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ÁFRICA OCCIDENTAL Y CENTRAL NÍGER: REPORTAJE

© UNICEF Myanmar/2007/Barger

La trabajadora comunitaria de la salud Gomma Saïdou visita a Amina Mamane y su hija de 11 meses en su poblado de la región de Maradi. Gomma ofrece orientación sobre alimentos saludables para mejorar la situación nutricional de los niños.

PREVENIR LA DESNUTRICIÓN CON LOS CONSEJOS SALUDABLES DE UNA AFABLE VECINA

La trabajadora sanitaria Gomma Saïdou, de 50 años, es siempre una invitada bienvenida en el hogar de sus vecinos. Los rostros de las mujeres, los niños y las niñas se iluminan con sonrisas mientras esta excepcional abuela explica amablemente a las familias cómo mejorar las prácticas de atención infantil, en Safo Nassaraoua, una localidad situada en la región centro-meridional de Maradi, en el Níger.

"Hace cuatro años, dice Gomma, la aldea seleccionó a diez mujeres para formarlas como trabajadoras sanitarias comunitarias. Yo ya era partera tradicional, por eso me eligieron".

A fin de ampliar la cobertura sanitaria y llegar a las aldeas que apenas cuentan con servicios, UNICEF y sus aliados forman a voluntarios de las localidades para que puedan enseñar a las familias hábitos de atención sanitaria que deben emplear con sus hijos e hijas. Entre otras cuestiones, reciben formación acerca de cómo prevenir enfermedades por medio de una buena higiene y de una mejora de la alimentación, se les enseña a reconocer los síntomas de la desnutrición y de las enfermedades y a saber cómo y cuándo acudir en busca de atención médica.

Estas lecciones resultan especialmente pertinentes teniendo en cuenta que en el Níger se vive una situación de emergencia nutricional permanente. Una encuesta practicada en julio de 2008 revelaba que el 10,7% de los niños y  niñas menores de cinco años de todo el país sufren desnutrición grave, y que cerca del 40% padecen retraso en el crecimiento. Para Gomma, la situación de emergencia nutricional es evidente en su aldea. Como miembro del equipo comunitario de promoción del crecimiento, colabora en la supervisión del crecimiento de los niños y niñas menores de tres años pesándoles una vez al mes.

"Mientras que pesamos a los bebés, dice Gomma, damos a las madres consejos prácticos sobre la lactancia materna como método exclusivo de alimentación, sobre los hábitos alimenticios adecuados para cada edad y sobre la higiene en el hogar". Las madres de niños con un peso inferior al normal reciben asesoramiento individual acerca de cómo preparar comidas equilibradas. A los niños y niñas que padecen desnutrición se les envía para recibir tratamiento a uno de los más de 800 centros que han sido creados con el apoyo de UNICEF.

"Una semana después de pesar a los bebés, explica Gomma, visito los hogares de las mujeres que tienen hijos e hijas con un peso inferior al normal para comprobar si han sido capaces de seguir nuestros consejos". Los niños y niñas que están en el límite o que tienen un peso inferior al normal sufren riesgo de padecer desnutrición. Hoy va a visitar a Amina Mamane, de 43 años, y a su hija de 11 meses, Sharifa. Hace una semana, el peso del bebé apenas estaba dentro de los límites normales para su edad.

Corren tiempos difíciles para Amina. Tanto ella como su esposo labran la tierra para cultivar los alimentos suficientes que les permitan alimentar a los seis miembros de la familia. El esposo de Amina trabaja también como asalariado en otros campos de cultivo a fin de ganar más dinero para comprar alimentos, porque el granero de la familia está vacío y aún quedan dos meses para la cosecha. "Llevamos dos años malos seguidos, pero parece que este año la cosecha será mejor", explica Amina.

Gomma entiende lo que Amina está pasando porque ella crió a su familia en circunstancias similares. Cuando le pregunta por la salud del bebé, Amina responde: "Hoy me he quedado en casa porque Sharifa está enferma. Además tenía que moler mijo para los niños". Amina se dispone a preparar una bebida a base de mijo y agua para que la familia se alimente hasta que puedan costearse los ingredientes para la próxima comida. Gomma comienza a hablar de otras cosas, añadiendo un toque de humor para levantarle el ánimo a Amina. A continuación le recuerda a Amina las cosas que debe hacer para combatir la desnutrición y mejorar la salud de su bebé.

La ingesta insuficiente de alimentos es sólo una de las causas de la desnutrición. También influyen factores tales como la existencia de una atención sanitaria, el acceso a información que puede salvar vidas, la disponibilidad de agua salubre y la higiene, que Gomma incluye en los consejos que le da a Amina: "Recuerda emplear agua limpia cuando prepares la bebida de mijo. Si los síntomas de Sharifa empeoran, llévala enseguida al centro de salud para que le administren tratamiento. No te olvides de bañar a los niños y de tener el patio barrido".

Amina escucha con atención y asiente. Le agradece a Gomma su preocupación por la salud del bebé. Al marcharse Gomma, Amina la acompaña hasta la verja. Gomma se encamina calle abajo en dirección a la siguiente casa en la que, cual vecina afable y cariñosa, compartirá información vital para prevenir la desnutrición.