¿Qué es el estrés y cómo identificarlo?
Este sentimiento afecta tanto a los más pequeños como a adultos de manera diferente.

¿Qué saber sobre el estrés en niños, niñas y adolescentes?

En los tiempos que corren, el estrés está aumentando en todo el mundo. Al igual que los adultos, muchos niños, niñas y adolescentes lo experimentan. Hay muchos factores que pueden generar estrés como situaciones negativas en el hogar, violencia en la escuela, exámenes o incluso cambios positivos como mudarse a una casa más grande o hacer nuevos amigos. Las familias pueden ser de ayuda en momentos estresantes, identificando signos y apoyando para que aprendan a manejarlo.
¿Qué es el estrés?
El estrés es un sentimiento común que tenemos cuando nos sentimos bajo presión, abrumados o incapaces de hacer frente a una situación. Pequeñas cantidades de estrés pueden ser buenas para motivarnos a lograr objetivos, como dar un examen o un discurso. Pero en exceso, especialmente cuando se presenta continuo y está fuera de control, puede afectar negativamente en nuestro estado de ánimo, nuestras relaciones y nuestro bienestar físico y mental.
¿Qué causa el estrés?
Los niños no siempre experimentan el estrés como los adultos. Mientras que el estrés relacionado con el trabajo es común entre los adultos, la mayoría de los niños experimentan estrés cuando no pueden hacer frente a situaciones amenazantes, difíciles o dolorosas. Por ejemplo:
- Pensamientos o sentimientos negativos sobre sí mismos
- Cambios en sus cuerpos, como el comienzo de la pubertad
- Las exigencias de la escuela o el liceo, como exámenes y tener que hacer más tareas a medida que crecen
- Problemas con amigos en la escuela y dificultades en la socialización
- Grandes cambios como mudarse de casa, cambiar de escuela o la separación de los padres
- Enfermedades crónicas, problemas económicos en la familia o la muerte de un ser querido
- Ambientes inseguros en el hogar o en el barrio
Estrés en niños y adolescentes
El estrés puede desencadenarse en los niños cuando experimentan algo nuevo o inesperado. Para los más pequeños las tensiones en el hogar, como el abuso, las situaciones de violencia, la separación de los padres o la muerte de un ser querido son causas comunes de estrés, pudiendo producir una sensación de desorganización y dificultades para procesar estímulos que son lesivos o excesivos. La escuela es otra razón común: hacer nuevos amigos o dar pruebas puede hacer que se sientan abrumados.
A medida que crecen, sus fuentes de estrés pueden aumentar al experimentar cambios más importantes en la vida, como nuevos grupos de amigos, más tareas escolares, una mayor exposición a las redes sociales y un acceso más amplio a las noticias del mundo. En el caso de los adolescentes, muchos se estresan por inmediatos y más cercanos, como su identidad y el desarrollo de sus vínculos dentro y fuera del hogar, pero también por problemas de sus comunidades y problemáticas sociales como el cambio climático y la discriminación.
Es importante recordar que los niños son como 'esponjas', reciben y absorben lo que sucede a su alrededor. Se dan cuenta cuando sus padres están estresados y pueden reaccionar ante ese estado emocional.
Los niños y adolescentes no siempre tienen la inteligencia emocional o el vocabulario para expresarse plenamente. Por su parte, los niños más pequeños pueden carecer de una comprensión de lo que realmente está sucediendo debido a su edad y nivel de desarrollo. Para ellos, una situación nueva o diferente simplemente puede parecer incómoda, impredecible e incluso aterradora.
Signos y síntomas de estrés en los niños
Cuando el cuerpo está bajo estrés, produce hormonas como la adrenalina y el cortisol que nos preparan para una reacción urgente, también conocida como la respuesta de 'lucha o huida'. Esto puede tener muchos efectos en la mente y el cuerpo de un niño, por ejemplo:
Físicos
- Respiración superficial, sudoración y el corazón acelerado
- Dolores de cabeza, mareos y dificultad para dormir
- Náuseas, indigestión o problemas digestivos
- Aumento o pérdida de peso por comer demasiado o muy poco
- Sentir dolores o molestias y enfermarse con más frecuencia
Emocionales y mentales
- Irritabilidad y enojo que provocan rabietas o alejamiento de la familia y los amigos
- Descuidar responsabilidades, menor eficiencia en las tareas o dificultad para concentrarse
- Angustia emocional, como sentirse continuamente triste o llorar
Estos síntomas a menudo pueden conducir a más estrés. Por eso, es importante ayudarlos a encontrar formas de sobrellevar la situación, de modo que puedan lidiar con la situación tan pronto como suceda.
Cómo ayudar a sobrellevar el estrés

