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¿Cómo cortar la violencia?
#CortaLaViolencia
Para cortar la violencia debemos comprometernos a proteger y cuidar a los niños, niñas y adolescentes. En este esfuerzo todos tenemos un rol y una responsabilidad.
Padres, madres y cuidadores:
- El cuidado amoroso es esencial para que los hijos crezcan sanos y felices: Para lograrlo, el punto de partida es reconocer que las niñas y los niños no son objetos o cosas que pertenecen a los adultos, son personas con derechos y dependen del cuidado de madres, padres y cuidadores.
- Debemos cortar las ideas de disciplina violenta: dejar de pensar que los golpes, gritos, insultos o amenazas son formas válidas educar, pues la disciplina violenta siempre daña.
- Establecer rutinas de cuidado positivas: Es importante que los adultos al cuidado de los niños se pongan de acuerdo sobre las normas de convivencia en casa y las expliquen de forma clara a los niños.
- Límites sin violencia: Es una tarea fundamental para que los niños aprendan a distinguir entre lo que está bien y lo que está mal, a tomar decisiones y a responsabilizarse de los resultados. Poner límites no es pasarse regañando, es ordenar la vida cotidiana de tal manera que no haya que discutir lo mismo todos los días. También es importante que el adulto predique con el ejemplo. Los límites adecuados se ponen siempre con respeto y sin recurrir a la violencia. Existen consecuencias sin violencia como, por ejemplo, privar temporalmente a un niño de una actividad que le gusta. En la guía Herramientas para la crianza puedes encontrar más información y consejos sobre este tema.
- Haz una pausa antes de reaccionar: Cuando las cosas se ponen difíciles o cuando los adultos están muy cansados o estresados, hacer cumplir las reglas es un desafío. En ese caso, lo mejor es tomarse 5 minutos para respirar y volver a la calma, antes de reaccionar de forma inadecuada.
- La comunicación es clave: Si establecemos una comunicación franca, honesta y sin miedo, generamos un lazo invisible que nos une para siempre. Comunicarse no es sólo hablar, sino compartir ideas, experiencias, sentimientos. Para poder comunicarnos hay que tener voluntad de encontrarse y de compartir tiempo. Una buena comunicación no se construye con prisa. La comunicación no es tal cuando sólo habla el adulto o, cuando sermonea.
Para conocer más herramientas de crianza amorosa, te recomendamos consultar la Guía Buen trato.
Personas adultas:
- Todas y todos tenemos la obligación de proteger a las niñas y niños de nuestra comunidad.
- Todas y todos tenemos la obligación de prevenir la violencia en contra de niñas y niños en nuestra comunidad.
- Promueve diálogos en tus espacios comunitarios para compartir ideas sobre cómo pueden prevenir la violencia. Acuerden reglas de cuidado mutuo y promuevan el concepto de que, en su comunidad, las niñas y los niños están en un espacio seguro.
- Si conoces de un caso de violencia en contra de un niño o niña, no lo ocultes, corta la violencia, denúncialo.
Escuelas y colegios:
- Las niñas y los niños deben encontrar en su comunidad educativa aliados para su cuidado.
- Profesoras, profesores y todo el personal escolar deben promover un cuidado respetuoso, promover la participación de niños y adolescentes y crear mecanismos de atención oportunos y eficientes en el caso de que exista un caso de violencia.
El Estado:
El Estado tiene la obligación de garantizar que los derechos de niñas y niños se cumplan en todo momento. Para esto debe contar con políticas, programas y servicios que permitan la prevención de la violencia en todas las esferas de la vida de un niño, así como también brindar servicios de atención eficientes para niñas y niños que han sido víctimas de violencia.