Cuidados para crecer seguros en tiempos de COVID-19

Giselle y Schubert no pudieron contener la emoción al enterarse de que iban a tener un bebé. A los minutos circularon la noticia entre sus padres, hermanos, tíos y sus vecinos del barrio de San José, en Ciudad del Plata. A la gran ilusión se sumaron los miedos propios de ser primerizos. La incertidumbre se fue disipando con las visitas de las operadoras de Uruguay Crece Contigo (UCC), que acompañan a familias en situación de vulnerabilidad con asesoramiento e información sobre el embarazo, la lactancia y los primeros años de vida. Después de nueve meses, se sentían preparados para ampliar la familia, pero les faltaba un elemento que consideraban central para recibir a Mahia: una cuna.

Conseguir una cama segura parecía un desafío inalcanzable, sobre todo en época de COVID-19. Unas semanas después de haber nacido Mahia, se confirmó el primer caso positivo de coronavirus en Uruguay y el país entró en cuarentena. Para Schubert fue un cambio inesperado en sus ingresos. Como vendedor ambulante de libros, dependía del transporte público para poder trabajar, pero con una bebé recién nacida en el hogar, subirse al ómnibus era una opción muy arriesgada. En este contexto y al poco tiempo del nacimiento, llegó una buena noticia al hogar: a través de Uruguay Crece Contigo recibirían la tan esperada cuna de parte de UNICEF.

La familia de Giselle y Schubert es una de las 250 que recibió una cuna y su colchón, y una de las 3000 a las cuales se les entregó una frazada. Durante la crisis sanitaria y ante la llegada del invierno, muchas familias en situación de vulnerabilidad vieron complejizado el acceso a insumos para cuidar a sus hijos.

“El tema de la practicuna era muy importante para nosotros porque no teníamos los medios para comprarle una cuna en el momento, y no queríamos tampoco que ella duerma con nosotros. Era algo necesario realmente”, afirmó Giselle, después de recibir los consejos de las especialistas de UCC, que le explicaron que es básico que los niños recién nacidos tengan un espacio donde dormir seguros y así prevenir accidentes.

Durante los meses de embarazo, Giselle generó un lazo de confianza sólido con las operadoras Maira y Laura. “Nosotros estábamos muy apegados a las chiquilinas porque eran las que nos visitaban y estaban con nosotros.” Pero por la irrupción del COVID-19 y las restricciones generadas por la pandemia, los equipos técnicos de Uruguay Crece Contigo interrumpieron sus visitas a los hogares: “ellas me escribían cada un par de semanas, me decían que, si tenía alguna duda, que les pregunte, y me iban indicando mes a mes”, relató Giselle.

Las donaciones de UNICEF llegaron para comenzar a acercarse nuevamente a las familias y reorganizar el trabajo en el marco de la nueva normalidad. Además de las cunas, las frazadas y los colchones, se entregaron insumos de limpieza, kits de juegos y extractores de leche. Con la distancia pertinente y las medidas de seguridad necesarias, las operadoras también pudieron retomar parte del trabajo presencial con las familias. Asimismo, cada encuentro y material entregado fue generando una instancia de diálogo y educación sobre la importancia de cada elemento.

“A partir de las cunas trabajamos todo lo que es pautas de sueño seguro. Estamos en una era de la sobreinformación, y las familias se informan de un montón de cosas y hay algunas que sirven y otras que no. Entonces, a través de preguntas, vamos trabajando distintos temas” explicó Maira Sepúlveda, psicomotricista y operadora que trabaja en Ciudad del Plata y acompaña a la familia de Giselle y Schubert.

Además de la cuna, el colchón y la frazada, la familia recibió una ordeñadora para poder asegurar la lactancia de Mahia.