Hablando con tus hijos sobre el cambio climático
Cómo concienciar a los niños con esperanza y optimismo

El cambio climático ya está sucediendo y prácticamente cada niño del mundo va a sufrir las consecuencias.
Es probable que a muchos progenitores les resulte difícil hablar del cambio climático con sus hijos. Es natural querer proteger a los niños de aquello que les puede provocar dolor o preocupación. Sin embargo, si tu hijo ya tiene cierta edad, es posible que haya oído hablar del cambio climático en la escuela, en internet o entre sus amigos.
No es de sorprender que los niños sientan una variedad de emociones ante el cambio climático, como ansiedad, miedo, tristeza y rabia. Se trata de reacciones muy naturales a algo tan incierto y devastador como el cambio climático.
Si bien es imposible ofrecerles a tus hijos la solución al cambio climático, sí puedes proporcionarles información, asegurarles que no estarán solos y ayudarlos a encontrar formas de tomar medidas al respecto.
Estos son algunos consejos que te ayudarán a entablar una conversación honesta y optimista sobre el cambio climático sin ignorar la realidad y la magnitud del problema.
1. Haz tus deberes
Nadie tiene todas las respuestas al cambio climático, así que no pasa nada si tú tampoco. En internet pueden encontrarse muchos recursos fiables, como charlas, vídeos y artículos que te pueden ayudar a hacer un repaso de lo que dice la ciencia. La NASA cuenta con excelentes recursos adaptados a la infancia. Habla con otros padres y madres para saber cómo plantean ellos el tema con sus hijos.
Recuerda: no pasa nada si no sabes responder a todas las preguntas de tus hijos. Considéralo una oportunidad para encontrar juntos las respuestas.
2. Escucha
Para iniciar la conversación sobre el cambio climático con tus hijos, pregúntales qué saben y cómo se sienten con respecto a este tema. Puede que te sorprenda la cantidad de información que ya conocen y la forma en que la expresan. Aprovecha la ocasión para escuchar sus miedos y esperanzas en relación con el planeta. Dedícales toda tu atención y no le restes importancia a sus preocupaciones. Asegúrales que siempre pueden acudir a ti si necesitan hablar de cualquier tema.
3. Utiliza datos científicos sencillos
Tú eres quien mejor conoce a tus hijos, así que cerciórate de que la información es adecuada para ellos. Un buen punto de partida puede ser buscar formas de relacionar el cambio climático con su vida cotidiana y analizar juntos los datos básicos. Por ejemplo: “los humanos queman combustibles fósiles (como el carbón y el petróleo) para hacer funcionar los coches y los aviones e iluminar sus casas. Estas acciones emiten gases de efecto invernadero a la atmósfera que envuelven al planeta en una especie de burbuja y provocan una subida de las temperaturas. Esto, a su vez, produce alteraciones en el clima, como el aumento de las inundaciones y las tormentas. A medida que el planeta se calienta, los casquetes polares se derriten y el nivel del mar aumenta. Es un problema grave, pero numerosos científicos y montones de jóvenes están trabajando sin descanso para encontrar soluciones y generar cambios positivos. Además, nosotros también podemos tomar muchas medidas”.
Las imágenes, los mapas y los vídeos pueden ayudarlos a visualizar el problema y hacerlo más tangible. Un excelente recurso que pueden explorar es Climate Visuals, que ofrece una biblioteca de imágenes sobre el tema: desde los efectos del cambio climático hasta las soluciones.
4. Pasen tiempo al aire libre
Intenta exponer a tus hijos a la naturaleza todo lo posible. Si los animas a jugar al aire libre contribuirás a que disfruten y respeten la naturaleza.
Cuando estén juntos al aire libre, deténganse a observar cosas interesantes, ya sea un árbol, una nube, una telaraña o un pájaro. El simple hecho de frenar el ritmo y dedicar tiempo a apreciar la naturaleza puede ayudar a los niños a desarrollar curiosidad y asombro por el entorno natural. Planten juntos unas semillas para comprobar cómo crece algo de donde no había nada.
5. Céntrate en las soluciones
Cada vez que hables con ellos de un problema, intenta mostrarles una solución. Busquen juntos ejemplos de personas que estén trabajando en distintas formas de abordar el cambio climático. Hablen sobre historias positivas e inspiradoras que hayan visto en las noticias o en su propia comunidad.
También pueden hablar sobre las medidas que toman en su familia, como reducir los residuos en el hogar, ahorrar agua, reciclar o apagar las luces o los aparatos que no estén utilizando. Esto ayudará a reforzar la idea de que todo el mundo puede poner de su parte para combatir el cambio climático.
Propongan otras acciones que pueden emprender en familia o en la comunidad. ¿Tienen la posibilidad de ir a pie o en bicicleta en lugar de utilizar el coche? ¿Pueden plantar un árbol?
6. Empodéralos para que actúen
Los jóvenes de todo el mundo están emprendiendo sus propias iniciativas en defensa del clima y las están haciendo llegar hasta los gobiernos. Otros están creando nuevas formas de utilizar la energía de manera más eficiente, comparten soluciones a través de las redes sociales y participan en marchas semanales por el clima. Explícales a tus hijos que los jóvenes están alzando la voz en defensa del planeta y que ellos también pueden hacerlo. Si muestran interés, cuéntales historias de jóvenes activistas contra el cambio climático.
Conocer a otros jóvenes y escuchar sus experiencias ayudará a tus hijos a sentirse más acompañados y los empoderará para emprender sus propias acciones. Muéstrate receptivo a sus comentarios sobre el movimiento por el clima y la forma en la que decidan participar.
Paquete de herramientas para jóvenes activistas por el clima >>
Sé cuidadoso y evita que sientan que los estás obligando a seguir este camino, ya que la responsabilidad podría producirles agobio, estrés o presión. Permíteles que acudan a ti si quieren desempeñar un papel más activo e insiste en la importancia de que combatir el cambio climático es una responsabilidad mundial que comienza con iniciativas a nivel local.