Consejos de cuidado personal para progenitores
Tres expertas en salud mental que también son madres nos explican cómo se ocupan de su propio bienestar

Madres y padres suelen anteponer el bienestar de su familia al suyo. Algunos se sienten egoístas si reservan tiempo para sí mismos. Sin embargo, encontrar la manera de responder a sus propias necesidades mentales y físicas ayuda a los progenitores a ser más capaces de prestar a sus hijos el apoyo que necesitan para crecer y desarrollarse.
Hemos pedido a tres profesionales especializadas en la salud mental que también son madres que nos expliquen algunas de sus prácticas para el cuidado personal. Veamos cómo Lisa Damour, Sonali Gupta y Hina Talib se ocupan de su cuidado personal, las actividades que practican y los beneficios que han constatado en sus familias.
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Como madres, ¿qué han aprendido sobre el cuidado personal?
Aquellos que aún no lo practiquen deben saber que siempre es un buen momento para hacerle un hueco al cuidado personal.
Lisa: Creo que muchos padres y madres están convencidos de que el tiempo que se dedican a sí mismos es tiempo que quitan a sus hijos. Sin embargo, eso no es cierto. Cuando nos cuidamos, somos más capaces de cuidar de nuestros hijos. Además, cuidar de nosotros mismos les muestra hasta qué punto es importante el cuidado personal, y les enseña a practicarlo.
Hina: El cuidado personal es algo que se puede poner en práctica dedicándole espacios de varios minutos; es como un hábito que cuesta un poco crear, pero que después siempre nos acompaña. Sin embargo, para cuidarse a una misma a veces hay que pedir ayuda si la necesitamos en casa o en el trabajo, a la familia y a veces a terapeutas o a otros profesionales sanitarios especializados en la salud mental.
Sonali: Aquellos que aún no lo practiquen deben saber que siempre es un buen momento para hacerle un hueco al cuidado personal. Constituye un gran avance en el camino hacia la autocompasión y la resiliencia. Cuando empieces la experiencia que constituye el cuidado personal, procura tratarte bien y tratar bien a los demás. Convertir pequeñas prácticas en rituales lleva tiempo, pero también es una inversión en beneficio de nuestro bienestar mental.

Personalmente, ¿cómo se ocupan de su cuidado personal?
Sonali: Al tiempo que me dedico a mí misma lo llamo mi “pausa de rituales”, un descanso que preveo a lo largo del día con rituales que me resultan reconfortantes desde el punto de vista físico, mental y social. Este término se me ocurrió tras padecer desgaste profesional hace unos diez años. Cuando empezamos a utilizar estas técnicas para relajarnos, lo esencial es centrarnos en una sola cosa e integrarla en nuestra jornada, aunque un día de mucha ocupación solo podamos dedicarle diez minutos. Yo salgo a dar un paseo sola todos los días a la misma hora, medito y escucho sonidos relajantes por la mañana, duermo una siesta de 15 minutos (o más, si puedo) y dedico tiempo a leer libros que no sean de ficción. También considero que prever tiempo para jugar y divertirme forma parte del cuidado personal. Como terapeuta y como madre, mi pausa de rituales se ha convertido en un espacio sagrado para mí.
Hina: A medida que me voy haciendo mayor, he descubierto que busco mi propio bienestar a través de estos elementos esenciales para la vida: mover el cuerpo, respirar, dormir lo suficiente, apagar el teléfono y comer más fruta y verdura. Siempre que siento que mi salud mental es buena, me doy cuenta de que estoy haciendo esas cosas, y cuando empiezo a tener problemas de salud mental, trato de hacerlas más. Por supuesto, cuando tengo tiempo, me gusta añadir a esos básicos el estiramiento, el yoga y simplemente hablar con mis padres o con otros familiares y amigos. Escuchar sus voces unos minutos y contarles mis pensamientos me ayuda a relajarme.
Lisa: Como psicóloga sé que dormir es lo que permite a los seres humanos mantenerse en pie, así que hago todo lo posible para no perder la capacidad de dormirme rápidamente y permanecer dormida durante la noche. Para ayudarme a conciliar el sueño con rapidez, trato de bajar el ritmo al final del día. Al igual que les ocurre a muchas otras personas, me parece que es casi imposible quedarme dormida poco después de haber estado ocupada con cualquier tipo de actividad muy absorbente. Para no despertarme por las noches, intento hacer ejercicio con regularidad y respirar mucho aire fresco, ya que ambas cosas me ayudan a dormir más profundamente.

