Preguntas y respuestas sobre el nuevo coronavirus
Preguntas frecuentes
Para obtener información actualizada sobre el número de casos y los países afectados, consulte los últimos informes de la situación que la OMS publica aquí.
1. ¿Qué se sabe acerca del nuevo coronavirus?
El virus COVID-19 es un nuevo virus asociado a la misma familia de virus del SRAS y a algunos tipos de resfriados comunes. Como otros tipos de coronavirus, se transmite por el contacto directo con las gotas de la respiración que una persona puede expulsar cuando tose y estornuda, así como al tocar superficies contaminadas por el virus.
La fiebre, la tos seca, la fatiga y la insuficiencia respiratoria son algunos de sus síntomas. En algunos casos, los síntomas pueden ser muy leves o incluso inexistentes. La mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recuperan sin necesidad de seguir un tratamiento especial. En casos más graves, la infección puede causar neumonía, enfermedades graves y, en algunos pacientes, la muerte. Las personas de edad avanzada, o aquellas que padecen otros problemas de salud subyacentes, tienen más probabilidades de desarrollar enfermedades más graves.
El 28 de febrero de 2020, la OMS elevó su evaluación del riesgo de propagación del COVID-19 y su repercusión en la salud pública mundial de “alto” a “muy alto”, y enfatizó que cada país debía tomar medidas enérgicas para contener la enfermedad y mitigar sus efectos sobre las personas infectadas.
No existe una vacuna ni un medicamento antiviral específico para prevenir o tratar el COVID-19. Las personas afectadas deben recibir cuidados de apoyo para aliviar los síntomas, mientras que las personas con enfermedades graves deben ser hospitalizadas. La mayoría de los pacientes se recuperan con cuidados de apoyo. Se están llevando a cabo múltiples ensayos de posibles vacunas y terapias, y se espera conocer los primeros resultados en las próximas semanas.
A fin de evitar el riesgo de transmisión, se recomienda a todo el mundo:
- Lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón o utilizando un desinfectante de manos que contenga alcohol.
- Taparse la boca y la nariz con el codo flexionado o con un pañuelo al toser o estornudar.
- Evitar el contacto directo con cualquier persona que tenga tos u otros síntomas similares a los de la gripe.
- Buscar asistencia médica lo antes posible si tiene fiebre, tos o dificultades al respirar, e informar a un profesional médico si ha viajado recientemente.
- Evitar el contacto directo sin protección con animales vivos y superficies que hayan estado en contacto con animales.
2. ¿Qué se sabe de la infección en los niños y en las mujeres embarazadas?
Hasta la fecha, no ha habido un registro sistemático de datos sobre la infección del COVID-19 en los niños y las mujeres embarazadas, y seguimos estudiando cómo les afecta el nuevo virus.
Por el momento, no existen pruebas que sugieran que los niños sean más susceptibles a la infección del COVID-19 que la población general. Según las conclusiones del informe de la misión conjunta OMS-China (del 16 al 24 de febrero de 2020), los niños menores de 18 años representaban el 2,4% del total de casos registrados, la mayoría de ellos identificados a través del rastreo de contactos en el núcleo familiar. Además, según el informe, la enfermedad parecía ser relativamente leve en los niños, ya que se registró una proporción muy reducida de casos graves (2,5%) o críticos (0,2%) entre los menores de 19 años.
Hay constancia de la muerte de un niño, pero no de mujeres embarazadas.
Aunque ese reducido número puede deberse a que los niños sean menos susceptibles a la infección, también es probable que existan otros casos que no se hayan notificado. Por este motivo, es fundamental llevar un seguimiento estricto y que los trabajadores de la salud mantengan un alto nivel de sospecha clínica para seguir haciendo pruebas de posibles casos de COVID-19 a niños y mujeres embarazadas.
El registro sistemático de casos es necesario para detectar y controlar las características clínicas de la enfermedad en estos grupos. La OMS ha creado una plataforma común para facilitar la recopilación estandarizada o armonizada de datos clínicos de todos los países, con el fin de que puedan servir de ayuda para las intervenciones en materia de salud pública mundial en el contexto del COVID-19.
3. ¿Es seguro que una madre infectada, o que sospecha que podría estarlo, amamante a su bebé?
Cualquier madre que se encuentre en una zona afectada o de riesgo y presente síntomas de fiebre, tos o insuficiencia respiratoria debería buscar asistencia médica lo antes posible y seguir las instrucciones de un profesional de la salud.
