“Quiero que no sienta miedo nunca más”
Atención a la niñez víctima de violencia
Guatemala, marzo 2023. Una niña sube las escaleras que la llevan al interior de un edificio de tres pisos. Tiene el cabello peinado con dos trenzas que le llegan hasta los hombros. Sube con una sonrisa muy grande y una timidez solo aparente. Ella es Elena* y tiene 7 años.
Después de recorrer un largo pasillo es recibida con un abrazo por Hilda Zapeta, la psicóloga quien le da seguimiento y le brinda apoyo. Casi todas las paredes están decoradas con murales enormes y coloridos, con dibujos realizados por niñas y niños junto a muchas fotos de ellos mismos realizando actividades recreativas.
Elena es la menor de cinco hermanos, dos niños y tres niñas. Hace unos años sus padres decidieron separarse y convinieron en cuidar a sus hijos por separado. La mamá se encargaría de sus hijas y el papá de sus hijos.
Ambos padres iniciaron una nueva vida con otras parejas: el papá ha formado una nueva familia, mientras que la mamá ha tenido una vida sentimental inestable con varias parejas. En nochebuena del 2020 la mamá de Elena y su pareja tuvieron una pelea más intensa y violenta que de costumbre. Con el intento de protegerla, la hermana mayor de Elena la llevó a casa de su papá, quien notificó a la Policía para informarles que Elena se encontraba bajo su cuidado.
Ese fue el momento en que se pusieron en marca los protocolos para su protección. Después de entrevistar y escuchar a Elena a los funcionarios de la Procuraduría General de la Nación (PGN) le quedó evidente que la niña había sido víctima de violencia y abusos sexuales por parte de la pareja sentimental de su mamá. Por ello, el Juzgado de Niñez y Adolescencia ordenó que Elena estuviera ahora a cargo de su papá y la refirió con El Refugio de la Niñez, el socio implementador de UNICEF para que pudiera recibir apoyo emocional.
En Guatemala, cada día se registran 19 casos de abuso sexual en niñas, niños y adolescentes y 37 casos de maltrato infantil. La mayoría no reciben ayuda de un profesional para apoyarles en su recuperación psicológica.
“Elena ha sido acogida muy bien en la familia de su papá y eso ha ayudado mucho para su recuperación”, menciona Hilda, su psicóloga.
UNICEF, gracias al financiamiento del Gobierno de Suecia y a través de su socio El Refugio de la Niñez, apoyan al Estado de Guatemala para que la niñez víctima pueda acceder a servicios de protección y de apoyo a su salud mental y bienestar emocional.
“Ahora hemos logrado ampliar la cobertura y atender personalmente a la niñez y adolescencia vulnerada de un gran territorio. Alcanzamos a llegar donde antes no podíamos atender”, comentó Edna Canahuí, de El Refugio de la Niñez con gran optimismo y satisfecha.
Mientras Elena asiste a su sesión, Ana* la nueva esposa de su papá la espera en una banca afuera amamantando a su último hijo de pocos meses.
“Me reflejo mucho en ella. Yo también viví una situación similar en mi niñez. Fui víctima de abuso por parte del conviviente de una tía y mi familia no me creyó. Yo quiero que no sienta miedo nunca más”, dice Ana.
Con mucho orgullo dice: “ella no me llama por mi nombre, siempre me dice mamá, eso significa que estoy haciendo las cosas bien”, afirma con los ojos llorosos.
El color favorito de Elena es el morado, le encantan los helados de fresa y comer pizza. Su “animal” favorito es el unicornio y cuando dibuja lo tiene claro: “Mi mamá es la reina, mi papá es el rey y yo soy la princesa”, dice Elena. Quizás ya fantaseaba con ese juego y ahora, gracias a su familia amorosa, se volvió realidad.
Cada vez que una niña o niño es protegido, hay esperanza.
*Nombres ficticios para proteger su identidad.