La Infancia en Peligro: Emaciación grave
También conocida como desnutrición aguda grave, la emaciación grave es una emergencia en materia de supervivencia infantil que se pasa por alto a pesar de sus devastadores efectos
La emaciación grave es la forma más letal de desnutrición y una de las principales amenazas para la supervivencia infantil. Alrededor de 1 de cada 5 muertes de niños y niñas menores de 5 años se atribuyen a la emaciación grave, causada por la falta de alimentos nutritivos y por las repercusiones de los reiterados ataques de enfermedades como la diarrea, el sarampión y el paludismo, que a su vez comprometen la inmunidad del niño.
A diferencia de la hambruna o la inanición, relativamente poca gente ha oído hablar de la emaciación grave –también conocida como desnutrición aguda grave–, a pesar de que afecta a unos 13,6 millones de niños menores de 5 años en todo el mundo. Los conflictos en curso y las situaciones de emergencia relacionadas con el clima hacen temer que esta cifra pueda aumentar. Debido a que numerosos países dependen en gran medida de las exportaciones de Ucrania y Rusia, la guerra en Ucrania amenaza con sumir al mundo en una crisis alimentaria aún más grave. Mientras tanto, se prevé que el precio de los alimentos terapéuticos listos para su uso se dispare en los próximos meses, lo que pondrá en peligro la vida de un número incluso mayor de niños.
La emaciación no solo está aumentando en los países que se enfrentan a crisis humanitarias: varios países de diversas regiones, muchos de ellos relativamente estables, han sufrido un aumento del 40% o más de la emaciación infantil desde 2016. Sin embargo, a pesar de la magnitud del problema, si se realizan nuevas inversiones relativamente módicas en el tratamiento de la emaciación grave sería posible lograr una reducción exponencial de las muertes infantiles.
La realidad es que ya disponemos de los conocimientos y las herramientas necesarias para salvar cientos de miles de vidas cada año de esta enfermedad terriblemente dolorosa. Aunque no será posible acabar con el hambre y la malnutrición en el mundo de la noche a la mañana, hay muchas cosas que podemos hacer ahora mismo para evitar que los niños mueran de emaciación grave.
Panorama de la crisis
¿Qué es la emaciación grave?
La emaciación, definida como bajo peso para la altura, es el tipo de desnutrición más visible y letal. La emaciación grave, también conocida como desnutrición aguda grave, es su forma más mortal. Sus causas son la falta de alimentos nutritivos y los reiterados ataques de enfermedades como la diarrea, el sarampión y el paludismo, que comprometen la inmunidad del niño.
¿Cómo afecta a los niños?
La emaciación grave transforma las enfermedades comunes de la infancia en enfermedades mortales. Los niños con emaciación grave sucumben a esas enfermedades porque sus cuerpos no disponen prácticamente de ninguna protección contra las bacterias, los virus o los hongos que los infectan. Mueren porque su sistema digestivo ya no puede absorber los nutrientes. Un niño con emaciación grave se ve reducido a las funciones corporales más básicas. Necesita toda su energía sólo para seguir respirando.
¿Cuántos niños están afectados?
En todo el mundo, al menos 13,6 millones de niños menores de 5 años sufren de emaciación grave, un trastorno responsable de 1 de cada 5 muertes de niños menores de 5 años y que se ha convertido en una de las principales amenazas para la supervivencia infantil. Un niño con emaciación grave tiene hasta 11 veces más probabilidades que un niño sano de morir de enfermedades infantiles comunes como la neumonía, que es la principal causa de muerte por infección entre los niños de todo el mundo.
Un problema creciente...
Varios países de diversas regiones han sufrido desde 2016 un aumento de los niveles de emaciación, y en algunos de ellos el aumento ha sido del 40% o más. No hay una sola razón que justifique este aumento alarmante. Sin embargo, los casos se están incrementando rápidamente en las zonas afectadas por los conflictos y las crisis climáticas, precisamente donde el riesgo de mortalidad infantil es en la actualidad más elevado.
Si no conseguimos reducir de forma significativa el número de niños afectados, la emaciación grave seguirá limitando las posibilidades de reducir las muertes infantiles por todas las causas.
...y en gran medida invisible.
Alrededor de una cuarta parte de los niños que padecen emaciación grave viven en contextos de emergencia que generan titulares de prensa, a menudo con imágenes de niños terriblemente demacrados. Pero la emaciación grave ataca sobre todo a los niños más pequeños de las zonas más desatendidas, tanto rurales como urbanas, lejos de las cámaras de los noticieros.