Teniendo en cuenta los beneficios de la lactancia materna y la escasa relevancia de la leche materna en el contexto de la transmisión de otros virus respiratorios, la madre puede seguir amamantando.
No obstante, siempre han de tomarse precauciones porque existe el riesgo de transmisión de madre a hijo a través de las gotas de la respiración y el contacto directo, así como indirectamente a través del contacto con superficies contaminadas. Tales precauciones incluyen ponerse una mascarilla para amamantar al bebé, lavarse las manos antes y después de alimentarlo y limpiar o desinfectar las superficies contaminadas. Si una madre está muy enferma, es recomendable que se extraiga la leche para dársela al bebé en una taza limpia y/o con una cuchara, siguiendo en todo momento las mismas medidas de prevención de la infección.
4. ¿Puede una mujer embarazada transmitir el virus al feto?
Por el momento no existen pruebas suficientes para determinar si el virus puede transmitirse de la madre al feto durante el embarazo y el parto, ni tampoco de las consecuencias que esto puede tener después en el bebé. Es recomendable que todas las mujeres embarazadas tomen las precauciones adecuadas para protegerse de la exposición al virus, que se observen atentamente a sí mismas para detectar cualquier síntoma del COVID-19 y que pidan asesoramiento en el centro más cercano que se les haya asignado a lo largo del embarazo.
5. ¿De qué otras formas puede afectar el COVID-19 a los niños?
Los efectos secundarios de las medidas para contener el COVID-19 afectan a muchos niños de todo el mundo.
Un ejemplo son las interrupciones en la atención primaria de la salud, ya que muchos centros de salud están abarrotados de pacientes que solicitan la prueba del COVID-19 o que evitan pedir ayuda en los hospitales especialmente designados para el virus por miedo a contagiarse. Por otro lado, el cierre de cada vez más escuelas afecta a cientos de millones de niños en todo el mundo. Además, muchos niños se ven obligados a separarse de sus familiares cuando estos enferman, otros sufren las consecuencias de la reducción de los ingresos en sus hogares cuando los padres no pueden ir a trabajar, y muchos padecen el estrés psicológico derivado del miedo a contagiarse o a ser obligados a quedarse en casa durante semanas.
Los niños también pueden ser vulnerables a la perjudicial y peligrosa estigmatización y discriminación social de poblaciones específicas (especialmente, las que proceden de China y de Asia Oriental), de las personas que han estado infectadas, los miembros de su familia y los trabajadores de la salud o de otros ámbitos de primera línea.
En concreto, los factores de estrés más comunes al brote de COVID-19 incluyen: a) el riesgo de contagiarse o de contagiar a otros, especialmente si no está totalmente claro el modo transmisión del COVID-19; b) los síntomas comunes de otro tipo de problemas de salud (por ejemplo, la fiebre) pueden confundirse con los del COVID-19 y generar temor a contagiarse; c) la preocupación permanente de los cuidadores si sus hijos se quedan solos en casa (debido al cierre de las escuelas) sin recibir la ayuda y los cuidados adecuados; d) el riesgo de deterioro de la salud física y mental de personas vulnerables, como los niños, los adultos de edad más avanzada y las personas con discapacidad. Esto puede ocurrir si los cuidadores deben hacer un periodo de cuarentena y estas personas no cuentan con otro tipo de cuidados o ayuda.
Es evidente que para responder al COVID-19 hace falta mucho más que controlar el brote. Las medidas para contener el virus deberían ser proporcionales al riesgo y tener en cuenta sus posibles consecuencias para los medios de subsistencia de las personas.
UNICEF está trabajando para entender y mitigar las peores consecuencias para los niños y sus familias. Para ello, está ofreciendo directrices y recomendaciones a gobiernos, maestros, administradores de escuelas, madres y padres acerca de la mejor forma de protegerse a sí mismos y a sus familias tratando de interrumpir su vida lo menos posible.
6. ¿Puede volver a contagiarse una persona que se haya recuperado del COVID-19?
Este asunto aún se está investigando.
7. ¿Cuál es la recomendación de UNICEF en relación con el cierre de las escuelas?
La decisión de cerrar las escuelas y otras instituciones públicas como respuesta a una crisis de salud pública suele corresponder a los gobiernos y las autoridades sanitarias. Este tipo de decisiones siempre han de tomarse basándose en pruebas científicas y en el riesgo local de contagio.
