Cómo hablarle a sus hijas e hijos sobre la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19)
8 consejos para tranquilizar y proteger a los niños

Ahora mismo es fácil agobiarse por todo lo que se escucha sobre la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19). También es comprensible que sus hijos estén nerviosos. Para los niños puede ser difícil entender lo que ven en internet o en la televisión, o lo que escuchan decir a otras personas, y pueden ser especialmente vulnerables a sentimientos de ansiedad, estrés y tristeza. Sin embargo, mantener una conversación abierta y sincera con sus hijos podrá ayudarlos a entender y sobrellevar la situación e incluso a hacer una contribución positiva para los demás.
1. Hágale preguntas abiertas y escúchele
Empiece por invitar a su hija o hijo a hablar del asunto. Averigüe cuánto sabe y deje que lleve la iniciativa. Si es demasiado joven y todavía no ha oído hablar del brote, tal vez sea mejor no sacar el tema, pero puede aprovechar para recordarle los buenos hábitos de higiene sin generarle nuevos miedos.
Busque un entorno seguro y permita que su hija o hijo hable abiertamente. Los dibujos, las historias y otras actividades podrían ayudarle a iniciar la conversación.
Lo más importante es no restar importancia a sus preocupaciones ni evitarlas. Demuéstrele que entiende sus sentimientos y transmítale calma diciéndole que es normal asustarse por estas cosas. Demuéstrele que le escucha prestándole toda su atención, y asegúrese de que sabe que puede hablar con usted y con sus profesores cuando lo necesite.
2. Hable con honestidad: explíquele la verdad de la forma más adecuada para su edad
Los niños tienen derecho a conocer información veraz sobre lo que está pasando en el mundo, pero los adultos también tienen la responsabilidad de evitar que sufran. Utilice un lenguaje adecuado para su edad, observe sus reacciones y sea delicado con su grado de ansiedad.
Si no tiene respuestas para sus preguntas, no haga suposiciones. Aproveche la ocasión para buscar las respuestas juntos. Los sitios web de organizaciones internacionales como UNICEF y la Organización Mundial de la Salud son buenas fuentes de información. Explíquele que parte de la información que hay en internet no es rigurosa, y que es mejor confiar en los expertos.
3. Enséñale a protegerse a sí mismo y a sus amigos
Una de las mejores formas de proteger a los niños del coronavirus y otras enfermedades es, sencillamente, animarles a lavarse las manos con frecuencia. No tiene que ser una conversación alarmante. Prueben a cantar juntos con The Wiggles o a hacer este baile para que el aprendizaje sea divertido.
También puede enseñarle a cubrirse la tos o los estornudos con el codo, explicarle que es mejor no acercarse demasiado a las personas que tengan síntomas y pedirle que te avise si comienza a sentir fiebre, tos o dificultades para respirar.
4. Dele consuelo
Cuando vemos montones de imágenes preocupantes en la televisión o en internet, nos puede dar la sensación de que la crisis está por todas partes. Es posible que los niños no distingan las imágenes que ven en las pantallas de su propia realidad personal y crean que corren peligro inminente. Ayuda a su hija o hijo a lidiar con el estrés ofreciéndole oportunidades para jugar y relajarse siempre que sea posible. Siga las rutinas y los horarios habituales, sobre todo la hora de irse a dormir, o intente crear una nueva rutina si cambia de entorno.
Si hay un brote en su zona, recuérdele a su hijo que es improbable que contraiga la enfermedad, que la mayoría de las personas que tienen el coronavirus no se ponen muy enfermos y que hay muchos adultos trabajando sin descanso para protegerlos a ellos y a sus familias.
Si su hija o hijo se encuentra mal, explíquele que debe quedarse en casa o en el hospital porque es lo más seguro para él y para sus amigos. Tranquilícele diciéndole que sabe que a veces es difícil (o que puede asustar o ser aburrido), pero que, si sigue las normas, todo el mundo estará a salvo.
5. Averigüe si está siendo víctima de estigmas o si los está difundiendo
El brote de coronavirus ha traído consigo numerosas denuncias de discriminación racial por todo el mundo, así que es importante comprobar que su hija o hijo no está siendo víctima ni está propiciando el acoso.
Explíquele que el coronavirus no tiene nada que ver con la apariencia, el origen o el idioma que habla una persona. Si le han insultado o lo han acosado en la escuela, debería sentirse lo suficientemente cómodo para contárselo a un adulto de confianza.
Recuérdele que todo el mundo merece estar seguro en la escuela. El acoso siempre está mal y todos debemos hacer lo posible por transmitir generosidad y ayudarnos unos a otros.
6. Busque a las personas que están ayudando
Es importante que los niños sepan que la gente se está ayudando con actos de amabilidad y generosidad.
Comparta las historias de los trabajadores de la salud, los científicos y los jóvenes, que, entre otros, están trabajando para detener el brote y proteger a la comunidad. Para los niños puede ser un gran consuelo saber que hay gente compasiva tomando medidas.
7. Cuídese
Puede ayudar mejor a sus hijas e hijos si usted también está sobrellevando la situación. Los niños percibirán su reacción a las noticias, así que les ayudará saber que está con tranquilidad y que tiene todo bajo control.
Si siente ansiedad o está con mucha preocupación, tómese un tiempo para usted y hable con otros familiares, amigos o personas de confianza de su comunidad. Busque tiempo para hacer cosas que le ayuden a relajarse y recuperarse.
8. Conversaciones cercanas y atentas
Es importante asegurarnos de que nuestros hijos no se quedan angustiados. Cuando termine la conversación, trate de identificar su nerviosismo observando su lenguaje corporal y su respiración y prestando atención a si está utilizando su tono de voz habitual.
Recuérdele a su hija o hijo que puede volver a hablar con usted sobre cualquier tema delicado en cualquier momento. Recuérdele que le importa, que le escucha y que siempre está disponible si hay algo que le preocupe.
Información recopilada por Jacob Hunt, especialista en comunicaciones de UNICEF.