Brenda tiene su propia voz contra el acoso y la violencia

Más de 80% de cubanos perciben la existencia de la violencia contra la mujer en Cuba. Brenda, una adolescente de la provincia de Granma se declara contra cualquier tipo de violencia y nos cuenta nos cuenta su experiencia

Yerisleydys Menéndez García
Más de 80% de cubanos perciben la existencia de la violencia contra la mujer en Cuba. Brenda, una adolescente de la provincia de Granma se declara contra cualquier tipo de violencia y nos cuenta nos cuenta su experiencia
Cortesía de la familia
10 Febrero 2021

Brenda es una adolescente de 15 años de la provincia Granma. Junto a otros 9 adolescentes estudiantes de Escuelas de Oficios en la Habana y del proyecto “Creación de entornos protectores para la niñez y la adolescencia, desde la cultura” de su provincia compartieron el Taller online: Tengo mi propia voz contra el acoso y la violencia.

Este taller, organizado de conjunto por UNICEF y la campaña cubana contra la violencia de género y el acoso, Evoluciona, se propuso como objetivos generar una visión crítica sobre la recepción y producción de materiales de comunicación y empoderar a los adolescentes como sujetos que narran sus propias historias. Tengo mi propia voz… contó con cinco sesiones. Desde su inicio los propios adolescentes establecieron los horarios más factibles y las mejores formas de organizarse.  

Yo creo que existe violencia pues hay personas que no quieren entender a los demás y actúan de forma agresiva” explica Brenda cuando se presenta ante los demás y lleva razón.  La Encuesta Nacional sobre igualdad de Género (2016) evidenció que el 81,9 % de los encuestados percibe que existe violencia contra la mujer en Cuba. El 39,6 % de las mujeres encuestadas y el 43 % de los hombres siguen valorando la violencia entre los miembros de la pareja como un asunto íntimo.  El 26,7 % de las mujeres de 15 a 74 años ha sido víctima de alguna de las manifestaciones de violencia en su relación de pareja en los últimos 12 meses. El 48% de los hombres piensa que “las mujeres deben siempre complacer sexualmente a su pareja” y el 34% de las mujeres les debe pedir permiso para trabajar, estudiar, hacer gastos o salir solas.

 “Los que más sufren con la violencia y el acoso son los niños y niñas y las mujeres porque la sociedad piensa que somos débiles y no nos podemos defender”, comenta cuando le preguntan qué es lo que más le preocupa sobre la violencia.

Brenda tiene su propia voz contra el acoso y la violencia
Cortesía de la familia

Le pido permiso para hacerle una entrevista y ella asiente: “nadie debe soportar la violencia ni física ni psicológica, debemos aprovechar cada espacio para expresarnos en contra”.

¿Qué crees que es necesario para que niños, niñas y adolescentes sean felices en un mundo sin violencias?

“Depende mucho de los padres”, considera. “Debemos llevarnos bien entre todos. Los padres deben enseñar a sus hijos a vivir con un objetivo que nos inspire día a día y a denunciar si sufrimos algún maltrato. Necesitamos tener una familia en armonía que nos entienda y respete. Comunicarnos con nuestras voces también es una manera de ser felices, así los demás sabrán lo que queremos”.

¿Entonces crees que la comunicación es muy importante para prevenir la violencia?

“Para mí la comunicación es muy buena ya que entre todos nos ponemos de acuerdo para vivir una vida saludable. Es la mejor forma de dar a conocer nuestra opinión, expresar lo que creemos a otra persona, resolver los conflictos. Yo prefiero comunicarme personalmente o por chat con las personas que están más lejos, pero personalmente con las de más cerca. Hablando se resuelven las cosas los problemas antes del maltrato y la violencia”

¿Cuáles son las diferencias fundamentales entre mujeres y hombres?

