visitaba tan solo cinco casas de su vecindario, podrían atender a las 100.000 familias rápidamente.
  

Lecciones sobre prevención

Prevenir la propagación del mosquito Aedes aegypti y evitar sus picaduras tiene tanta importancia en Campina Grande que, en la actualidad, forma parte del programa de estudios de la escuela.

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Vestida de negro como un mosquito, con un gran aguijón plateado cubriéndole la cara, Monique, de 4 años y su amigo Rian, de 4 años y vestido de agente de la salud, posan tras representar una escena delante de más de 100 estudiantes en su escuela de Campina Grande, en el estado de Paraíba, Brasil. Las asambleas semanales y las clases para la prevención del virus del Zika son fundamentales para prevenir la reproducción y propagación del mosquito Aedes aegypti en la zona.

“En clase de música, los niños aprenden canciones tradicionales brasileñas con letras adaptadas para explicar los peligros que entrañan los mosquitos”, explica Ana Maria Pereira da Silva, directora de la escuela municipal Maria das Vitórias, en el barrio empobrecido de Bairro das Cidades, a las afueras de Campina Grande. “En clase de ciencias, aprenden a fabricar un repelente para mosquitos tradicional y económico hecho con limón, alcohol, clavo y aceite. En clase de arte, dibujan y colorean mosquitos y los modos de prevenir que se reproduzcan”.

Las clases ya comenzaron, al igual que las asambleas escolares semanales en las que agentes locales de la salud y médicos hablan con los niños sobre el peligro de los mosquitos. Además, los niños representan escenas en los que algunos se disfrazan de mosquitos y otros de agentes de la salud y cantan canciones, ven vídeos y responden a cuestionarios sobre cómo prevenir la reproducción de los mosquitos y sus picaduras.

Monique, de siete años, está disfrazada de mosquito: va vestida de negro, lleva unas alas en la espalda y un gran aguijón plateado cubriéndole la cara. Acaba de representar un sketch delante de unos 100 estudiantes en la asamblea general semanal. “Xô Zika!”, grita, y después lo traduce como “¡Piérdete, Zika!”
  

Difundir el mensaje para erradicar el virus

Llamar a las puertas de los vecinos no solo es una tarea comunitaria importante, sino también una excelente experiencia de aprendizaje para los niños. Para ellos, les ofrece la oportunidad de enseñar a los adultos del vecindario y a sus padres y los miembros de su familia todo lo que han aprendido en la escuela.

Hoy, acompañados por un varón adulto, cuatro de los niños están visitando casas cercanas a su escuela. Llevan panfletos y pegatinas informativas y exclaman “Ola!” delante de la puerta de una de las casitas. La señora Edinália Pereira sale a la puerta y sonríe al ver a los niños.

“¿Podemos explicarle cómo prevenir la reproducción de mosquitos en su hogar?”, pregunta Miguel, de 11 años. “También nos gustaría entrar para comprobar si está haciendo todo lo necesario para poder mantener al Aedes aegypti lejos de nuestro vecindario”.

“Sí, por supuesto”, responde Edinália. “¿Qué es lo que necesito saber?”

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En el programa escolar en Campina Grande se están integrando distintos métodos para prevenir el virus del Zika, como carteles, teatros, canciones y cuestionarios. Además, los niños representan papeles fundamentales en la movilización social para la lucha contra los vectores, pues contribuyen a compartir información sobre la prevención del Zika por las casas de la ciudad.

“Debemos librarnos de todos los mosquitos porque portan enfermedades peligrosas como el Zika y el dengue que nos hacen enfermar”, sostiene Maria Eduarda, de 10 años. La niña continúa explicando que los mosquitos se reproducen en agua encharcada y que hay formas sencillas de detenerlos. “Hay que procurar tirar toda la basura, mantener la casa muy limpia y asegurarse de tener botellas de agua vacías y colocadas boca abajo; además, si hay flores o plantas, se debe cubrir con tierra el agua que quede debajo el tiesto”, explica.

“¿Podemos entrar para echar un vistazo rápido?”, pregunta Miguel. “¡No tardaremos nada!”

“Sois bienvenidos en mi casa”, sostiene Edinália, dejando pasar a los niños. “Creo que sirve de gran ayuda que los niños vengan a nuestras casas para explicarnos lo que podemos hacer para prevenir el Zika”, asegura. “He aprendido cosas importantes gracias a ellos y ahora tenemos más cuidado con la basura, los contenedores de agua y el orden de la casa”.

Miguel se dirige a la parte trasera, a una zona pequeña que hay en el exterior de las casas del vecindario donde sabe que hay más posibilidades de que se reproduzcan los mosquitos: se trata de un contenedor azul de plástico lleno de agua a rebosar. “¡Muy bien!”, exclama al verlo. “Manténgalo cubierto. Eso ayuda mucho para que no se reproduzcan. Ahora le daré una de nuestras pegatinas sobre la prevención de mosquitos para que la pegue encima”.

Cuando le preguntan cómo se siente ante el impacto del servicio que realiza para su comunidad, Miguel sonríe y dice: “Me siento bien porque estamos haciendo cosas buenas para nuestro vecindario. Xô Zika!”

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Las últimas estadísticas revelan que los esfuerzos para luchar contra los vectores están dando frutos: el porcentaje de lugares de proliferación de mosquitos hallado en las casas de la ciudad era del 6,3% en abril de 2016, y para julio del mismo año disminuyó al 4,3% según el Ministro de Salud de Campina Grande. Además, en Bairro das Cidades, donde Miguel y Maria Eduarda ayudan, el porcentaje disminuyó del 4,4% de abril de 2016 al 2,7% de julio del mismo año.

Campina Grande es una de las más de 1.100 ciudades con el sello de aprobación municipal de UNICEF, un método de la oficina de UNICEF en Brasil que ayuda a los gobiernos municipales a garantizar y proporcionar el acceso a los derechos infantiles. En febrero de 2016, UNICEF invitó a los municipios a obtener un “punto extra” en el sello realizando actividades destinadas a erradicar la proliferación del Aedes aegypti. Campina Grande no solo llevó a cabo las actividades, sino que las convirtió en leyes municipales que ahora forman parte de la agenda diaria de la ciudad.