Foro: niñez y adolescencia en México – Reimaginemos
Efectos de la pandemia en la niñez y la adolescencia en México

UNICEF junto con su Consejo Consultivo en México, han implementado una serie de foros para identificar los retos que enfrentan la niñez y la adolescencia en México a raíz de la pandemia por SARS-COV-2 e identificar soluciones.
En la crisis ocasionada por el COVID-19, las niñas, niños y adolescentes sufrieron también consecuencias que, ante otros eventos, quedaron invisibilizadas. Al ser un grupo de edad que resultó relativamente poco afectado por la enfermedad directamente, se dejaron de lado las otras consecuencias que la pandemia causó en ellos: rezagos en educación, aumento en niveles de estrés y ansiedad, violencia doméstica y problemas de mala nutrición por la reducción del ingreso en el hogar, entre otros.
Panel: El impacto de COVID-19 en la educación, un balance a un año del cierre de las escuelas en México
El cierre prolongado de las escuelas en México está afectando negativamente la educación de 25.4 millones de alumnos y alumnas de educación básica y 5.2 millones de estudiantes de educación media superior, lo que compromete su bienestar actual y sus oportunidades de desarrollo hacia el futuro.
Algunos datos:
- Todas las escuelas en México cerraron sus puertas el 23 de marzo de 2020 y no reabrirán hasta que el semáforo epidemiológico esté en verde.
- De marzo de 2020 a febrero de 2021, las escuelas de Mexico han permanecidas cerradas durante 180 días, cifra superior al promedio en América Latina y el Caribe (158 días) y el doble de la estimación global (95 días), situación que además coloca al país en octavo lugar entre los países donde las escuelas han permanecido cerradas por mayor tiempo1.
- El cierre prolongado afecta negativamente el proceso educativo de 25.4 millones de alumnos y alumnas de educación básica y 5.2 millones de estudiantes de educación media superior, resultando, entre otros, en un aumento en el riesgo de abandono escolar. Según resultados de la encuesta reciente de INEGI para la Medición del Impacto COVID-19 en la Educación 2020, 5.2 millones de personas entre 3 a 29 años no se inscribieron en el ciclo escolar de 2021-2020 por motivos relacionado a COVID 19 o por falta de recursos o dinero2.
- Antes de la pandemia, ya existía una “crisis de aprendizaje”: casi el 80% de las niñas y niños mexicanos en primaria no alcanzaban los aprendizajes esperados en las áreas de comprensión lectora y matemáticas3, situación que seguirá afectando con mayor gravedad a los sectores más vulnerables, aumentando además el riesgo de abandono escolar.
A un año del cierre de las escuelas, la planificación de la reapertura gradual de las escuelas lo antes posible y la búsqueda de soluciones que remedien el rezago sufrido son temas urgentes para la sociedad mexicana y deben ser tratados como tales.
1 UNICEF 2021: COVID-19 and School Closures: One year of Education Disruption. https://data.unicef.org/resources/one-year-of-covid-19-and-school-closures/
2 INEGI – ECOVID-ED 2020
3 Planea 2018
Panel: El impacto de COVID-19 en la salud mental de niñas, niños y adolescentes
Hoy en día la promoción de la salud mental está considerada como una de las prioridades mundiales en materia de salud según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los problemas de salud mental imponen una enorme carga de morbilidad en las sociedades en todo el mundo; son responsables de 10% de la carga de la enfermedad global y causan más años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) (32,4%) que cualquier otra condición de salud1. Las condiciones de salud mental afectan a una de cada cuatro personas a lo largo de la vida2; en América Latina y el Caribe, los trastornos mentales y neurológicos representan el 22% de la carga total. Según las estimaciones de la OMS, 20% de las niñas, niños y adolescentes sufren de algún tipo de desorden mental3.
Varios estudios han señalado que los problemas de salud mental durante la infancia y la adolescencia pueden afectar seriamente el crecimiento y el desarrollo, el rendimiento escolar y las relaciones familiares y entre pares, además de incrementar el riesgo de suicidio.
La pandemia de COVID-19 ha alterado de forma drástica los modos de vida de nuestra sociedad. Una población especialmente vulnerable a estos cambios son los niños, niñas y adolescentes. Los niños, niñas y adolescentes conforman una población especialmente vulnerable a las crisis sociales; y si bien notamos una escasa morbimortalidad por la infección, los efectos de la pandemia y del estado de alarma social repercuten negativamente en su bienestar mental y emocional.
- La pandemia por COVID-19 ha alterado de forma drástica los modos de vida de nuestra sociedad. Una población especialmente vulnerable a estos cambios son los niños, niñas y adolescentes.
- Los niños, niñas y adolescentes conforman una población especialmente vulnerable a las crisis sociales; si bien notamos una escasa morbimortalidad por la infección, los efectos de la pandemia y del estado de alarma social repercuten negativamente en su bienestar mental y emocional. El cierre de las escuelas y la distancia social han significado, para los niños, las niñas y adolescentes, la deconstrucción de una rutina, la imposibilidad de la interacción y del juego con iguales, y la falta de actividad física y ejercicio en el exterior; son factores que pueden limitar su adecuado desarrollo físico y socioemocional.
- El impacto psicológico de la pandemia en niños, niñas y adolescentes y de las medidas adoptadas para atajarla son principalmente miedo, estrés, reacciones ansiosas y malestar emocional, como tristeza o irritabilidad, tal como menciona un estudio de la revista Lancet sobre China4.
- Además, el sentido de amenaza que experimentan los niños, niñas y adolescentes se ha hecho presente con el fallecimiento de seres queridos; la separación de miembros de la familia, las medidas de aislamiento, la falta de redes de soporte social, la alteración de sus formas de vida habituales, o la agudización de la situación de pobreza o precariedad por la pérdida del empleo de sus padres o madres.
- La atención de la salud mental en México enfrenta varios retos: accesibilidad o disponibilidad insuficientes a los servicios5, estigma, discriminación, falta de información, brecha de atención por el costo de los tratamientos, atención de la niñez en todas sus condiciones (niñez en situación de calle, niñez institucionalizada, niñez trabajadora).
- La salud mental sigue siendo una de las mayores demandas de salud insatisfecha y se tiene que reflexionar acerca de la respuesta que se ofrece, en particular a los niños, niñas y adolescentes.