Como hemos podido comprobar en anteriores crisis de salud pública, el cierre de las escuelas puede tener consecuencias adversas para el bienestar y el aprendizaje de los niños, especialmente los de las comunidades más vulnerables. Si se decide cerrar una escuela, es importante que existan planes bien definidos para garantizar la continuidad del aprendizaje (por ejemplo, opciones de aprendizaje a distancia) y permitir que todos los niños tengan acceso a los servicios esenciales. Estos planes también deberían incluir las medidas necesarias para que, una vez vuelvan a abrirse, el regreso a las escuelas sea seguro.
Si se las escuelas se mantienen abiertas, habría que seguir unas directrices para garantizar un funcionamiento seguro y cerciorarse de que todos los niños y sus familias estén protegidos e informados en todo momento. Las escuelas pueden cumplir la importante misión de proporcionar a los niños información fundamental para protegerse a sí mismos y a sus familias.
8. ¿Es el cierre de las escuelas una medida eficaz para prevenir el contagio?
No disponemos de suficiente información sobre el virus causante del COVID-19 ni de pruebas científicas que demuestren la repercusión del cierre de las escuelas en la reducción de la transmisión de la gripe. Aún hace falta indagar más en este asunto. Según la OMS, “los efectos del cierre de las escuelas como respuesta para frenar la transmisión de la gripe variaron, pero en general fueron limitados”, mientras que el cierre coordinado y preventivo de las escuelas durante una epidemia o una pandemia grave tuvo un impacto moderado en la transmisión. Cuando cierra una escuela, existen consecuencias negativas para los niños, sobre todo para los más vulnerables, a quienes es necesario prestar especial atención.
9. ¿Qué pueden hacer las escuelas para prevenir la transmisión y proteger a los niños?
UNICEF, junto con la Organización Mundial de la Salud y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, ha elaborado una guía, Key Messages and Actions for COVID-19 Prevention and Control in Schools(“Mensajes y acciones importantes para la prevención y el control del COVID-19 en las escuelas”), que ofrece consideraciones fundamentales y recomendaciones prácticas para contribuir a que las escuelas funcionen de manera segura. En concreto, incluye contenidos específicos dirigidos a tres grupos: 1) los administradores, los maestros y el personal de las escuelas; 2) los padres, los cuidadores y los miembros de la comunidad; y 3) los estudiantes y los niños. Durante la crisis del ébola, las inversiones destinadas al funcionamiento seguro de las escuelas contribuyeron a que no hubiese contagios en el contexto escolar.
10. ¿Cómo pueden los padres o los cuidadores ayudar a los niños a seguir estudiando en casa si cierran las escuelas?
Los padres y los cuidadores deben estar preparados para ayudar a los niños a proseguir su educación en casa, ya sea a través de la lectura, el aprendizaje mediante juegos, trabajando con ellos en las tareas escolares, ayudándolos a participar de manera segura en plataformas de aprendizaje en línea (cuando estas estén disponibles) o a través de programas educativos de la radio o la televisión.
11. ¿Qué deben saber los padres y los cuidadores acerca del aprendizaje a distancia o en línea?
UNICEF, en colaboración con los gobiernos de distintos países y otros aliados locales, está promoviendo el aprendizaje a distancia o en línea. Es importante:
- Participar activamente en el aprendizaje de los hijos. Se trata de utilizar la tecnología como un ingrediente de una experiencia de aprendizaje que incluya la interacción humana, reconociendo que la tecnología por sí sola no puede reemplazar la ayuda y la compañía de los maestros y los padres. Esto es especialmente cierto en el caso de los niños más jóvenes.
- Proteger los datos de los hijos. Los padres y los cuidadores deben controlar los recursos digitales a los que acceden sus hijos y evitar aquellos que no parezcan seguros o en los que se solicite información personal detallada. La identidad, la ubicación, la etnia o las creencias religiosas de un niño no deberían ser datos necesarios para acceder a recursos de aprendizaje.
12. ¿Qué pueden hacer los gobiernos y el sector privado para promover el aprendizaje digital o en línea cuando se cierran las escuelas?
Los gobiernos deberían informar acerca de los recursos y las plataformas digitales disponibles y autorizadas. Los padres, los cuidadores y los estudiantes deberían saber, por ejemplo, si las clases o los exámenes tendrían lugar a través de una plataforma digital. Sería necesario prestar especial atención a los estudiantes que puedan carecer de acceso a la tecnología o a internet.
