Cómo hablar con tus hijos sobre las vacunas contra la COVID-19

Consejos para transmitir confianza y seguridad a tus hijos.

Por UNICEF
Dilan y su mamá Mariangelis en Ecuador.
UNICEF/UNI213987/UNICEF
24 Mayo 2021

Las noticias sobre las vacunas contra la COVID-19 están inundando nuestra vida cotidiana, y lo más natural es que los niños pequeños, que son tan curiosos, tengan preguntas… y muchas. Vacunarse es una experiencia que puede generar miedo y angustia en algunos niños. Cada vez hay más vacunas contra la COVID-19 autorizadas para la población infantil así que, para cuando tengas la oportunidad de vacunar a tus hijos, he aquí algunos consejos que te ayudarán a explicarles de forma sencilla y tranquilizadora una cuestión que puede ser compleja.

 

1. Asegúrate de tener la información correcta

Antes de hablar con tus hijos sobre las vacunas para la COVID-19, es importante que tú misma las entiendas. También es fundamental que puedas hablar sobre las vacunas con un lenguaje adaptado a la edad de tus hijos, para que te entiendan. Para ello, un buen punto de partida es la conversación que mantuvimos con el Dr. Mike Varshavski.

>> Lo que debes saber sobre las vacunas de la COVID-19

 

2. Pregúntales y escucha

Invita a tu hijo a que comparta lo que ha oído sobre las vacunas contra la COVID-19, y escucha sus respuestas. Puede que la idea de vacunarse le entusiasme y no le preocupe en absoluto, pero también existe la posibilidad de que haya escuchado cosas que le susciten preguntas e inquietudes. Prepárate para esa reacción, es totalmente normal.

Es importante que te involucres de lleno y que te tomes en serio los temores que plantee. Sé paciente; la pandemia y la desinformación han causado mucha preocupación e incertidumbre a todos. Informa a tus hijos que siempre pueden hablar contigo o con otro adulto de confianza (por ejemplo, un profesor) sobre lo que les preocupa. Ofrecer a tu hijo o hija la oportunidad de plantear todas las dudas que pueda tener y contestar a cada pregunta de forma sincera y comprensiva le ayudará a entender que has decidido que se vacune por su salud y su seguridad.  

 

3. Háblales con sinceridad

Los niños tienen derecho a saber lo que está ocurriendo, pero debemos explicárselo de un modo que sea apropiado para su edad. Ten en cuenta que los niños absorben los estados emocionales de los adultos; así que, aunque te preocupe que tu hijo pueda sentirse incómodo, procura no hacerle demasiado partícipe de tus temores. Jugar es una manera muy útil de manejar las emociones difíciles con los niños más pequeños. Si tu hijo parece ansioso, pueden dibujar juntos o explorar sus sentimientos por medio de un juego de simulación.

Háblale con total sinceridad de lo que ocurrirá exactamente cuando vaya a vacunarse contra la COVID-19. Explícale qué pasará el día de la cita y cuéntale, por ejemplo, dónde se va a vacunar y cuánto tiempo le llevará. Dile que van a ponerle una inyección con una aguja y que puede que note un ligero pinchazo. Anticípale que, uno o dos días después de vacunarse, quizás se sienta un poco enfermo, pero que eso es totalmente normal y demuestra que la vacuna está haciendo efecto.  

Una forma eficaz de quitarle el miedo que pueda tener consiste en contarle tu propia experiencia. Cuéntale el proceso que tú seguiste cuando te vacunaste contra la COVID-19 y cómo te sentiste después.

 

4. Explícales que se vacunan para protegerse 

Es importante que tu hijo entienda que lo llevas a vacunarse contra la COVID-19 porque la vacuna será buena para su salud y su seguridad. Dile que has decidido que se vacune para que esté protegido contra una enfermedad grave y también para contribuir a la protección de los demás.

 

5. Responde a sus preguntas

Aquí tienes algunas respuestas efectivas para los niños que puedes utilizar para responder a las preguntas que tu hijo plantee sobre las vacunas contra la COVID-19:

¿Qué es una vacuna?

Una vacuna es como un escudo que te protege frente a una enfermedad.

¿Cómo funcionan las vacunas?    

Las vacunas enseñan a tu cuerpo a combatir las enfermedades. Esto lo hacen introduciendo en tu cuerpo un pequeño fragmento del germen –o algo que se parece al germen– que causa la enfermedad de la que necesitas protegerte, de modo que tu cuerpo pueda aprender lo que tiene que hacer para combatirlo. De este modo, si alguna vez entras en contacto con la enfermedad, tu cuerpo sabe exactamente qué hacer, y eso evita que te enfermes.

