UNICEF apoya el crecimiento y desarrollo de los bebés que nacen con prematuridad o bajo peso

Los niños y niñas que nacen antes de las 37 semanas o con bajo peso se enfrentan a riesgos como alteraciones leves de sus funciones cognitivas, retraso en su desarrollo psicomotor, pérdida de la visión, sordera e incluso autismo. 

Para mitigar estos riesgos, UNICEF apoya la atención temprana de niños y niñas prematuros, y de sus familias, a través del contacto piel a piel desde el momento del nacimiento y de acuerdo al grado de prematuridad o afectación, atención conocida como el Método Mamá Canguro. De este modo, UNICEF junto a autoridades de salud, equipos médicos multidisciplinarios y familiares; trabajan para que cada niño y niña realice su derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud y a servicios de calidad para el tratamiento de las enfermedades, como establece la Convención sobre los Derechos del Niño.

En el lactario, las madres son acompañadas por un equipo de médicos, promotoras y enfermeras quienes las guían sobre las técnicas adecuadas para una lactancia materna exitosa y cómo preservar su leche materna. “Varias promotoras acompañamos a las madres desde que llegan a la sala de emergencia. Estos nuevos espacios nos aligeran el trabajo, ya que ahora contamos con el aparato que es mecánico que ayuda a que las mujeres a que no tengan mastitis, endurecimiento de sus senos y aquellas que tienen dificultades para dar pecho a su bebé. En este lugar, se le pone su aparato (extractor de leche mecánico) y ella siente ese alivio”, indica Elba Melchor, quien es promotora de parto humanizado en el hospital.

En la consulta externa se brindan atenciones médicas para controlar el crecimiento y desarrollo de los niños y niñas hasta que cumplan los dos años, y para continuar la educación de los familiares sobre el cuidado de sus infantes. Igualmente, se brinda asesoría médica sobre lactancia materna y la alimentación complementaria, inmunizaciones, entre otros aspectos claves para la salud de estos niños y niñas. Esta consulta es de vital importancia ya que permite diagnosticar y tratar a tiempo algunas patologías que se presentan en estos niños y niñas como trastornos metabólicos o gastrointestinales, alteraciones neurosensoriales como parálisis cerebral, ceguera, sordera, problemas de lenguaje, entre otras. 

Este diseño de atención permite la inclusión de la madre y padre, así como de toda la familia junto a un grupo de profesionales de diferentes disciplinas cómo médicos, enfermeras, fisioterapeutas, terapistas del lenguaje, trabajadores sociales, entre otros, todos integrados en un ambiente dirigido a la atención y estimulación de estos niños y niñas. 

En esta consulta se les refuerza a los padres la importancia del apego precoz, a través del método mamá canguro, y de este modo se involucran activamente en el desarrollo de su bebé. 

Suarnny tiene 7 meses. Nació de 35 semanas pesando 2.4 kilogramos y luego paulatinamente fue perdiendo peso. Hoy día cuenta con un desarrollo esperado gracias al acompañamiento del equipo multidisciplinario que ha estado junto a ella vigilando su proceso de crecimiento. “Los primeros días fueron fuertes, tuvo que estar un mes en incubadora. En el hospital me animaban, me explicaban cómo darle la teta en el retén y que debía hablarle y estimularla. Poco a poco fui saliendo adelante, mi niña iba poco a poco subiendo de peso. Yo la traigo mensualmente a su consulta”, indica su mamá Neyra. 

A través de su programa de nutrición, en coordinación con las autoridades de salud y gracias a la contribución de donantes internacionales, UNICEF contribuye a la reducción de la morbimortalidad infantil a través de la mejora en la atención de los niños y niñas que nacen con prematuridad y bajo peso.