Cada niño sobrevive y prospera
Este componente responde a barreras de calidad de servicios de salud materno-infantil y adolescente y prácticas de nutrición

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Cada niño sobrevive y prospera
En 2015, Cuba se convirtió en el primer país en eliminar la transmisión materno-infantil del VIH y la sífilis congénita, condición recertificada en 2017. La mortalidad infantil ha sido estable en 4.0 por cada mil nacidos vivos, con una tasa de supervivencia del 99.5 por ciento a los 5 años. El programa de vacunación, gratuito y accesible, ofrece cobertura de inmunización contra 13 enfermedades al 95 por ciento de la población.
La mortalidad materna se ha mantenido estacionaria en los últimos cinco años. En 2018 se registraron 43.8 muertes maternas por cada 100.000 nacidos vivos. El 33.2 por ciento de los/as niños/as menores de seis meses recibió lactancia materna exclusiva, y el 24 por ciento recibió lactancia materna continuada entre los 20-23 meses. Las infecciones comunitarias (Infecciones Respiratorias Agudas y las Enfermedades Diarreicas Agudas) son la causa principal de la atención médica infantil, la tercera causa de muerte en niños/as menores de un año y la segunda entre niños/as de edad preescolar. La vacuna triple viral contra la Parotiditis, Rubeola y Sarampión (PRS) no se produce en Cuba debido a limitaciones tecnológicas y financieras, requiriendo apoyo internacional para asegurar la cobertura universal.
El sobrepeso y la obesidad en la primera infancia han alcanzado el 17.3 por ciento. La anemia por déficit de hierro, principalmente en niños/as entre seis y veinticuatro meses constituye un problema de salud pública. La proporción de mujeres embarazadas con anemia en el tercer trimestre es de 23.2 por ciento.

Los principales factores que aumentan la vulnerabilidad de los/as adolescentes incluyen: inicio temprano de relaciones sexuales desprotegidas, con tendencia a la disminución de la edad de inicio; elevada tasa de fecundidad adolescente (54.0 por cada 1.000 nacidos vivos; 14 por ciento de los nacimientos en 2018 siendo madres adolescentes); morbilidad por infecciones de trasmisión sexual (ITS) y baja percepción de riesgos sobre ITS y VIH, con un 50 por ciento de los/as adolescentes considerando lejana la posibilidad de contraerlos. Entre 2016-2017, los accidentes fueron la principal causa de mortalidad niños/as entre 10-19 años, con una tasa entre 8.3–8.6 por cada 100.000 habitantes (4.3 para hombres; 2.4 para mujeres). La mayor proporción está en accidentes de tránsito.
Este componente responde a barreras de calidad de servicios de salud materno-infantil y adolescente y prácticas de nutrición para que niños, niñas y adolescentes y sus familias en los territorios priorizados reciban atención de salud y nutrición de mejor calidad para su bienestar y desarrollo, incluso en situaciones de emergencia. En colaboración con otros sectores, se enfocará en mantener logros alcanzados en salud materno-infantil en términos de sobrevivencia, e ir más allá para lograr mejor calidad de vida y bienestar en todo el ciclo de vida, desde la primera infancia hasta la adolescencia mediante el mejoramiento de conocimientos, capacidades y prácticas positivas entre profesionales, niños, niñas y adolescentes, familiares y comunidades, frente a prácticas de género, normas sociales, creencias culturales y patrones de crianza nocivos.
La lógica de intervención afirma que una vez que el sistema de salud brinde servicios integrales de calidad; los niños, niñas, adolescentes y sus familias se apropien de sus derechos; accedan a la oferta de servicios de salud integral; y adopten prácticas positivas y comportamientos saludables de crianza considerando igualdad de género; niños, niñas y adolescentes, tendrán mejores condiciones para sobrevivir y prosperar, incluso en situaciones de emergencia.
UNICEF trabajará con instituciones gubernamentales en todos los niveles, incluidos el Ministerio de Salud Pública (MINSAP), el Ministerio de Educación (MINED), el Centro de Estudios de la Juventud (CESJ), la Comisión Nacional de Seguridad Vial y la Escuela Nacional de Salud Pública (ENSAP).