El sector privado debería dar flexibilidad a todos los padres y cuidadores, por ejemplo, aprobando políticas de teletrabajo. Cada persona es responsable del cuidado y la educación de sus hijos durante el cierre de las escuelas, especialmente en el caso de los niños más vulnerables o los que tienen discapacidad. Incluso con la ayuda de la tecnología, la ayuda y la compañía de un adulto mejoran la experiencia de aprendizaje de los niños que hacen uso de recursos en línea.
13. Según la experiencia adquirida en el pasado, ¿cuál es la importancia del aprendizaje digital o a distancia durante emergencias?
El mensaje está claro: este es el momento de prepararse para una emergencia. Las inversiones en formas alternativas de enseñanza, como el aprendizaje digital o los programas de radio y televisión, mejoran la resiliencia de los sistemas educativos. Se trata de una agenda mundial de la que forman parte todos los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y las instituciones educativas. Estas son tres recomendaciones para promover una respuesta más rápida y efectiva en materia de educación durante una crisis de salud o de otro tipo:
- Crear recursos digitales basados en los programas educativos. Suele ocurrir que cuando se declara una emergencia y se cierran las escuelas, no hay recursos educativos disponibles para el aprendizaje a distancia. Si tenemos preparados estos recursos podremos responder de manera más rápida y, además, podríamos utilizarlos también en otros contextos, con el fin de enriquecer las oportunidades de aprendizaje de los niños que van a la escuela y los que no.
- Dar prioridad a la conectividad a internet en zonas remotas y rurales. En las zonas remotas y rurales existe la brecha más notable entre la necesidad de tener conexión, por un lado, y los recursos necesarios para conseguirla, por el otro. Iniciativas como GIGA, una alianza entre la UIT y UNICEF para crear licitaciones comunes para proporcionar conexión a todas las escuelas, así como otros esfuerzos internos, mejorarían las opciones disponibles para encontrar alternativas a la educación y el aprendizaje.
- No hacer daño (con los datos). El principio de no hacer daño es especialmente importante cuando la tecnología forma parte de la respuesta humanitaria. Los encargados de formular políticas deberían valorar las ventajas y los inconvenientes de la recopilación y el uso de datos teniendo en cuenta el riesgo de que haya filtraciones. Aunque recopilar y proporcionar datos puede resultar útil para los estudiantes, los maestros y los gobiernos, los datos que se filtran podrían utilizarse para atacar o perseguir injustamente a grupos de personas durante una crisis de salud pública u otra emergencia.
14. ¿Cómo pueden favorecer los maestros el aprendizaje de los niños si cierran las escuelas?
Además de participar en las plataformas de aprendizaje digital, maestros de todo el mundo están creando sistemas de supervisión del aprendizaje de los niños, que consisten en visitas a sus casas, grupos de WhatsApp y llamadas por Skype. Puede que algunos maestros decidan organizar grupos reducidos para corregir las tareas escolares de los niños y asignarles actividades nuevas.
15. ¿En qué consiste la respuesta de UNICEF en materia de educación?
UNICEF está ayudando a los gobiernos a tomar medidas esenciales para preparar y responder al brote del COVID-19, por ejemplo, asegurándose de que las escuelas emprendan todas las medidas necesarias para estar preparadas; que tanto los estudiantes como los maestros cuenten con información actualizada; que las escuelas funcionen de manera segura y que, en los lugares donde se están cerrando las escuelas, el aprendizaje continúe.
En China, por ejemplo, para complementar el programa de aprendizaje digital del Ministerio de Educación, UNICEF comenzó a publicar de forma semanal consejos y mensajes con actividades para los padres, con el fin de atender las necesidades psicosociales de los hijos a través de la sub-página de aprendizaje social y emocional (SEL, por sus siglas en inglés) de las plataformas de WeChat y Weibo de UNICEF China. La primera publicación tuvo lugar el 14 de febrero y, hasta la fecha, ha recibido 130.500 visualizaciones en WeChat y Weibo. El 17 de febrero, UNICEF publicó un debate en Weibo sobre lo que opinan los estudiantes del aprendizaje en línea utilizando las etiquetas #SEL y #recordyourmood (“expresa tu estado de ánimo”). 99.000 personas leyeron el debate en un solo día. De manera complementaria, se están publicando otras actividades y consejos para el bienestar psicosocial de los estudiantes con las mismas etiquetas.