¿Cómo encuentran tiempo para el cuidado personal?
Mis pensamientos siempre parecen más claros cuando aprovecho dejo que mi mente divague y vaya hacia donde necesite ir.
Hina: Tener tiempo para el cuidado personal me parece algo fuera de mi alcance. Ese tiempo literalmente se me escapa, puesto que criar a mis dos niños pequeños y tener que cumplir con mis obligaciones profesionales me impide parar en todo el día. Siempre tengo algo que hacer. Me ocupo de mi cuidado personal integrándolo en las rutinas que tengo con mis hijos y en el trabajo. Mientras me lavo los dientes, practico mindfulness; cuando cocino, aprovecho para hablar con familiares o amigos; y mientras acuesto a los niños, adopto diferentes posturas de yoga. Suelo realizar respiraciones profundas en el trabajo, entre reuniones, y trato de dejar a un lado el teléfono cuando he acabado el día, aunque me resulta difícil.
Lisa: Aprovechar al máximo los momentos de silencio que tengo para mí misma es algo que realmente me ha ayudado como madre. Antes solía escuchar música o hablar por teléfono con mis amigos mientras doblaba la ropa limpia o hacía la cena, pero hoy en día valoro enormemente realizar las tareas más sencillas en silencio, sobre todo cuando tengo que poner orden en mi cabeza. Me he dado cuenta de que así puedo reflexionar sobre las cosas que me preocupan y encontrar soluciones creativas para las dificultades a las que me enfrento. Mis pensamientos siempre parecen más claros cuando dejo que mi mente divague y vaya hacia donde necesite ir.
Sonali: Estoy convencida de que el cuidado personal es una actividad que necesita una atención diaria. Los días en los que no tengo tiempo de practicarlo me siento agobiada, tensa y nerviosa. En mi familia, hemos decidido hablar abiertamente de las emociones fuertes que podemos sentir, como por ejemplo cuando estamos abrumados y sobrecargados. A lo largo de los años, mi esposo, mi hija y yo hemos hablado sobre cómo el cuidado personal y dedicarnos un poco de tiempo a nosotros mismos nos permiten sentirnos más centrados y funcionar desde la tranquilidad.

¿Qué beneficios tiene en su familia su propio cuidado personal?
Cuando no me ocupo de mi salud mental y mi bienestar, no doy lo mejor de mí misma como madre.
Lisa: Cuando he descansado bien y mi mente está despejada, tengo mucha más paciencia con mis hijas y soy una persona bastante más divertida. Después de dormir bien, tengo energía para jugar, organizar una “fiesta de baile en la cocina” o inventar otras formas de disfrutar de la compañía de mis hijas. Y cuando no estoy distraída con mis propias preocupaciones, soy mucho más capaz de concentrarme en las niñas y en lo que necesitan de mí.
Sonali: Nuestras prácticas de cuidado personal han contribuido a incrementar la resiliencia de la familia. El cuidado personal genera una sensación de serenidad, y esa serenidad también puede ser contagiosa, lo que resulta de ayuda en los momentos difíciles. El cuidado personal nos ha ayudado a respetar el espacio y las necesidades específicas de cada uno, y al mismo tiempo nos ha permitido crear espacio para la compasión y la empatía por los demás.
Hina: Uno de los momentos en los que más orgullosa me siento como madre se produce cuando sorprendo a mis hijos respirando hondo para tranquilizarse porque están enfadados. Es algo que me han visto hacer delante de ellos con frecuencia. Me encanta cuando me piden que practiquemos yoga antes de dormir o cuando simplemente se ponen a practicarlo ellos solos. He aprendido que, cuando no me ocupo de mi salud mental y mi bienestar, no doy lo mejor de mí misma como madre.
La Dra. Lisa Damour es psicóloga, escritora, colaboradora del New York Times y madre de dos niñas.
Sonali Gupta es psicóloga clínica, terapeuta, escritora, columnista y madre de una hija adolescente.
La Dra. Hina Talib es pediatra y especialista en medicina de la adolescencia, escritora y creadora de contenidos para jóvenes. Además, tiene dos hijos.