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1100 niñas y niños de Costa Rica cumplen su derecho al agua, saneamiento y educación de calidad

Derecho al agua, saneamiento y educación de calidad

Verónica Jiménez
1100 niñas y niños de Costa Rica cumplen su derecho al agua, saneamiento y educación de calidad
UNICEF/CostaRica/FactStory
28 Noviembre 2023
Ana Martínez (10) y Juan Pablo Moreno (10) caminan hacia la escuela Vega del Río Palacios donde cursan el quinto grado.
UNICEF/CostaRica/FactStory Ana Martínez (10) y Juan Pablo Morera (10) caminan hacia la escuela Las Vegas del Río Palacios donde cursan el quinto grado.

Limón, Costa Rica. Ana Martínez (10) despierta unos minutos antes de las seis de la mañana y Juan Pablo Morera (10) a las seis en punto. A Ana le gusta jugar con muñecos y a Juan Pablo le encanta el fútbol. Ella nació en Matagalpa, en el centro de Nicaragua y hace un año se mudó a Costa Rica. Ambos niños cursan quinto grado de la escuela y son vecinos: viven a 300 metros de distancia, en la comunidad de Palacios, ubicada en el cantón de Pococí, Caribe Norte de Costa Rica. 

Ana y Juan Pablo tienen más cosas en común: en el fondo de sus casas hay pozos en la tierra para poder extraer agua. La comunidad donde viven no tiene acceso a saneamiento ni a agua potable por cañería. 

Las Asociaciones administradoras de los Sistemas de Acueductos y Alcantarillados comunales en Costa Rica (ASADAS) más cercanas están a 10 kilómetros y no hay sistema de alcantarillado que permita la conexión.

Además de vecinos y amigos, Ana y Juan Pablo son compañeros de clase; asisten a la escuela Las Vegas del Río Palacios, ubicada a pocas cuadras de sus casas. Este centro educativo recibe cada día a 50 estudiantes de primaria. Al igual que Ana, muchos de los alumnos nacieron en Nicaragua y emigraron con su familia en busca de mejores oportunidades. 

1100 niñas y niños de Costa Rica cumplen su derecho al agua, saneamiento y educación de calidad
UNICEF/CostaRica/FactStory Ana Martínez (10), juega con sus compañeros durante el recreo. Antes de la mejora de infraestructura de agua y saneamiento, la escuela suspendía las clases una o dos veces al mes por la falta de agua.

La escuela Las Vegas del Río Palacios no es ajena a la problemática de acceso a agua y saneamiento. El centro cuenta con un pozo perforado que, mediante una bomba eléctrica, alimenta el tanque de agua y, a través de tuberías el agua, llega a los baños, pilas y cocina. 

En la zona rural del Caribe de Costa Rica las lluvias, especialmente en la segunda mitad del año, son intensas y frecuentes y esto provoca desperfectos en el suministro eléctrico. “En el tiempo de invierno se producen rayerías o el tendido eléctrico tiene obstrucciones, entonces la luz se suspende”, explica Luis Jiménez, director del centro educativo.

Sin electricidad, no es posible bombear agua hacia el tanque y los estudiantes no pueden usar los baños, higienizarse ni beber agua. El Ministerio de Educación Pública (MEP) establece la obligatoriedad del acceso al agua en los centros educativos para garantizar la salud y salubridad de los estudiantes. Por eso, cuando esto ocurre, la escuela cierra y las niñas y los niños pierden días de clase. 

Juan Pablo tiene claro que sin agua no hay educación, ni recreos, ni risas con sus amigos: “Siempre que venimos de los recreos venimos con sed, porque siempre jugamos a la mejenga (partido de fútbol). (Sin agua) no podríamos tomar agua, no podríamos lavarnos las manos, no se podrían lavar los trastes”.

