Cómo lograr una comunicación efectiva con los adolescentes

En un mundo en el que el tiempo es un producto muy escaso y todos estamos bastante ocupados en el día a día, las familias deben aprovechar las oportunidades que tienen para generar espacios de conversación con los adolescentes.

Por Diego Brom
Adolescente con madre.
UNICEF/Paraguay/2016/Keery
15 Noviembre 2019

En un mundo en el que el tiempo es un producto muy escaso y todos estamos bastante ocupados en el día a día, las familias deben aprovechar las oportunidades que tienen para generar espacios de conversación con los adolescentes, de modo a apoyarlos y guiarlos en el difícil momento en el que viven, aconseja la Dra. Elvia Vargas Trujillo, catedrática de la Universidad de los Andes de Colombia. A continuación, algunas de sus recomendaciones para lograr una comunicación más efectiva con niños, niñas y adolescentes.

La Dra. Vargas estuvo en Asunción gracias a UNICEF para participar del Congreso Internacional sobre Salud Integral en la Adolescencia, organizado por el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPBS), donde dio un taller sobre comunicación asertiva para funcionarios de hospitales públicos vinculados a servicios de atención a adolescentes.

La especialista propone una serie de recomendaciones para padres, madres y familias en general de modo a lograr una comunicación más efectiva con los adolescentes, que se encuentran en una etapa de la vida donde necesitan de información y apoyo de parte de sus seres queridos. Si no reciben este apoyo de sus familiares, los adolescentes acudirán a otras fuentes, como amigos, internet u otras personas que no están muy preocupadas por su bienestar.

“Como adultos, cuidadores, encargados del bienestar de los niños y niñas, tenemos que asumir ese rol de apoyo, no esperar a que el niño nos busque, porque muy probablemente no nos va a buscar”, advierte.

Recomendaciones

Generar oportunidades de comunicación: no es fácil porque en la actualidad vivimos muy ocupados en el día a día. Hay pocos momentos en los que podemos sentarnos con el niño, niña o adolescente a conversar, a saber qué hizo en el día, cómo estuvo, cómo se siente, qué necesita y escuchar sus historias para poder participar en ellas. Hay que generar estas oportunidades mientras se mira la televisión, preguntándoles qué piensan sobre lo que ven o aprovechando alguna historia y conversar sobre ese tema. 

Estar dispuestos a dar el apoyo que requieren: hay que estar informados para brindarles información, pero también reconocer cuando no sabemos de un tema y necesitamos investigar para compartir luego.

Apoyo instrumental: cuando el adolescente necesita algo que no somos capaces de darle pero conocemos a alguien que lo tiene o nos puede ayudar. Lo podemos llevar al servicio de salud o al psicólogo o a la profesora para que le brinde lo que requiere.

Apoyo emocional: ser capaz de contener a la persona cuando está triste, darse cuenta de que está triste y ser capaz de reflejar esa emoción, sobre todo en el caso de los hombres, que les cuesta expresar las emociones. Cuando los vemos de mal humor, muy callados, aislados, preguntarle qué les pasa. Dar a los hombres la oportunidad de estar tristes, de llorar, en vez de cohibir esto. Ser capaz de sintonizar con el sentimiento del otro.

Apoyo evaluativo de validación: reconocer cuando hacen algo bien pero también decirles cuando hacen algo mal, decirles que se están equivocando y recomendarles qué hacer para enmendarlo. Ser capaz también de ayudarles a reconocer sus errores y encontrar alternativas de corregirlos.

“Como adultos, tenemos la responsabilidad de formarnos para poder acompañarles en los retos que tienen en este momento de la vida: sobre el reconocimiento de su cuerpo, la identificación de su identidad, el reconocimiento de lo que les gusta y lo que no, la definición de un proyecto de vida, el establecimiento de relaciones positivas y gratificantes con otros, el encontrarle sentido a la vida, que pertenecen a un grupo, que son importantes y que pueden contribuir al desarrollo de ese grupo”, resalta la profesora. “Lo único que podemos hacer nosotros es apoyar este proceso”, asegura.

A través de la comunicación para el desarrollo, UNICEF brinda herramientas a padres, madres y familias para potenciar el crecimiento de sus hijos e hijas, como con la campaña “Juguetes para toda la vida”, que propone utilizar objetos cotidianos y hogareños para estimular a los bebés.

Elvia Vargas Trujillo es psicóloga egresada de la Universidad de Los Andes, obtuvo el título de maestría en psicología de la Universidad Iberoamericana de México y de doctorado en psicología con énfasis en metodología de las ciencias del comportamiento en la Universidad Autónoma de Madrid. Es profesora del Departamento de Psicología y líder del Grupo de investigación “Familia y sexualidad” en la Universidad de Los Andes de Colombia.

“Como adultos, tenemos que asumir el rol de apoyo, no esperar a que el niño nos busque”

Dra. Elvia Vargas Trujillo