16. ¿Qué opina UNICEF sobre las medidas de restricción de viajes y la cuarentena?
La decisión de cerrar las escuelas y otras instituciones públicas como respuesta a una crisis de salud pública suele corresponder al gobierno y a las autoridades sanitarias, que deberían basarse siempre en pruebas científicas y en el riesgo local de infección. Lo más importante es minimizar las consecuencias que tales decisiones puedan tener sobre el acceso de los niños a los servicios esenciales.
17. ¿Qué está haciendo UNICEF para contener la transmisión del virus en todo el mundo?
Actualmente, la respuesta de UNICEF se centra en ayudar a los gobiernos de todo el mundo, tanto aquellos que ya se han visto afectados como los que se están preparando para la posible llegada de la enfermedad. Todas las regiones de UNICEF han identificado los países prioritarios en función de la vulnerabilidad de sus sistemas sociales y de salud.
A nivel mundial, regional y de país, UNICEF está coordinando sus intervenciones para atraer la participación de la comunidad con la OMS y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, y ha publicado directrices para la preparación y la capacidad de respuesta, así como para la reducción de estigmas. Además, está movilizando a los principales gobiernos, los aliados locales y los organismos del sector privado para que amplíen, coordinen y aumenten los mensajes en los medios de comunicación y las intervenciones para atraer la participación de la comunidad.
Como parte de sus planes de preparación, muchos países han realizado evaluaciones rápidas y encuestas de conocimientos, actitudes y prácticas (CAP) con el fin de entender mejor los factores de riesgo, las creencias, las percepciones y las actitudes de determinadas comunidades y, de este modo, poder contextualizar y adaptar los materiales, los mensajes y las intervenciones para prevenir y mitigar el impacto del COVID-19.
Asimismo, UNICEF está llevando a cabo tareas de escucha social/supervisión de redes sociales en distintos países para entender mejor las brechas de información y los rumores que circulan y encontrar la mejor forma de abordarlos.
18. ¿Cuánto dinero requiere la respuesta de UNICEF?
El 17 de febrero, UNICEF hizo un llamamiento preliminar urgente de 42,3 millones de dólares para ampliar su respuesta y participar en los esfuerzos mundiales para contener y mitigar el brote. Los fondos respaldarán la labor de UNICEF para reducir la transmisión reforzando la comunicación de riesgos y luchando contra la desinformación, de forma que los niños, las mujeres embarazadas y sus familias conozcan las formas de prevenir la infección del COVID-19 y sepan a dónde acudir en busca de ayuda.
Los países están actualizando sus planes de preparación y respuesta y el resultado se reflejará en un nuevo llamamiento de fondos.
19. ¿Cuál ha sido la repercusión en los suministros necesarios para la respuesta de emergencia?
Ha habido un aumento sin precedentes de la demanda por parte de China y otros países que están tratando de conseguir servicios de prevención y control de la infección y obtener equipos de protección personal. El aumento de la demanda está ejerciendo presión sobre las capacidades mundiales de producción de los fabricantes y la disponibilidad de suministros y coincide con una grave reducción de la fabricación en China. Los mercados se están enfrentando a serios problemas y, al mismo tiempo, están ejerciendo una presión significativamente más alta sobre los precios.
Inevitablemente, la situación actual de restricción de los mercados está afectando a la disponibilidad de servicios de prevención y control de la infección y de equipos de protección personal a través de UNICEF, así como otros medicamentos y suministros. UNICEF está dedicando todos sus esfuerzos a ampliar y diversificar su base de suministros y encontrar fuentes alternativas de productos de calidad asegurada, así como a animar a los fabricantes a aumentar sus capacidades de producción. Sin embargo, no todas las peticiones enviadas a UNICEF podrán atenderse a corto plazo a través de recursos internacionales. UNICEF aconseja a los países que, en la medida de lo posible, obtengan sus suministros de fuentes locales o regionales, aunque se está haciendo todo lo posible para conseguir suministros adicionales de fuentes internacionales y priorizar su distribución.
UNICEF forma parte de la red de la cadena de suministro dirigida por la OMS para crisis provocadas por una pandemia, que también incluye a miembros del sector privado. La OMS ha instado a la red a coordinar la planificación y la respuesta a la demanda.