“Hay que aprovechar el espacio al aire libre para jugar y conectarse con otros niños y niñas"
Conversamos con la Oficial de Educación de UNICEF sobre los beneficios que tiene el juego en espacios abiertos para el desarrollo y el aprendizaje

Después de más de un año de cuarentenas, estudiar desde casa, colegios cerrados, los niños y niñas tienen la posibilidad de volver a jugar en el exterior. Aunque se deben tomar todos los resguardos para evitar el contagio de coronavirus, los expertos coinciden que en espacios abiertos disminuyen considerablemente las posibilidades de contagio por Covid-19.
UNICEF, junto con la Fundación Mi Parque, lanzó la guía Volvamos a jugar: Guía de aprendizaje al aire libre https://www.unicef.org/chile/informes/volvamos-a-jugar-guia-de-aprendizaje-al-aire-libre en la que se proponen una serie de actividades y juegos para fomentar el aprendizaje en el exterior. La guía cuenta con información para que tanto, establecimientos educacionales, jardines infantiles, o las mismas comunidades puedan adaptar los patios para que los niños y niñas puedan jugar y desarrollarse de manera segura.
Conversamos con la Oficial de Educación de UNICEF, Francisca Morales, sobre la importancia del juego en la infancia y cómo se puede potenciar el aprendizaje de niños y niñas, aprovechando los espacios exteriores como patios, plazas y jardines.
“La guía entrega propuestas que son fáciles y baratas de implementar, pero además recopila una serie de juegos y actividades, muchas de ellas muy conocidas, pero que tienen un potencial educativo que no siempre se ha valorado”, recalca la Oficial de Educación.
¿Cuánto repercutió en el aprendizaje y desarrollo físico, psíquico y emocional de niños y niñas las condiciones de encierro que tuvieron que enfrentar tras la pandemia?
¡Mucho! Aunque en un principio de la pandemia, la preocupación estuvo focalizada en los adultos mayores, los niños y niñas tuvieron que cambiar drásticamente sus rutinas, y entre otras cosas, perder un espacio tan importante para su desarrollo como es el colegio o el jardín infantil. Eso no sólo afectó el aprendizaje sino además su desarrollo socioemocional, que se juega en gran medida en la relación con otros, en especial con los pares. Para muchas familias este fue un tiempo difícil, por temas de salud, muerte de seres queridos, pérdida de trabajo, miedo al contagio o dificultad de conciliar el trabajo con la vida familiar. Los adultos cercanos son el principal contexto de desarrollo de niños y niñas, y si ellos están afectados emocionalmente, eso sin duda también repercute en el bienestar emocional de los hijos e hijas. Así es que, sí, los niños y niñas han sido muy afectados por la pandemia.
¿Cuál es la importancia del juego al aire libre para niños y niñas, y la relación con sus pares en el actual contexto?
El juego es el medio natural para el aprendizaje y desarrollo de habilidades en niños y niñas. Sin duda en este tiempo quedó muy restringido al espacio cerrado y a los juegos solos, o con adultos, y en algunos casos con los hermanos. Poder usar el espacio al aire libre significa poder ejercitar otras habilidades que han estado un poco “enclaustradas” este tiempo: trepar, correr, columpiarse, etc. Y muchas actividades que implican el desarrollo de la motricidad gruesa y mayor actividad física que es tan importante para la vida de niños y adultos. Así también, poder encontrarse con pares en el juego es un espacio único para las actividades que permiten el desarrollo de habilidades sociales y emocionales.
“Los beneficios del juego para el desarrollo son múltiples y el uso del espacio al aire libre no sólo ofrece un buen contexto para el desarrollo de habilidades motoras, sino que también se puede incentivar la capacidad de exploración, el conocimiento y cuidado de la naturaleza, el desarrollo de la autonomía entre muchas otras cosas”.
¿Cuál es el objetivo de esta guía?
La guía está pensada en primera instancia para la adaptación de patios en contextos educativos, pero sin duda es un muy buen material para las familias con hijos e hijas pequeños. Ojalá motive a muchos a adaptar espacios compartidos en sectores de edificios o pasajes para generar entornos seguros para el juego al aire libre.
¿Con cuánta periodicidad un niño o niña debería jugar en espacios al aire libre para tener un desarrollo más sano?
Los beneficios del juego para el desarrollo son múltiples y el uso del espacio al aire libre no sólo ofrece un buen contexto para el desarrollo de habilidades motoras, sino que también se puede incentivar la capacidad de exploración, el conocimiento y cuidado de la naturaleza, el desarrollo de la autonomía entre muchas otras cosas. Lo ideal es que niños y niñas pasen mucho tiempo en patios y plazas, haciendo juego libre o juego dirigido de manera intercalada; siempre bajo el cuidado y supervisión de adultos. Ojalá al menos una vez al día puedan realizar estas actividades, en caso que las posibilidades de los adultos a cargo estén restringidas por otras obligaciones.
¿Qué pasa si una escuela no cuenta con espacios adecuados para desarrollar las actividades de la guía? ¿La guía entrega soluciones y opciones?
Lo más importante es el principio que hay detrás: los patios, aunque sean pequeños, pueden ser espacios de aprendizaje y juego. Lo más importante es como se usan, más allá de lo que ellos tengan. Es importante que estén libres de riesgos para los niños y niñas, y que haya adultos que incentiven la exploración y la creatividad, lo que a veces se logra con muy pocos elementos. La guía entrega propuestas que son fáciles y baratas de implementar, pero además recopila una serie de juegos y actividades, muchas de ellas muy conocidas, pero que tienen un potencial educativo que no siempre se ha valorado.
¿Qué le diría a educadores, padres y madres para que se atrevan a usar los espacios al aire libre e incentivar el juego en niños y niñas?
Les diría que niños y niñas han pasado ya mucho tiempo, tal vez demasiado, en espacios pequeños, expuestos a pantallas y jugando solos. Hay que aprovechar al máximo el espacio al aire libre para jugar, correr, trepar, y conectarse con otros niños y niñas. En los espacios abiertos hay menos posibilidad de contagio por Covid-19, aunque igual es bueno tener precauciones con el lavado de manos o la higienización de los juegos que se usan, etc. Y en el ámbito escolar, en Chile hay una idea muy arraigada de que a los niños hay que tenerlos guardados cuando hace frío, sin embargo, lo que muestra la experiencia en otros lugares más fríos que acá es que se puede jugar siempre afuera si se cuenta con buen abrigo; los espacios cerrados son más riesgosos en términos de contagio de todo tipo de virus que los espacios abiertos. En eso hay mucho que avanzar aún, pero tal vez es un aprendizaje que nos deja la pandemia.