“Desde el primer momento, supimos que UNICEF nos apoyaría”
Con fondos del Gobierno de Corea, UNICEF apoyó la recuperación de comunidades y del sistema de salud en Matanzas, afectados por la explosión de la base de supertanqueros, en agosto de 2022
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La noche del 5 de agosto de 2022 quedará por siempre en la memoria de Isora Soraya Delgado. Mientras preparaba el café, para compartir con sus vecinos, de la comunidad “Cuarto Congreso”, en la zona industrial de Matanzas, vio cómo una descarga eléctrica impactaba la cúpula del tanque 52, donde se almacenaban 26.000 metros cúbicos de crudo nacional. De ahí en lo adelante, su vida y la de las otras 25 familias que vivían en esa comunidad, cambiaría para siempre.
Esa descarga eléctrica provocó un enorme incendio que, luego, se extendió a otros tres tanques, cargados de combustible. Isora recuerda que, de inmediato, se comunicó con las autoridades locales y alertó sobre el potencial peligro en el que se encontraba su comunidad.
Esa misma noche ella, junto a su familia y todos los residentes en el lugar, fueron evacuados. “Lo más importante siempre fue resguardar la vida de las personas”, asegura Isora, mientras nos muestra, en el terreno, el lugar que ocupaban dos casas de la comunidad que fueron devoradas por las llamas.
“Mi casa sufrió daños menores, en el baño; pero lo perdimos todo dentro, porque el hollín cubrió todos nuestros efectos electrodomésticos”, rememora Isora. “Fue un día triste”, nos dice, con la voz entrecortada.
“Nunca habíamos tenido un desastre como este. Es algo que se nos va de la mano. No es la acción del hombre, sino de las fuerzas de la naturaleza. El país luchó mucho y recibimos ayuda de varias partes del mundo. Desde un primero momento supimos que UNICEF estaba con nosotros”, reconoce Isora quien agradece, a nombre de su comunidad, la preocupación por el bienestar de los suyos.
La extinción del fuego fue muy complicada. Durante siete días, el Cuerpo de Bomberos de Cuba, con el apoyo de brigadas procedentes de México y Venezuela, luchó para controlar el peor incendio en la historia del país. Desde helicópteros, aviones y camiones se lanzó agua y espumas especiales que permitieron sofocar las llamas. El siniestro causó la muerte de 17 personas y provocó lesiones en otras 146.
Regreso a casa
El retorno a casa de Isora y sus vecinos de la comunidad fue muy tenso, porque todo estaba quemado. “El gobierno trató de que, cuando nosotros llegáramos aquí, tuviéramos otra imagen. Con la ayuda de todos hemos tratado de volver a la normalidad”, asevera Isora. No obstante, las huellas de un hecho tan traumático siguen allí. “Nada más que se prende un fuego, todo el mundo se asusta, sobre todo los niños y las niñas, porque lo que vivimos fue muy fuerte”, aclara.
Ayuda necesaria
Con fondos del Gobierno de Corea, UNICEF adquirió 260 kits de higiene familiar que benefician a 5.200 personas afectadas por el siniestro en la base de supertanqueros. Una de las comunidades apoyadas fue la de “Cuarto Congreso”. Los kits contienen, entre otros ítems, un contenedor de agua, jabones de baño, detergente, almohadillas sanitarias, un orinal y una linterna.
“Estamos agradecidos por esta ayuda de Corea. Los kits son muy útiles y todo es necesario. Muchos de mis vecinos, al recibir los kits, me dicen mira qué bueno el detergente y los envases para acumular agua.”
Los fondos aportados por el Gobierno de Corea también contribuyeron al fortalecimiento del sistema de salud de la provincia de Matanzas, con la adquisición de medicamentos y material gastable que garantizó una atención de calidad a 55.000 personas en esa provincia.
Además, los fondos posibilitaron la adquisición de 100.000 sobres de sales de rehidratación oral, los que fueron entregados a las autoridades sanitarias de la provincia.
UNICEF Cuba trabajó en estrecha coordinación con el gobierno local, para la identificación de las familias más vulnerables, y con las autoridades provinciales del Ministerio de Salud Pública. Este diálogo permitió identificar acciones y suministros críticos para las poblaciones afectadas.
El incendio en la base de supertanqueros también afectó la estación de bombeo de agua de la ciudad. Con el apoyo del Gobierno de Corea fue posible adquirir una nueva bomba, la cual debe arribar próximamente al país y que beneficiará a 30.000 personas.
“Solo nos queda agradecer por el apoyo recibido. A pesar de las marcas que nos dejó ese terrible hecho, esta comunidad quiere seguir adelante”, se despidió Isora.