Protección de la niñez y adolescencia
Contra la violencia, el abuso y la explotación

Desafíos
En Bolivia, es débil la cultura de respeto por los derechos del niño y las causas raíz de la violencia suelen ignorarse o justificarse. La vida cotidiana refleja la percepción de los niños como objetos – que son la propiedad de sus padres - y no como titulares de derechos humanos. La pobreza y los altos niveles de alcoholismo hacen que los niños vivan en entornos en los que son vulnerables y desprotegidos.
Sólo se denuncia una fracción de los casos de violencia, abuso, abandono o explotación de niñas, niños y adolescentes, por lo que estos datos no reflejan la realidad violenta. Las adolescentes están en una situación particularmente desfavorecida y están en riesgo porque el machismo y la discriminación son aceptados y promovidos en la sociedad. La violencia en razón de género, en particular la violencia sexual, afecta a todos los estratos sociales y económicos de la sociedad, pero no se reconoce como un problema de salud o social en Bolivia.
Invertir en la protección de los jóvenes es, ante todo, un imperativo moral. Previene los daños psicológicos a largo plazo y al mismo tiempo garantiza que los niños, niñas y adolescentes estén seguros y desarrollen todo su potencial.
Abordar las consecuencias de un niño que no tiene acceso a sistemas de protección sólidos, como la ruptura de la familia, la exclusión, la falta de un hogar, la mala salud física o mental y el abuso de sustancias es muy costoso, por no hablar del sufrimiento humano asociado. Por esta razón, es importante evitar que los niños crezcan en la pobreza y la vulnerabilidad para garantizar que su bienestar hoy, sus posibilidades de vida mañana y el futuro de la sociedad no se vean dañados irreversiblemente.

Soluciones
Invertir en la protección de la niñez y adolescencia es, ante todo, un imperativo moral. Previene los daños psicológicos a largo plazo y al mismo tiempo garantiza que los niños, niñas y adolescentes estén seguros y desarrollen todo su potencial.
Abordar las consecuencias de un niño que no tiene acceso a sistemas de protección sólidos, como la ruptura de la familia, la exclusión, la falta de un hogar, la mala salud física o mental y el abuso de sustancias es muy costoso, por no hablar del sufrimiento humano asociado. Por esta razón, es importante evitar que la niñez y adolescencia crezca en la pobreza y la vulnerabilidad para garantizar que su bienestar hoy, sus posibilidades de vida mañana y el futuro de la sociedad no se vean dañados irreversiblemente.
Con este objetivo UNICEF trabaja junto a sus contrapartes y aliados en las siguientes tres áreas.

Aumentar los recursos destinados a la prevención y la respuesta a la violencia.
- UNICEF genera pruebas y datos para apoyar la asignación de recursos. Por ejemplo, hemos evaluado la situación de los adolescentes en el sistema juvenil de justicia, de los niños involucrados en las peores formas de trabajo infantil, de los niños en situación de calle y la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes. También realizamos estudios sobre el costo/la viabilidad de los cuidados alternativos para niños y niñas sin cuidado de sus padres frente a la institucionalización.
- UNICEF participa en el diálogo sobre políticas y actividades de incidencia. Por ejemplo, estamos diseñando una estrategia nacional para abogar por la asignación de recursos suficiente y políticas que garanticen la calidad del sistema de protección de la infancia, niñez y adolescencia a nivel subnacional.
Mejorar el acceso a un sistema de justicia amigable para los niños y a servicios especializados de protección de la niñez.
- UNICEF proporciona desarrollo de capacidades y el fortalecimiento del sistema. Por ejemplo, implementamos capacitación formal para el sistema de justicia sobre intervenciones de protección de la niñez, tales como protocolos, atención y mecanismos de derivación. También reforzamos los centros especializados para la prevención y la atención terapéutica de las víctimas de violencia sexual y los programas especializados para adolescentes en conflicto con la ley.
- UNICEF fomenta la programación intersectorial y multisectorial para responder mejor a la violencia contra los niñez y adolescencia. Por ejemplo, UNICEF facilita la coordinación de los esfuerzos de protección con los sectores de la salud, la educación y la justicia y con servicios especializados de protección de la infancia.
- UNICEF promueve la cooperación Sur-Sur y las alianzas estratégicas entre el sector público y el privado. Por ejemplo, UNICEF sensibiliza e incide con el sector privado y sus programas de responsabilidad social empresarial a fin de desarrollar metodologías para crear entornos de protección y evitar la explotación de los niños.


Las comunidades, las familias, los adolescentes y los niños de los municipios seleccionados desarrollan habilidades para reducir, prevenir y denunciar los casos de violencia, abandono y explotación.
- UNICEF promueve un enfoque multisectorial para promover el cambio de comportamiento, las percepciones y la demanda de un sistema de justicia eficaz y servicios especializados de protección de la infancia para responder a la violencia. Hemos desarrollamos un modelo para apoyar a las familias a cuidar y proteger a sus hijos e hijas, y evitar el abandono y el descuido.
- UNICEF apoya a los niños y adolescentes como agentes de cambio. Por ejemplo, desarrollamos herramientas para actividades comunitarias y escolares con el fin de empoderar a los niños y adolescentes para que se defiendan a sí mismos y a sus compañeros contra todas las formas de violencia.
- UNICEF elabora y utiliza métodos innovadores para reducir la violencia contra los niñez y adolescencia. Por ejemplo, diseñamos modelos basados en la comunidad relacionados con la protección de la infancia al utilizar nuevas tecnologías y alianzas innovadoras.