“No tenemos muchas diferencias, todos somos seres humanos con sentimientos y aspiraciones, solo el sexo nos diferencia, en todo lo demás tenemos los mismo derechos”, dice convencida. “En algunas ocasiones, el hombre cree que por ser hombre tiene el poder para mandar en la vida de una mujer. En otras, nos subestimamos unos a otros en las cosas que podemos hacer y las que no. Las mujeres maduran más rápido”, sonríe.

De forma general los participantes del taller tenían ideas del impacto negativo de la violencia en la vida de las personas, aunque, en varias ocasiones, se manifestó la marcada presencia de estereotipos de género en sus discursos. No fue el caso de Brenda, quién tiene muy claras las diferencias entre sexo y género y la importancia de que todos contemos con iguales oportunidades.

¿Cuál fue el mayor aprendizaje que te dejó el taller?

El mayor aprendizaje para mí fue entender que hay más de una forma de violencia y que es un crimen. También aprendí que la violencia de género es una mala acción tomada mayormente por los hombres. Ahora sé cómo protegerme y cómo ayudar a un compañero o compañera que necesite protección”. A través de estos talleres podemos aportar nuestro granito de arena y demostrarle al mundo que los jóvenes también podemos ser quienes lleven el cambio a las casas, las escuelas y las comunidades. Cuando trabajamos en grupo, entre nosotros mismos compartimos nuestros aprendizajes, es muy divertido y así todos nos apoyamos y pasamos un buen rato. En talleres como este se puede decir lo que piensas y crees. Escuchamos diferentes opiniones y damos las nuestras, todos podemos reforzar las ideas de todos.

Cuando hables con un amigo o amiga sobre la violencia de género, ¿qué le dirás?

“Le explicaré qué es la violencia y le pediría que trate de nunca ejercerla, porque es muy grave. Le explicaría también que el acoso es un acto de violencia donde el acosador demuestra su interés sexual sobre la persona acosada. Le diría que ambos nos afectan emocionalmente, en muchos casos dejan huellas psicológicas para toda la vida. Siempre se debe aconsejar a la víctima sea tanto familiar, conocida o extraña para que denuncie al agresor”, asegura.

UNICEF sigue trabajando para prevenir la violencia contra niños, niñas y adolescentes en cualquiera de sus manifestaciones, incluida la violencia de género. El Componente programático Cada niño está protegido contra la violencia y la explotación concentra sus esfuerzos en brindar asesoría personalizada, integral y comunitaria a todos los miembros de la familia para una convivencia saludable, afectiva y respetuosa. Tanto en este Ciclo de Cooperación, como en el Plan de Respuesta a la COVID-19, este programa promueve, junto a  madres, padres, cuidadores, niños, niñas y adolescentes, acciones concretas de cambios de comportamiento. Algunas de las más relevantes de este año fueron los talleres virtuales con adolescentes, la campaña online Mídete,  compilación de artículos sobre bienestar psicológico, cuñas radiales y consejería directa en redes sociales.

¿Qué harás diferente a partir de ahora para enfrentar la violencia y el acoso?

“Quiero que mi voz se escuche más fuerte para ayudar a mis familiares y compañeros que sufren violencia desde las experiencias adquiridas en este taller, mediante charlas y conversaciones de grupos”.

“Voy a concientizar a mis amigos sobre la importancia de denunciar siempre que identifiquen acoso o violencia, para que estén preparados y sepan enfrentar este problema”.
Cortesía de la familia

“Voy a concientizar a mis amigos sobre la importancia de denunciar siempre que identifiquen acoso o violencia, para que estén preparados y sepan enfrentar este problema”.

¿Qué crees puedan hacer las y los adolescentes como tú para colaborar en el enfrentamiento a la violencia de género en sus familias, sus escuelas y sus comunidades?

“Los adolescentes podemos hacer una campaña en contra de la violencia y el acoso. Se pudiera llamar Stop al acoso y la violencia contra las mujeres, niñas y niños. Me encantaría participar en algo así”.