Un proyecto para garantizar el acceso al agua. En el año 2022, el MEP contó con la asesoría técnica del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) y el financiamiento de la Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estados de los Estados Unidos (BPRM, por sus siglas en inglés) para mejorar las condiciones de acceso al agua en 11 centros educativos de Cariari y Barra del Colorado beneficiando a 1100 niñas y niños. El proyecto invirtió USD 311.000 en infraestructura de conexión de agua, saneamiento de las aguas grises e instalaciones sanitarias. 

Para Sofía Ramírez González, Viceministra Administrativa de Educación: “El MEP está comprometido con la educación de nuestro estudiantado, debemos dar un paso adelante en materia de infraestructura educativa y no podemos hacerlo solos, se requieren alianzas; ejemplo de ello es la colaboración que se establece con las agencias de las Naciones Unidas y organismos de cooperación, para poder garantizar el acceso de la población al agua potable y de manera conjunta, asegurar que los estudiantes puedan permanecer en las aulas y contar con los elementos necesarios para recibir una educación de calidad”. 

Las escuelas seleccionadas para la realización del trabajo en agua, higiene y saneamiento reúnen las siguientes características: problemas en el acceso a agua potable; están ubicadas en comunidades vulnerables con bajos niveles de ingreso, cuentan con una significativa cantidad de personas migrantes, requieren asistencia humanitaria y están ubicadas en zonas con alta vulnerabilidad climática. Además de la escuela Las Vegas del Río Palacios, otros diez centros forman parte del proyecto: Colegio Barra de Colorado, Barra del Colorado Norte y Barra del Colorado Sur, Las Orquídeas, Liceo Cuatro Esquinas, Las Colinas, Vega, Cedral, El Triángulo, Puerto Lindo y Linda Vista. “El acceso a agua limpia, higiene y saneamiento ambiental es un derecho esencial que contribuye significativamente en el cumplimiento del derecho a una educación de calidad y a la inclusión de las poblaciones que se encuentran en condiciones especialmente vulnerables. Esta iniciativa no solo llevará agua, higiene y salud a los centros educativos sino también esperanza a la niñez y las familias que aspiran a nuevas oportunidades y un presente y futuro mejor para todas las personas, gracias a la educación”, explica Juan Manuel Baldares, Gerente de Programas de Unicef Costa Rica

“Tener el acceso a un recurso como este, tan necesario, repercute en cumplir con el horario completo del centro educativo, que los chicos pueden ir al baño, que se les puede dar una alimentación adecuada. Creo que repercute en una motivación general, en sentir que la escuela es bonita, donde van a encontrar a sus amigos, donde van a estudiar, y que sienten que están en su casa”, afirma María del Milagro Campos, supervisora de centros educativos de la Dirección Regional de Guápiles, del Ministerio de Educación.

“Anteriormente los estudiantes se enfermaban mucho. Era habitual recibir un mensajito en el cuaderno de comunicados que decía ‘director, mi hijo hoy no va a poder asistir porque le duele el estómago, porque algo le cayó mal”, recuerda Luis.

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UNICEF/CostaRica/FactStory

Una de las obras realizadas a partir del proyecto fue la colocación de en un nuevo tanque con capacidad para almacenar agua suficiente para dos días en la escuela. El tanque además tiene una tapa más ancha que permite darle mejor mantenimiento y cuidar la limpieza del mismo, mejorando así la calidad del agua.

Con el nuevo tanque la escuela puede almacenar agua suficiente para dos días, evitando la interrupción de las clases aun cuando el suministro eléctrico se interrumpa. Además, se construyó un tanque séptico para el manejo de las aguas grises del comedor, un nuevo baño para personas con discapacidad y nuevas pilas para que las niñas y los niños puedan lavarse las manos y tomar agua con mayor autonomía.
"En UNOPS estamos muy satisfechos porque gracias a esta alianza estratégica con UNICEF, el MEP y la Embajada de Estados Unidos, en un tiempo de apenas ocho meses, se logró realizar el diagnóstico, diseño, licitación y construcción de mejoras en agua y saneamiento en once centros educativos de poblaciones vulnerables del cantón de Pococí.  Este es un buen ejemplo donde UNOPS pone al servicio del país sus conocimientos técnicos y apoyo en gerenciamiento de proyectos que apoyan las causas humanitarias mediante el desarrollo de infraestructura”, destacó Martín Arévalo, representante de UNOPS.

