Bridgith Freire se traslada a comunidades alejadas para que los niños puedan vacunarse
A través de UNICEF Ecuador, el gobierno de Japón donó cerca de un millón de dólares para fortalecer la Estrategia Nacional de Inmunizaciones del Ministerio de Salud Pública.

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Judith Shiguango (34), una madre de la localidad de Santa Bárbara, una comunidad kichwa de difícil acceso en el cantón Tena, necesita más de medio día de viaje para llegar al centro de salud más cercano. Salir de su casa, rumbo al puesto de salud en Puni Bocana no es tarea fácil: primero debe caminar hasta el río, allí esperar a que una canoa la recoja, llegar a la otra orilla y caminar una vez más. Sin embargo, hoy no tiene que trasladarse ni dejar sus cultivos, para que sus cinco hijos, Joao (13), Mikaela (11), Fabián (8), Maricela (6) y Ainara (5 meses), tengan acceso a vacunas, controles médicos y atención odontológica.
Son las ocho de la mañana, llovizna. Varias familias de Santa Bárbara se reúnen en el centro comunitario, donde una mesa y largas banquetas se transforman en una sala de espera. Las familias aguardan por Bridgith Freire (23), una enfermera que trabaja en el puesto de salud Puni Bocana y es parte de las brigadas del Ministerio de Salud que llevan atención a zonas alejadas. “Cuando llegamos a las comunidades, nos reciben con los brazos abiertos. Siempre nos preguntan qué atención vamos a dar, si atención médica, si son vacunas, atención odontológica u otro tipo de atención”, cuenta Bridgith, mientras retira las vacunas de un contenedor repleto de bolsas de hielo.

Asegurar la vacunación en zonas alejadas es todo un desafío, en especial en la región amazónica. La distancia, lo intrincado de los caminos y la falta de transporte público no son los únicos retos que hay en localidades como Santa Bárbara. El clima de la Amazonía suele jugar malas pasadas. Las lluvias constantes no solo complican el traslado del personal de salud, sino que ocasionan cortes de luz que ponen en riesgo la conservación de las vacunas. Las variaciones de temperatura pueden alterarlas y afectar su efectividad.
Contar con equipos de refrigeración adecuados, que aseguren la conservación de la cadena de frío de las vacunas es crucial. A través de UNICEF, el Gobierno de Japón donó cerca de un millón de dólares para fortalecer la Estrategia Nacional de Inmunizaciones del Ministerio de Salud Pública del Ecuador. La meta es mejorar la conservación, manejo y distribución de vacunas en nueve provincias del Ecuador (Carchi, Esmeraldas, Imbabura, Manabí, Napo, Orellana, Pichincha, Santo Domingo de los Tsáchilas y Sucumbíos), priorizadas por el Ministerio de Salud.


“Gracias al generoso aporte del Gobierno de Japón, esta donación se ha invertido en la compra de varios tipos de congeladores y cajas térmicas que van a beneficiar a 609 establecimientos de salud. Asimismo, 1.800 establecimientos de salud a nivel nacional van a contar con portavacunas y con paquetes fríos para un transporte seguro de las vacunas. Nosotros hemos acompañado la puesta en funcionamiento, la distribución de estos equipamientos y hemos apoyado en el fortalecimiento de las capacidades del personal del Ministerio de Salud”, informa Katherine Silva, Oficial de Salud y Nutrición de UNICEF en Ecuador.
Las brigadas de salud comienzan su jornada desde muy temprano, retirando las vacunas de los refrigeradores instalados en el puesto de salud de Puni Bocana. Estos equipos son esenciales porque cuentan con transformadores y reguladores de voltaje que permiten mantener estable la temperatura de las vacunas para que no se dañen con los cortes de electricidad.
“Antes teníamos un refrigerador doméstico para almacenar las vacunas. Siempre estuvimos dándole un buen cuidado, para cumplir con la cadena de frío, pero cuando había un corte de luz o cuando había lluvias intensas, por lo general el aumento o disminución del voltaje hacía que estos equipos se quemaran”, comenta María Elena Zumba, Responsable Zonal de Inmunizaciones del Ministerio de Salud.

En una zona como Puni Bocana, con un clima que oscila entre 25 a 30 grados y una húmedad promedio de 79%, la temperatura es un reto. Bridgith explica que para llegar a las comunidades cercanas, ella y sus colegas tardan mucho tiempo. “En esas cuatro horas, nuestras vacunas pueden sufrir un cambio de temperatura extremo”, advierte.
Como parte de la donación del Gobierno de Japón a través de UNICEF, también se entregaron ‘coolers’ o portavacunas, pequeñas cajas térmicas que los vacunadores cuelgan al hombro, para conservar las vacunas adecuadamente y luego trasladarlas de manera segura hasta las comunidades alejadas. “Esto facilita mi trabajo. Los portavacunas nos ayudan a conservar nuestra cadena de frío, que la vacuna no se dañe y poder administrar a nuestros pacientes una vacuna de calidad”, explica la enfermera, mientras atiende a decenas de niños que se acercan para su atención a través de la brigada médica implementada en el centro comunitario.

La llegada de los equipos de salud a las comunidades es clave para Judith y otras familias. “Es clave llevar brigadas integrales de salud, en las que esté el médico, el odontólogo, la enfermera, y hacer un trabajo conjunto para atender a las comunidades, tomando en cuenta que las casas están ubicadas en zonas dispersas de difícil acceso. Es más fácil organizar a la población en sus propias comunidades para brindarles atención y asegurar la vacunación”, afirma María Elena Zumba, Responsable Zonal de Inmunizaciones del Ministerio de Salud.
Judith y sus hijos solo tuvieron que caminar durante 10 minutos para llegar hasta la brigada de salud que se instaló en la comunidad de Santa Bárbara. Sus cuatro hijos recibieron atención médica y su pequeña hija Ainara, de 5 meses de edad, pudo ser vacunada. Una vacunación oportuna y de calidad es una de las estrategias más costo-efectivas en salud pública, porque permite prevenir enfermedades transmisibles que pueden ser mortales.
Los gobiernos, la comunidad internacional y la sociedad en su conjunto deben seguir uniendo esfuerzos para asegurar que todos los niños y niñas, incluso en los rincones más lejanos, accedan al esquema completo de vacunación, para asegurar su derecho a la salud.
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Visita a Lago Agrio, Ecuador
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