Un pequeño escritor de historias fantásticas
Sebastián obtuvo el segundo lugar en el concurso de cuentos con su relato sobre apatridia

SANTIAGO/Chile - Sebastián Muñoz, tiene 13 años, cursa octavo básico y vive en la ciudad de Coquimbo, en el norte de Chile. Dice que nació en este país casi por accidente, mientras sus padres se trasladaban de Colombia a Chile.
Con su cuento “La promesa de los apátridas” obtuvo el segundo lugar en el concurso “Mi nacionalidad tiene cuento”, organizado por UNICEF y ACNUR, para promover el derecho que tienen todos los niños y niñas a tener una nacionalidad. En su historia narra los sentimientos y vivencias de un niño sin patria, que sueña con ser feliz y conocer otros lugares. “El niño de mi cuento quiere ser feliz, porque desde que llegó a Chile ha sido discriminado, conocer otros lugares y decir con orgullo que ahora es chileno”, relata.
En el colegio de Sebastián han llegado otros niños extranjeros. Él sabe que para ellos es difícil llegar a un nuevo curso y, por eso, siempre se les acerca, les cuenta sobre su vida y comparten experiencias. Cree que escribiendo y compartiendo sus vidas, pueden hacer este proceso de inserción más fácil y corto.
Sebastián viajó a Santiago para participar en la premiación del concurso acompañado de su profesor jefe. Fue la primera vez que se subió a un avión y estaba emocionado. “Este viaje me ha llenado de nuevas experiencias, andar en avión, conocer un hotel. Estoy muy contento e ilusionado”. Dice que es feliz en Chile e invita a otros niños a venir sin temor: “Invito a todos los niños a venir a este país, que es muy hermoso, con hartos lugares turísticos que hacen descubrir nuevas emociones, a descubrir nuevas culturas y compartir con otros niños”.
En su historia narra los sentimientos y vivencias de un niño sin patria, que sueña con ser feliz y conocer otros lugares. “El niño de mi cuento quiere ser feliz, porque desde que llegó a Chile ha sido discriminado, conocer otros lugares y decir con orgullo que ahora es chileno”, relata.
Sebastián quiere seguir escribiendo y recuerda que al principio en su colegio nadie pensaba que él podría ser uno de los finalistas del concurso. “Tengo otros compañeros que siempre escriben y participaban en concursos, pero yo me atreví y lo logré. Me motivó la competencia y fue mi primera vez escribiendo”. Esta experiencia le permitió descubrir a Sebastián un talento que no conocía: es un buen narrador de historias. Ahora quiere seguir escribiendo sobre cosas fantásticas, que probablemente nunca van a ocurrir, que se encuentran en el misterioso y maravilloso interior de este niño soñador.