Martina obtuvo su cédula de identidad a los 43 años
Qué significa por fin tener una identidad, verse reflejada en un documento oficial y poder existir legalmente.

Martina Chilavert tiene 43 años y por primera vez pudo tener una cédula de identidad a través del Programa de Protección Social “Vamos” del Gobierno, con apoyo de la UE, UNICEF y la OIT.
Mamá de 7 hijos, y abuela de 3, campesina y productora de cedrón, maní y maíz, Martina nos recibió en su casa ubicada en el asentamiento La Preferida de Santa Rosa del Aguaray, departamento de San Pedro, a 260 km de la capital de Paraguay.
Martina explica los pasos que llevan a cabo en familia para la producción y cosecha del cedrón.
El aroma del cedrón penetra el campo, las manos de Martina muestran esta planta que es principal sustento de su familia.
Martina con su hijo Fermín de 10 años con quien se encarga de juntar el cedrón cosechado.
Un machete y trabajo duro bajo el sol forman parte de la cotidianeidad de esta familia.
Luego de volver del campo, y de una ronda de tereré con su pareja, empieza la rutina de la preparación del almuerzo.
Los pollitos, gallinas, patos, chanchos y un loro rodean a Martina en medio de sus quehaceres.
Albert, de 10 meses, nieto de Martina, duerme la siesta mientras todos esperan que finalice la preparación de la comida.
Modesta Arévalos, consultora de UNICEF, conversa con Martina y su familia. Su trabajo consiste en ser enlace entre el Programa de Protección Social y ser un soporte para los participantes que viven en situación de vulnerabilidad.
En el idioma guaraní profundo, con sus silencios y miradas de por medio, Martina nos fue relatando lo que significó para ella tener por fin una identidad, verse reflejada en un documento oficial y poder existir legalmente.
“Es muy bueno tener una cédula porque es demasiado difícil vivir sin documentos. Me da mucho alivio y estoy muy contenta porque ahora ya tengo mi documento”, expresó Martina.