El regreso presencial a clases
Niñas, niños y adolescentes nos cuentan cómo viven el regreso a la escuela

El 31 de agosto de 2021, millones de niños, niñas y adolescentes en México regresaron al salón de clases tras haber estado ausentes durante casi un año y medio. Muchos de ellos tuvieron la oportunidad de seguir sus clases a distancia ya sea por internet o a través del programa “Aprende en Casa”, pero otros no tuvieron acceso a ningún tipo de educación lo cual implica un enorme rezago educativo cuya recuperación podría prolongarse por años.
El regreso al salón de clases trae muchos beneficios educativos para la niñez y adolescencia, pero además de protección, cuando viven violencia en el hogar, de socialización mediante el juego y la convivencia con sus compañeros/as, e, incluso, de acceso a alimentos nutritivos en los comedores escolares.
Azael, Harumi, Yared, Kimberly y Jorge nos cuentan cómo han vivido este regreso presencial.
“Me gusta venir a la escuela porque mi maestra es muy amable y me gusta ver a mis amigos”.
Azael tiene 6 años y va en 1°B en una escuela ubicada en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

“Extrañaba venir a la escuela y extrañaba correr y jugar a las atrapadas. Para cuidarme uso mi cubrebocas y me lavo mis manos”.


El regreso a las aulas es importante por el aprendizaje de niñas, niños y adolescentes, pero además por su bienestar emocional.
“Yo regrese a clases el 31 de agosto de 2021, a mí me gustó regresar a clases, era aburrido estar en casa. Lo que más me gusta es que puedo compartir mis ideas con mis compañeros, puedo estar pensando y a la vez escuchando a los maestros. En clase puedo compartir opiniones, en casa solo puedo pensar en mis opiniones, pero no en las de mis compañeros.”
Kimberly tiene 14 años y asiste a la escuela en Ciudad Juárez, Chihuahua.

“Las medidas que uso para protegerme del virus son el gel antibacterial, desinfectar mi banca y traer mi propio cubrebocas. Lo que me da confianza de venir a la escuela es que yo puedo protegerme del virus, yo les diría a otros niños que traigan su propio cubrebocas, que usen gel antibacterial y que se protejan mucho para no contagiarse ni contagiar a las demás personas. A mis papás les diría que yo me voy a cuidar, que pongan confianza en mí, que yo sé protegerme.”
Con el regreso a clases presenciales, los niños y las niñas podrán recuperar las relaciones sociales que perdieron por el confinamiento algo que beneficiará mucho su salud emocional.
“Extrañaba venir porque me gusta mucho la escuela”.
Yared tiene 5 años y va en primero de primaria en una escuela de la Ciudad de México. Lo que más le gusta es jugar, colorear, armar cosas como rompecabezas y su color favorito es el morado.


Con la educación a distancia, niños, niñas y adolescentes cambiaron sus rutinas y la interacción con sus amigos y amigas. Esto afectó significativamente a las y los adolescentes porque es en esta etapa cuando desarrollan aspectos relacionados a la independencia y socialización.
“Estoy contento porque aparte de que voy a aprender más voy a conocer muchas personas. En la casa todo lo puedes copiar de internet, aquí no, aquí hay un profesor que te está enseñando, además puedo aprender más de mis compañeros, entrando a clases presenciales pueden compartir ideas conmigo”.

“Yo para estar seguro y poder venir a la escuela, siempre me echo gel antibacterial, uso cubrebocas, no me junto tanto con las personas, no agarro lo que ya agarraron. Si yo no me contagio hay menos probabilidad de que contagie a los demás. Les diría a otros niños que están mejor las clases presenciales y que se cuiden mucho, que se pongan gel y que usen su cubrebocas”.
Las clases presenciales, bajo las más estrictas medidas de salud, beneficia el desarrollo físico, mental y emocional de niñas, niños y adolescentes.
“Estoy contenta de regresar a la escuela, extrañaba a mis amigos, las clases, ¡todo! Yo les diría a los papás que no se preocupen, estamos bien. Para cuidarnos no hay que compartir lápices ni gomas y siempre usar cubrebocas”.
Harumi tiene 8 años y va en 3°C en una primaria pública de la Ciudad de México.

Como Harumi, millones de niñas, niños y adolescentes han regresado a clases presenciales y están muy contentos de volver a la escuela, retomar sus clases, y convivir con sus amigas/os y sus maestros/as. Regresar presencialmente a las escuelas les ayudará a aliviar el estrés que ha causado la pandemia en sus vidas y les permitirá mejorar su salud mental y emocional.