Nueve de cada diez de los niños que reciben tratamiento se encuentran en situaciones de emergencia, aunque tres cuartas partes de los niños que sufren emaciación grave viven en contextos considerados estables. Esto se debe principalmente a que los niños que se encuentran en situaciones de emergencia complejas son los que corren un mayor peligro de muerte, especialmente los niños desplazados e indigentes que están más expuestos que otros a las enfermedades.
Pero se puede evitar y tratar
Una inversión adicional relativamente módica –por parte de donantes, gobiernos y otros estamentos financieros– reduciría drásticamente las tasas de mortalidad infantil y aportaría beneficios socioeconómicos irrevocables a los niños que necesitan ayuda desesperadamente. Con sólo 300 millones de dólares de financiación adicional –el 0,1% del total de la ayuda internacional al desarrollo que se gasta en un año– sería posible llegar a prácticamente todos los niños necesitados.
En 2020, alrededor de 5 millones de niños recibieron tratamiento con alimentos terapéuticos rentables y listos para usar (RUTF), que han demostrado su eficacia para salvar vidas. Pero la pandemia de COVID-19 y los conflictos armados están haciendo subir el precio de los alimentos RUTF, lo que probablemente dificultará la tarea de ampliar el tratamiento de la emaciación. Es esencial contar con más fondos para mantener el suministro de RUTF.
¿Cómo está respondiendo UNICEF?
En el sur de Madagascar, UNICEF proporcionó tratamiento para salvar las vidas de más de 60.000 niños con emaciación grave en 2021, cuatro veces el número alcanzado en 2020. Más de 800.000 personas recibieron apoyo en materia de agua potable, saneamiento e higiene. Y 5.000 de los hogares más vulnerables recibieron transferencias humanitarias en efectivo para ayudar a satisfacer sus necesidades más urgentes.
En el Cuerno de África, UNICEF y sus aliados están apoyando una respuesta integrada que abarca la nutrición, el agua potable, el saneamiento y la higiene, la prevención de enfermedades y la seguridad alimentaria.
En Afganistán, UNICEF realizó en 2022 el mayor llamamiento de su historia en el país –2.000 millones de dólares– para llegar con asistencia humanitaria a más de 15 millones de personas, incluidos 8 millones de niños.
En Sudán del Sur, UNICEF y sus aliados administraron tratamiento en 2021 a más de 240.000 niños con emaciación grave, el 80% de todos los niños que lo necesitaban. Junto con sus aliados, UNICEF también está aplicando medidas de prevención a un número sin precedentes de familias.
¿Qué pide UNICEF?
- Que los donantes y los gobiernos financien plenamente el Plan de Acción Mundial para ampliar el tratamiento a escala masiva, proporcionen una financiación plurianual que permita la continuidad de los servicios y aborden el tratamiento de la emaciación infantil con fondos para la salud y el desarrollo a largo plazo.
- Que los donantes se aseguren de que las asignaciones presupuestarias para hacer frente a la crisis mundial del hambre incluyan partidas específicas para las intervenciones alimentarias terapéuticas destinadas a satisfacer las necesidades inmediatas de los niños que sufren emaciación grave.
- Que los gobiernos integren los programas contra la emaciación como una prioridad central en los sistemas y servicios sanitarios nacionales y protejan el sector de la nutrición contra los recortes presupuestarios.
- Todas las partes interesadas deben dar prioridad al tratamiento de la emaciación infantil como una intervención esencial para la supervivencia infantil y priorizar los recursos allí donde se pueden salvar más vidas: entre los niños menores de 2 años con emaciación grave.
Puntos destacados
La mayoría de la gente nunca ha oído hablar de la emaciación, también conocida como “malnutrición aguda grave”. Sin embargo, es una de las causas fundamentales de muertes evitables entre los niños y las niñas más pequeños. Los conflictos y las crisis climáticas, que dificultan el acceso a la alimentación saludable, están provocando un incremento de las cifras. Incluso en países con relativa estabilidad, la emaciación infantil está en aumento.
“La emaciación grave: Una emergencia olvidada de la supervivencia infantil” examina algunas de las causas que explican ese aumento, el coste creciente de los alimentos listos para su uso y la necesidad de ampliar significativamente el acceso al tratamiento y la prevención temprana de la emaciación infantil.