Cuando los niños se sienten estresados, sus familias pueden desempeñar un papel importante para ayudarlos a encontrar formas de sobrellevarlo. Al igual que los adultos, a veces los niños necesitan que se les recuerde que deben ser amables consigo mismos.
1. Detectar los factores desencadenantes
Ayudarlos a reconocer y comenzar a registrar los momentos en que se sintieron estresados y buscar patrones en la forma en la reaccionaron. ¿Qué estaba pasando en ese momento? ¿Qué estaban pensando, sintiendo o haciendo justo antes de sentirse estresados? Una vez que se identifiquen las dificultades que probablemente los hagan sentirse estresados, pueden explorar juntos formas de prevenir el estrés o tratarlo rápidamente.
2. Responder con amor.
Dales más amor, tiempo y atención. Observar si el estrés está afectando su salud, su comportamiento, sus pensamientos o sentimientos. Recordar siempre escucharlos, hablarles amablemente y tranquilizarlos.
3. Ser un ejemplo a seguir.
Hablar sobre las formas en que como personas adultas hemos lidiado con situaciones estresantes. Al compartir nuestras propias experiencias, podemos inspirar a hijos e hijas a encontrar hábitos de control del estrés.
4. Fomentar el pensamiento positivo.
Suele pasar que los niños, especialmente los adolescentes, tengan pensamiento negativos sobre de sí mismos. Ante afirmaciones como “No soy bueno en nada”, “No me gusta como soy” o “Tengo miedo de salir”, preguntarles qué los hace sentir así y recordarles las veces que lograron algo y cómo lo hicieron. El refuerzo positivo hará que se sientan comprendidos y seguros de poder superar situaciones estresantes.
5. Fomentar hábitos saludables.
Dormir y comer bien son elementos clave para aliviar el estrés. Los expertos recomiendan de 9 a 12 horas de sueño por noche para niños de 6 a 12 años. Los adolescentes necesitan de 8 a 10 horas por noche. Para proteger el sueño, limitar el uso de pantallas por la noche y evitar tener dispositivos digitales en el dormitorio. Cuanto mejor nutridos y descansados estén, mejor podrán hacer frente al estrés. También es importante animarlos a salir, jugar y pasar tiempo con amigos. El ejercicio y actividades como la meditación y la respiración profunda son útiles para aliviar el estrés.
6. Recordar ser amable con uno mismo.
Al igual que las personas adultas, a veces los niños, niñas y adolescentes necesitan que se les recuerde que deben ser amables consigo mismos. El estrés es una experiencia humana esperable que con el tiempo y el uso de algunas técnicas simples se puede aprender a manejar.
Ejercicio de respiración
Ejercicio de respiración
La respiración abdominal es muy relajante y ayuda a llevar oxígeno a la parte más profunda de los pulmones. Aquí hay un proceso fácil de 3 pasos:
- Colocar la mano sobre el estómago y poner atención en cómo se mueve con cada respiración.
- Respirar profundamente 5 veces, inhalando en 5 segundos y exhalando en 5 segundos, inhalar por la nariz y exhalar por la boca.
- Explicar que cuando se inhala, se está inflando la barriga suavemente como un globo, y cuando se exhala, el aire sale lentamente del globo nuevamente.

¿Cuándo buscar ayuda profesional?

Si a niños, niñas o adolescentes les resulta difícil sobrellevar el estrés, se puede considerar una reunión con un experto capacitado que pueda ayudarlos. El médico de cabecera puede aconsejar a los adultos de la familia a sobre el tratamiento disponible, por ejemplo, ver a un psicólogo que los ayude a controlar el estrés y establecer hábitos positivos de salud mental.
No se debe temer a buscar ayuda profesional para los hijos e hijas. Si el estrés está afectando su vida, entonces es importante buscar ayuda lo antes posible para que pueda comenzar a sentirse mejor.