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UNICEF/CostaRica/FactStory Niñas de la Escuela Vega del Río Palacios lavan sus manos. De fondo se ven las nuevas cámaras sépticas.

La escuela es un espacio de comunidad. La suspensión de las clases por falta de agua afecta a estudiantes, docentes y personal administrativo. Por un lado, los docentes pierden tiempo para poder cumplir con el plan lectivo, y por otro, los estudiantes sufren el rezago educativo cada día que la escuela permanece cerrada. También, pierden los dos tiempos de comida que la escuela les brinda en el comedor. Pero, sobre todo, las niñas y los niños pierden un espacio seguro de convivencia. “Me sentía como que extrañaba a mis compañeros, a mi maestra y a Amadita (la cocinera) también”, recuerda Ana. 

La niña nacida en Nicaragua llegó hace un año y medio a Costa Rica, donde vive con su tía y hermanos mayores. En Palacios, la escuela se convirtió en su lugar seguro. “Aquí me respetan por ser nicaragüense, me respetan por mi color de piel y por todas esas cosas que yo soy como nicaragüense. Me respetan mucho y cumplen todos los valores”, cuenta Ana.

De acuerdo con Luis Jiménez, director de la escuela, estamos en un centro educativo con un 55% de población costarricense y un 45% de población nicaragüense o hijos de padres nicaragüenses. Muchas familias migrantes llegan a la comunidad para trabajar -de manera temporal o permanente- en las plantaciones de productos como plátano, yuca y ñame, además de las fincas ganaderas de la zona.

1100 niñas y niños de Costa Rica cumplen su derecho al agua, saneamiento y educación de calidad
UNICEF/CostaRica/FactStory Ana Martínez (10), nació en el municipio de Matagalpa, pero desde hace un año vive en Vegas de Río Palacios en Limón, Costa Rica.

Un paso esencial hacia un acceso igualitario al agua. Si bien la Constitución Política de Costa Rica establece que el agua es un derecho humano básico, de acuerdo con los datos del MEP, en el 2021 aún había 13% de escuelas en el país sin acceso a agua potable, la mayoría de ellas ubicadas en zonas fronterizas, costeras y periurbanas con alta concentración de población vulnerable. 

En la zona de Cariari y Barra del Colorado, el problema de acceso al agua persiste en 16 centros educativos que continúan cerrando los días cuando el suministro eléctrico se corta. 

El acceso a agua limpia y saneamiento ambiental es un derecho esencial de las niñas y los niños, que, vinculado al derecho a la educación y a la salud, constituyen una prioridad para UNICEF. En el 2022, el organismo brindó una charla a niños, niñas, docentes y familias de la comunidad de Palacios sobre el cuidado del agua y su importancia para la salud. Además, entregaron a todos los estudiantes un paquete de aprendizaje con uniformes nuevos y materiales escolares.

 

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UNICEF/CostaRica/FactStory Juan Pablo Moreno (10) busca sus útiles dentro del bolso, que forma parte de los kits de aprendizaje donados por UNICEF para toda la población estudiantil que incluye un set de uniformes y materiales escolares.

Juan Pablo resume así lo que aprendió en el taller: “El agua es vida y sin ella nosotros no podríamos estar”. 

Cuando llegue la época lluviosa, después de las seis de la mañana, Juan y Ana estarán listos para ir a su escuela. Tendrán fútbol, muñecas, recreos y meriendas. Tendrán un lugar seguro de convivencia. Tendrán agua y sobre todo, tendrán garantizado su derecho a la salud y a una educación de calidad.