¿Son seguras las vacunas?

Sí, ¡las vacunas son muy seguras! Millones de niños –¡y adultos!– se vacunan cada año, lo cual les ayuda a protegerse de muchas enfermedades. Y hasta el momento, millones de niños y niñas ya se han puesto la vacuna contra la COVID-19 sin ningún problema.  

Nota para los progenitores: Es muy posible que los niños mayores tengan preguntas sobre la seguridad de las vacunas contra la COVID-19. Para tranquilizar a tu hijo, puedes explicarle que cada una de las vacunas autorizadas se ha sometido a un riguroso proceso de investigación y pruebas para establecer claramente su seguridad y su eficacia en niños de la misma edad que él o ella. Hemos publicado más información sobre las vacunas contra la COVID-19 aquí.

¿Cuándo me puedo poner la vacuna contra la COVID-19?

Las personas mayores (aquí puedes mencionar a un familiar o un amigo) tienen más riesgo de enfermar a causa de la COVID-19 que los niños; por eso, las vacunas se están administrando en primer lugar a los adultos. Los médicos están probando ahora las vacunas para asegurarse de que funcionan bien también en los niños; y nuestro Ministerio de Sanidad nos informará cuando esté lista la vacuna para los niños. Entretanto, es importante que sigamos protegiéndonos a nosotros mismos y a los demás usando mascarillas, lavándonos las manos y manteniendo la distancia física.

Nota para los progenitores: Los niños no figuran entre los grupos prioritarios de vacunación contra la COVID-19, y esto seguirá siendo así en muchos países del mundo. Se debe a que el objetivo principal es proteger a las personas que corren mayor riesgo de contraer enfermedades graves y de morir debido a la COVID-19; es decir, los ancianos, las personas que padecen otras enfermedades y el personal de salud de primera línea. Antes de vacunar a los niños es necesario vacunar a estas poblaciones.

¡Los pinchazos me dan miedo! ¿Me tengo que vacunar?

Entiendo cómo te sientes, pero ya verás que en un abrir y cerrar de ojos ¡se habrá terminado! Sentirás un pequeño pellizco, y ya está, como con las otras vacunas. Si llega el momento de vacunar a los niños, practicaremos en casa antes de acudir a tu cita, para que sepas exactamente lo que te vas a encontrar. ¡Y después podemos preparar algo agradable para celebrarlo!

¿Me sentiré enfermo después de recibir la vacuna?

Cuando nos vacunamos, hay una pequeña posibilidad de que tengamos fiebre, algunas molestias o el brazo dolorido. Sin embargo, son efectos que no duran mucho y que en todo caso siempre serán mejores que contraer una forma grave de la COVID-19. También demuestran que la vacuna está funcionando y que el cuerpo está creando la protección que necesita para luchar contra la enfermedad. Si padeces alguno de estos síntomas, volverás a sentirte totalmente bien en tan solo uno o dos días.  

 

6. Comprueba cuándo puedes vacunar a tus hijos contra la COVID-19 

Existe un número cada vez mayor de vacunas contra la COVID-19 autorizadas para la población infantil, por lo que es importante estar al corriente de las recomendaciones que emiten las autoridades sanitarias locales y nacionales. Los niños y las niñas y los adolescentes suelen padecer una forma más leve de la enfermedad que los adultos. Por eso, salvo si tu hijo se encuentra en un grupo de riesgo con más probabilidades de padecer una forma grave de COVID-19, tendrá menos prioridad para vacunarse que los ancianos, las personas con enfermedades crónicas y los trabajadores sanitarios. Consulta a las autoridades locales del lugar donde vives para conocer el calendario de vacunación infantil. Entretanto, recuérdale a tu hijo la importancia de que todos tengamos cuidado para protegernos unos a otros con medidas como evitar los espacios con demasiada gente, mantener la distancia física, lavarnos las manos y llevar mascarilla.

 


Recuerda: si no conoces la respuesta, no la supongas. Aprovecha la oportunidad para explorar junto con tu hijo las respuestas. Los sitios web de organizaciones internacionales como UNICEF y la Organización Mundial de la Salud constituyen excelentes fuentes de información. Si tu hijo es mayor, puede aprender muchas cosas participando en La Juventud Opina, una comunidad mundial integrada por jóvenes.