Estudiantes de centros escolares públicos conversan sobre ciencia con Teresa Paneque, astrónoma y embajadora de buena voluntad de UNICEF en Chile

San Salvador, 7 de mayo de 2024. ¿Por qué a Plutón ya no se le considera planeta? ¿Cuántos años de vida tiene la Tierra? ¿Sabemos si hay vida en otros planetas? ¿En qué teoría sobre la creación del universo cree? Estas son algunas de las preguntas que las niñas y los niños de dos centros escolares públicos de Soyapango, hicieron a la astrónoma chilena y embajadora de buena voluntad de UNICEF en Chile, Teresa Paneque, en el Museo Tín Marín.

La investigadora científica les contó que eligió estudiar la carrera de astronomía por considerarla una carrera desafiante: “sentí como que iba a estar resolviendo un misterio constantemente y por eso la elegí, porque me parece divertido”.

Explicó a los estudiantes que su trabajo como científica consiste en responder, junto a un equipo de astrónomas y astrónomos que estudian el universo, preguntas fundamentales como: ¿De dónde venimos? ¿Hay otros planetas como el nuestro? ¿Cómo funcionan las estrellas, los planetas y las galaxias?

“Como embajadora de buena voluntad comparto mis conocimientos desde el fomento de la ciencia hacía niñas y niños, necesitamos mujeres, personas latinas, migrantes, personas de color, porque al igual que la humanidad es un espectro diverso, la ciencia también debe serlo en función de responder a las grandes preguntas”, afirmó la astrónoma.

En este sentido, la representante de UNICEF en El Salvador, Victoria Colamarco dijo que de niña había querido ser astronauta, sin embargo, estudió derecho.

“A lo largo de nuestras vidas a las niñas y mujeres se nos inculca que esas carreras son de hombres y eso es lo que queremos romper. No hay ninguna carrera que sea de hombre o de mujer, no debe existir una barrera, porque el deber ser, es lo que queramos ser. Esa es la idea de que venga Teresa, una mujer, contemporánea, latinoamericana, que habla español y que ha tenido la oportunidad de perseguir su sueño y alcanzar la meta que se ha propuesto”, enfatizó la representante.

Colamarco detalló que una de las prioridades de UNICEF ha sido impulsar la capacitación de docentes y fortalecer el equipamiento de los centros escolares públicos en la aplicación de la metodología STEAM, la cual consiste en promover el desarrollo de habilidades y competencias en ciencia, tecnología, ingeniería, arte, matemática a los estudiantes, y en el proceso, se les ofrecen herramientas para la solución de problemas, pensamiento crítico, trabajo colaborativo, empatía y alfabetización digital. A la vez, esta metodología concentra sus esfuerzos en la disminución de las brechas de entre niños y niñas y la inclusión de niñas y adolescentes en vocaciones científicas y tecnológicas para el desarrollo integral de la sociedad salvadoreña.

Adriana Zavaleta, de 13 años, participó en el conversatorio con la astrónoma chilena y manifestó que le interesó saber cuántos años pueden tener los planetas, cómo se creó la vida y las lunas.

“Me encanta la luna y las estrellas porque tienen una historia y un significado. Creo, además, que las carreras profesionales se hicieron p para las personas que les interesa el tema, no importa si son hombres o mujeres”, sostuvo la alumna de séptimo grado en el Centro Escolar Profesor Daniel Cordón Salguero, en Soyapango.

Según datos oficiales de 2023, en El Salvador, el 38% de estudiantes optan por bachillerato técnico: en la especialidad de industrial el 90% son hombres y 10% son mujeres; en informática el 66% hombres y el 34% mujeres. Mientras que bachillerato en salud 24% son hombres y el 76% mujeres; así como en turismo el 37% son hombres y el 63% mujeres.

Al finalizar el conversatorio, Samuel Salazar, de 13 años, agregó que conversar con la astrónoma Teresa Paneque fue como “conversar con una amiga que te explica el tema muy bien y me ha generado el sentimiento de cuidar nuestro planeta tierra… me gustaría estudiar una carrera de física o química porque me resulta interesante las moléculas y los átomos, me parece genial”.

La embajadora de buena voluntad chilena reconoció que en El Salvador existe una gran disposición por hacer un avance significativo en ciencias: “tanto la comunidad educativa como las instancias promovidas por UNICEF están trabajando para que las niñas y los niños de estas localidades puedan tener acceso a una educación de calidad”, indicó.

Reiteró que su compromiso con UNICEF es demostrar como con un trabajo constante en Latinoamérica es posible promover que niñas y niños sientan que pueden alcanzar las metas que se propongan.

“Lo importante es darles la confianza, en particular a las niñas, de que puedan ocupar todos los espacios que quieran, si apuestan hacia las estrellas van a alcanzarlas”, concluyó.